viernes, 7 de enero de 2011

15 ingredientes tóxicos habituales en los productos de tocador


Cuando nos aseamos y nos aplicamos cremas suavizantes para cuidar nuestra piel, puede que precisamente estemos haciendo lo contrario. Numerosos productos de tocador contienen sustancias que pueden hacernos más daño que bien. Hacemos un repaso de ellas.

1. Las fragancias sintéticas a menudo contienen ftalatos (phthalates), unos productos químicos comúnmente usados para estabilizar aromas y hacer más flexible el plástico. Son perturbadores endocrinos que imitan a las hormonas y pueden alterar el desarrollo genital. Conviene evitar los productos que incluyen fragancias en la lista de ingredientes, salvo que sean derivadas de aceites esenciales, o buscar una etiqueta libre de ftalatos.

2. Parabenos, la sustancia ubicua en el cuidado de la piel, está en todos los productos convencionales porque ayuda a preservar otros ingredientes y a alargar la vida útil del producto. Sin embargo, estos químicos antimicrobianos también provocan trastornos hormonales.

3. Ureas, conocidas formalmente como diazolidinil urea, la urea imidazolidinil, hidantoína DMDM o hidroximetil-glicinato de sodio, son los conservantesque tienen el potencial de liberar formaldehído en cantidades muy pequeñas, y son una causa primaria de ladermatitis de contacto.

4. 1,4-dioxano, un químico cancerígeno, se crea cuando los ingredientes se procesan con el óxido de etileno que es un derivado del petróleo. Entre los compuestos más comunes están el lauril sulfato de sodio y el glicol de polietileno (a menudo aparece como PEG). Para evitarlo, hay que desechar aquellos productos con los siguientes ingredientes:MYRETH, oleth, laureth, Ceteareth (o cualquier otro-ETH), PEG, polietileno, glicol de polietileno, polioxietileno, u oxynol.

5. Productos petroquímicos derivados del petróleo. Ingredientes a base de petróleo como la vaselina, aceite mineral y parafina (derivadas de fuentes no renovables) forman una barrera cuando se aplica sobre la piel que no le permite respirar y puede obstruir los poros.

6. MEA / DEA / TEA son "aminas" (compuestos de amoníaco) y pueden formar nitrosaminas perjudiciales cuando entran en contacto con nitratos. Se utilizan como agentes espumantes, estabilizadores de síntesis y para ajustar el pH de los cosméticos. Pueden causar reacciones alérgicas, irritación de los ojos y sequedad de la piel y el cabello.

7. Los sulfatos como laurilsulfato de sodio son detergentes fuertes que proporcionan consistencia a los productos de limpieza, jabones y champús. A menudo derivados del petróleo, los sulfatos también pueden proceder del coco y otros aceites vegetales que podrían estar contaminados con pesticidas. Los sulfatos pueden causar irritación de los ojos y erupciones de la piel.

8. Protectores solares químicos, tales como la oxibenzona y el octilmetoxicinamato, se ha demostrado que alteran la actividad endocrina. El dióxido de titanio y el óxido de zinc son alternativas más seguras.

9. Quats, como el cloruro de benzalconio, cloruro de steardimonium, el bromuro de cetrimonio, y cloruro de cetrimonio, dan una carga positiva a los acondicionadores para evitar la estática. Son necesarios para que los acondicionadores hagan su papel, pero sólo deberíamos permitir los quats más suaves en nuestra belleza: hydroxypropyltrimonium cloruro de guar, oligosacáridos hydroxypropyltrimonium, y SugaQuats.

10. Compuestos antibacterianos, tales como triclosan y chlorphenesin, no se descomponen en el medio ambiente y pueden contribuir a la resistencia bacteriana.

11. Los polímeros sintéticos, como el poliacrilato de sodio y carbómero, provienen de petróleo y dan viscosidad a los productos de cuidado de la piel. Son muy elaborados y su fabricación genera subproductos tóxicos.

12. Los colores sintéticos están hechos de alquitrán de hulla. Contienen sales de metales pesados que pueden depositar toxinas en la piel, generar sensibilidad e irritación cutánea. Los estudios en animales han demostrado que la casi totalidad de ellos son cancerígenos. Aparecen etiquetados como FD&C o D&C, seguidos por un color y un número.

13. Quelantes, como EDTA disódico y tetradisodium EDTA, se utilizan en productos de cuidado personal para eliminar las impurezas de materias primas de baja calidad. No es fácil su biodegradación en el medio ambiente.

14. Nanos. La nueva tecnología sin resultados concluyentes en los estudios pero potencialmente peligrosa. La investigación sugiere que cuando las minúsculas nano partículas penetran en la piel, pueden causar daño celular.

15. Pruebas con animales: detrás de muchos ingredientes cosméticos hay una historia triste de crueldad con los animales. Para acabar con ello, el Centro Europeo para la Validación de Métodos Alternativos (CEVMA), que forma parte del Centro Común de Investigación (CCI) de la Comisión Europea, y sus homólogos en los Estados Unidos (ICCVAM), Japón (JACVAM) y Canadá (Environmental Health Science and Research Bureau) firmaron en abril de 2009 un acuerdo de cooperación para impulsar la expansión por todo el mundo de alternativas científicamente probadas a los métodos de ensayo con animales.

Fuente: Portal del Medioambiente

FUENTE: http://www.asquifyde.es/noticia-detalle.aspx?noticia=954

ENFERMEDAD, DOLOR, SEXO... ¿PROBLEMAS DE PAREJA?

YO PIENSO QUE SOBRETODO EL PROBLEMA SE PRODUCE CUANDO UNO DE LOS DOS TIENE GANAS Y EL OTRO NO, POR EL MOTIVO QUE SEA. A VECES NO ES EL MIEDO AL DOLOR, NO ES EL CANSANCIO, NO ES LA FALTA DE TIEMPO... ES SIMPLEMENTE QUE TU CUERPO HA CAMBIADO Y LAS HORMONAS TAMBIEN Y TE VAS DANDO CUENTA QUE EL SEXO QUE ERA EL CENTRO DE TU VIDA EN LA JUVENTUD HA DADO PASO A OTRAS SENSACIONES IGUALMENTE PLACENTERAS... SI EL AMOR SE BASARA UNICAMENTE EN LAS RELACIONES SEXUALES, CUANDO ESTAS FALLAN (POR ENFERMEDAD, ACCIDENTE...) SE TERMINARIA EL AMOR Y CON ELLO LA VIDA EN COMUN DE LA PAREJA.

EL SEXO ES ALGO GRANDIOSO... PERO NO ES LO UNICO QUE UNE A LA PAREJA. HAY QUE SABER DISFRUTAR DE LA VIDA EN COMUN, DE LA CONFIANZA, DE LOS BESOS Y ABRAZOS QUE NO SON PROLOGO DE NADA, DE LA COMPLICIDAD, DE LOS RECUERDOS COMUNES, DE LAS CARICIAS, DEL SILENCIO COMPARTIDO, DEL ROCE DE LOS CUERPOS, DE LAS ALEGRIAS Y DE LAS PENAS ¿POR QUE NO? Y DEL SEXO COMO DE UNA COSA NI MAS NI MENOS IMPORTANTES QUE LAS DEMAS...

SI LA VIDA DE PAREJA SOLO SE SUSTENTA CON UNA SOLA COSA... CUANDO ESTA FALLE YA NO HABRA NADA EN COMUN POR QUE LUCHAR PARA MANTENER UNA RELACION.

QUIZAS HAY MUCHA GENTE JOVEN QUE NO ENTIENDA MI FORMA DE PENSAR PUES DURANTE MUUUUUCHOOSSSSS AÑOS MI VIDA TAMBIEN GIRABA EN TORNO AL SEXO Y PENSABA QUE NO PODRIA HABER AMOR SIN SEXO, AHORA ME DOY CUENTA QUE EL SEXO ES ALGO MAS DE LA VIDA, IGUAL DE IMPORTANTE QUE PASEAR COGIDOS DE LA MANO, O DEJARTE LLEVAR POR TU PAREJA AL RITMO DE UNA MUSICA SUAVE Y NOTANDO SU CUERPO JUNTO AL TUYO, SINTIENDO SU CALOR CON TU CALOR, SU ENERGIA CON TU ENERGIA..., Y SI LUEGO HAY SEXO... PUES BIENVENIDO SEA

Nuestra contaminación interna

Entrevista con Miquel Porta Serra en torno a Nuestra contaminación interna
(año 2009)

“[…] Las causas de nuestra impregnación corporal por compuestos tóxicos persistentes son socioambientales, la naturaleza de la contaminación es en gran medida socioecológica..."

Salvador López Arnal | Para Kaos en la Red
FUENTE: www.kaosenlared.net/noticia/entrevista-miquel-porta-serra-torno-nuestra-contaminacion-interna


Miquel Porta Serra es doctor en Medicina, catedrático de Salud Pública de la Universidades Autónoma de Barcelona y de Carolina del Norte, e investigador del IMIM. Entre sus publicaciones, además de sus numerosos artículos en prestigiosas revistas científicas internacionales, cabe destacar sus artículos en El País, Claves, Daphnia y WorldWatch.

--Vuestra última publicación, la que muy recientemente has editado junto a Elisa Puigdomènech y Ferran Ballester, lleva por título: Nuestra contaminación interna. Concentraciones de compuestos tóxicos persistentes en la población española. ¿Contaminación interna? ¿Qué tipo de contaminación es ésa?

**Se refiere a la acumulación en el organismo humano de contaminantes químicos, a la impregnación corporal de plaguicidas y residuos industriales como los PCB (policlorobifenilos) o las dioxinas. Sustancias cuyas concentraciones van aumentando en nuestros cuerpos a medida que crecemos, pues los organismos vivos no las podemos excretar. En nuestros estudios de investigación medimos estos contaminantes en sangre, grasa corporal, en las placentas...

--¿A quienes va dirigido principalmente vuestro libro? ¿A los profesionales de la salud y del medio ambiente?

**Esta es mi apuesta: va dirigido a toda ciudadana interesada, y lo digo así no porque excluya a los varones (para nada), sino porque las mujeres suelen ser más maduras que los hombres en estos temas. En apariencia puede interesar más a los profesionales de la salud, el medio ambiente y las otras ciencias de la vida y la sociedad (desde la educación, la alimentación y la sociología hasta el derecho, la química y la ingeniería ambientales). Pero elegí adrede una editorial “laica”, no una editorial de medicina, pues quiero salir de los círculos técnicos, ir más allá de los “iniciados” y expertos en contaminación. Conozco a mucha gente cuya profesión no es científica o médica y que está mucho mejor informada y concienciada que la mayoría de médicos, salubristas o químicos. Me refiero a que tienen mucho interés, conocimiento y criterio sobre las relaciones entre medio ambiente y salud pública.

--¿De qué concentraciones de compuestos tóxicos persistentes en la población española habláis? ¿Cómo se producen esas concentraciones? Previamente incluso si me permites, ¿podrías definir la noción de “compuestos tóxicos persistentes” (CTP)?

**Fundamentalmente, son plaguicidas y residuos industriales que contienen átomos de cloro, lo que hace que se disuelvan muy bien en las grasas. Los CTP que detectamos en más del 85% de la población general sana de Cataluña son el DDT y su principal producto de degradación, el DDE, ciertos PCB (como los congéneres 118, 138, 153 y 180), el HCB (hexaclorobenceno, un herbicida) y el β-HCH (un “hermano” del lindano).

--¿Esta contaminación representa un importante reto para la salud pública española? ¿Somos conscientes de su peligrosidad? ¿Por qué?

**En el libro invitamos a reflexionar sobre hipótesis como ésta: “Es probable que la distribución poblacional de algunos CTP explique una parte relevante de la carga social que hoy suponen algunas de las enfermedades y transtornos más prevalentes”. Entre ellos, infertilidad, malformaciones congénitas, problemas de aprendizaje y desarrollo neuroconductual, obesidad, diabetes, varios cánceres, Alzheimer, Parkinson... La conciencia sobre esos riesgos es nítida en amplias minorías en todo el mundo, también en España. Aunque, ciertamente, el conocimiento sobre los efectos adversos de los CTP está empapado de incertidumbres, no puede ser de otro modo.

--Permíteme que insista en este punto. ¿Estás diciendo entonces que entre las múltiples causas de estas enfermedades que citas –diabetes, cánceres, Alzheimer, Parkinson- los CTP son un factor a tener muy en cuenta y que, por tanto, representan –o deberían representar- un asunto importante para la salud pública en nuestro país (y en otros países)?

**Sí, desde luego.

--¿Crees que, digamos, nuevas enfermedades como el síndrome de fatiga crónica o la fibromialgia están relacionadas con estos contaminantes?

**Es posible, pero estudios serios todavía hay muy pocos.

--¿Poseemos suficientes conocimientos científicos sobre los efectos nocivos de estas sustancias –pienso en plaguicidas o residuos industriales- sobre la salud humana?

**“Suficientes”, no sé... ¿Qué es “suficiente”? No soy quién debe decirlo: somos todos quienes debemos decirlo, no sólo los investigadores. Pero existen muchos conocimientos... El libro entero es una invitación a que pensemos sobre ello. Y en el epílogo, entre citas de Sabina, Celaya, Riechmann y El Roto, insisto en que los significados y las implicaciones culturales y sociales de los hallazgos no se desprenden jamás automáticamente de los estudios clínicos, epidemiológicos y ambientales.

--¿Y por qué? ¿Por qué los significados e implicaciones culturales no son meros corolarios de esos estudios? ¿Qué más hace falta para extraer esas conclusiones?

**¿No es obvio el por qué? Pues porque hablamos de placentas contaminadas, de amamantar, de vejez, de cáncer... de nuestros cuerpos, de “poblaciones”... de cuando la enfermedad nos golpea con dureza e inexplicablemente... Hablamos de residuos, plásticos, comida... de impuestos, inspecciones, precios, comodidad... Porque las implicaciones emocionales, económicas o políticas son múltiples. Igual que lo son las causas y las posibles soluciones de la contaminación por CTP.

--Esta concentración de la que estamos hablando, ¿es homogénea en España o está desigualmente repartida por nuestro territorio?

**Existen grandes diferencias entre unas personas y otras. En la población general de Cataluña, por ejemplo, la concentración máxima del DDE es 7.838,21 ng/g y la mínima, 1,02 ng/g. O sea, una persona tiene concentraciones que son 7.684 veces superiores a las de otra. En el libro hemos seleccionado figuras, representaciones gráficas de estos datos que nos parecen imágenes o “fotografías” fundamentales para reflexionar. El análisis de la distribución poblacional o social de las concentraciones de estos contaminantes tóxicos muestra que no siguen una distribución “normal”, en el sentido estadístico de la palabra (y quizá tampoco en el sentido sociocultural); al contrario, presentan una gran asimetría, es decir, existen grandes desigualdades sociales también en los niveles corporales de tóxicos ambientales.

--Y en estas desigualdades que señalas: ¿el trabajo que se desempeña, las condiciones en que se realiza, la clase social a la que se pertenece, juegan un papel importante?

**Vamos a analizarlo. Creo que los patrones no serán sencillos. En muchas personas (quizá, la mayoría) la exposición a CTP en el lugar de trabajo es de menor duración que la que tenemos a lo largo de toda la vida a través de los alimentos. Eso no significa que no debamos actuar en los lugares de trabajo cuando hay exposiciones dañinas.

--¿Es por eso por lo que en el libro habláis a menudo de la “población general”...?

**Tu pregunta guarda una relación clara con lo que acabo de decir, y es coherente. Pero no es esa la razón. Simplemente me pregunto ¿y a la población general qué organizaciones la defienden?

--Por lo demás, ¿puede la ciudadanía evitar exponerse a sus efectos?

**Las medidas individuales son limitadas, aunque ayuda evitar en la medida de lo posible la ingesta de grasas. Sin olvidar que fumar es poco coherente con preocuparse por la exposición a CTP...

**Las concentraciones de CTP observadas en un momento dado en una población adulta son el resultado de la acumulación de CTP a lo largo de prácticamente toda la vida. Ello es así, hoy en día, para los CTP que con mayor frecuencia analizamos en este libro. Esa cronicidad de la exposición y de la acumulación en el organismo debe tenerse en cuenta siempre que se valora el papel de una fuente de exposición concreta en un momento determinado.

**Claro que puede tener sentido preocuparnos por la contaminación humana que pueda causar una exposición laboral o una fuente de CTP cercana a un lugar de residencia; entre otras razones, porque esa exposición puede ser más modificable que la exposición que supone la alimentación; aunque fácil nunca es, pues esas exposiciones responden a intereses económicos muy arraigados y a veces reportan beneficios económicos y sociales nada desdeñables.

--Cuando se habla de dioxinas y de otros compuestos tóxicos se suele pensar en Tarragona y en el sureste español. ¿Por qué? ¿Son zonas especialmente castigadas o es más bien un tópico desinformado?

**Si me atengo al objeto de la entrevista –y en esta ocasión es lo que quiero hacer– te diré que apenas hay datos sobre contaminación interna en los habitantes de esas zonas. En todo caso, lo que suela pensarse me interesa poco, lo que me interesa es lo que no suele pensarse. Sin olvidar que en diversas ocasiones he dado mi apoyo a compañeros que denunciaban la evidente contaminación en esas zonas.

--¿Existen sectores de la población más vulnerables que otros ante estos compuestos contaminantes? Creo que de hecho apenas pueden ser eliminados y que la acumulación corporal aumenta paulatinamente con la edad. ¿Es así?

**No creo que sea adecuado hablar de “susceptibilidad” a los CTP, bastante se abusa ya de este equívoco concepto en medicina, a menudo por una tergiversación de ciertos conocimientos sobre genética. Sería inaceptable que los riesgos de los CTP se quisieran privatizar. Las causas de nuestra impregnación corporal por CTP son socioambientales, la naturaleza de la contaminación es en gran medida socioecológica, y su control exige de actuaciones de calado social –que son, evidentemente, de naturaleza esencialmente política y económica. Por razones culturales, ideológicas y morales hay que anticiparse a los intentos de biocomercialización de los CTP en el ámbito de la medicina privada. Cuidado con los curanderos de CTP... Y sí, tienes razón, basándonos en los resultados obtenidos en los estudios analizados en este libro podemos concluir que –aunque algunos estudios señalan una reducción de los niveles de determinados CTP a lo largo del tiempo–, a día de hoy aún nos encontramos expuestos a múltiples CTP desde los primeros momentos de vida embrionaria y hasta la muerte. La mayoría de la población, a niveles relativamente bajos; ciertas minorías, a concentraciones muy superiores. Sí, la acumulación corporal aumenta paulatinamente con la edad; no obstante, los “efectos de cohorte” están poco estudiados: puede que algunos aumentos asociados a la edad en realidad se deban a que ciertas cohortes estuvieron más expuestas.

--¿Efectos de cohorte? Puedes aclarar este concepto.

**El concepto de “cohorte de nacimiento” se refiere a la generación a la que pertenecemos, al grupo de personas que nacimos el mismo año. Por suerte, ahora muchos ya no saben lo que una “quinta”...

--¿Hay algún ejemplo a destacar en el campo internacional en este ámbito de la vigilancia?

**Aparte de Cataluña, los únicos dos países del mundo con programas gubernamentales sistemáticos de análisis de la distribución poblacional de CTP en muestras representativas son Alemania y EEUU; quien quiera una revisión de lo que hacen estos y otros países puede ver nuestro artículo en la revista “Environment International” (2008, vol. 34, págs. 546-561).

--¿Qué políticas públicas, y acaso también privadas, pueden ayudar a disminuir la exposición de las personas a estos contaminantes? Item más y acaso previo: ¿podrían ser eliminados o prohibidos esos contaminantes o debemos acostumbrarnos a vivir con esos peligros anexos a la “civilización industrial”? ¿Es este un sendero poco razonable?

**Un anhelo del libro (quizá demasiado ambicioso, pero ¿por qué no?) es ayudar a dinamizar las políticas públicas y privadas (alimentación y ganadería, riesgos químicos, residuos, energía, medio ambiente, educación, trabajo y salud laboral, medicina) que pueden disminuir la exposición de las personas a estos contaminantes y, por tanto, disminuir la carga de muerte, enfermedad y sufrimiento que actualmente contribuyen a causar.

--Tú mismo has escrito un epílogo para vuestro libro que lleva por título “Caminos por los que podríamos caminar, sin miedo, aunque a ratos preocupados, y quizá avanzar”. ¿Qué caminos son esos? ¿Podrías describirlos sucintamente?

**Como investigador científico hay cosas que no entiendo. Las observo y no las entiendo. A menudo estás solo, has hallado algo que no entiendes: tienes algo que no entiendes. (A veces eso te hace muy feliz). Entonces lo guardas en tu bolsillo como un canto rodado; puede estar ahí muchos años, en el bolsillo del tejano gastado. Tu prosigues ese viaje que se parece a los que cantaba Kavafis... Y luego, un día, en un recodo del camino encuentras un colega o una amiga, o un ciudadano desconocido: y en mi palma esta ese guijarro, por si ella aprecia en él un destello, un significado. Eso y la continuación de la historia es lo que esbozo en el epílogo...

--Se señala en el libro una de vuestras finalidades básicas: “propiciar una reflexión que debe ser culturalmente imaginativa, moralmente valiente, técnicamente innovadora y siempre respetuosa con los hechos y las incertidumbres que desvela la investigación científica”. ¿Imaginativa, valiente, innovadora, respetuosa? ¿No pretendéis, una vez más, asaltar utópicamente los cielos?

**No es una utopía, es una realidad (aunque insuficiente, claro, como todo lo humano): muchísima gente y muchas organizaciones ciudadanas están desarrollando una reflexión y una praxis que tienen esas cualidades. Incluso existen en las empresas y en sectores de las Administración