jueves, 22 de marzo de 2012

Nuevo método para detectar mohos

Un nuevo protocolo de detección rápida de mohos toxigénicos desarrollado por expertos españoles facilita el control de hongos en alimentos
Por NATÀLIA GIMFERRER MORATÓ
19 de marzo de 2012


- Imagen: Alaa Hamed

-Los mohos son hongos presentes tanto en el aire como en los suelos. Si bien crecen mejor en condiciones más cálidas y húmedas, los hongos pueden sobrevivir en diferentes condiciones ambientales, incluso en situaciones de sequedad abundante. Muchos de estos mohos invaden de manera rápida y fácil los alimentos y, a medida que crecen, se forman las esporas, las pequeñas partículas visibles que le confieren un color verdoso, blanco o grisáceo al alimento. Esto es indicativo de que los mohos han penetrado muy en el interior del alimento y es, por tanto, un motivo para retirarlo. Un nuevo protocolo de detección rápida de mohos toxigénicos desarrollado por expertos españoles facilitaría el control de hongos en alimentos.


La mayoría de los mohos en los alimentos no son dañinos. No obstante, otros mohos, como lasmicotoxinas, pueden ser más peligrosos para la salud del consumidor, ya que contienen toxinas que se encuentran de igual manera en los alimentos y pueden causar reacciones adversas si se consumen. Los expertos califican las micotoxinas como compuestos extremadamente tóxicos, con efectos perjudiciales crónicos para la salud del consumidor.

El Grupo de Higiene y Seguridad Alimentaria de la Universidad de Extremadura (UEx) ha elaborado un protocolo de detección rápida y la cuantificación de mohos toxigénicos, productores de micotoxinas, en los alimentos. A día de hoy, las medidas preventivas para evitar la proliferación de mohos toxigénicos son el control de la temperatura, la humedad relativa y de las condiciones de almacenamiento. Con el control de estos tres parámetros se minimiza el crecimiento de manera notable. Además, en productos madurados, también se inoculan mohos no toxigénicos que inhiben a los toxigénicos como medida preventiva.

Detección rápida de mohos como medida más eficaz

El nuevo método actúa como un detector que se activa a través de una señal fluorescente

Además de estas medidas preventivas, los expertos indican que la industria alimentaria debe disponer también de técnicas de prevención rápidas, no solo en alimentos elaborados, sino también en materia prima y productos en proceso. Deben ser técnicas de detección rápidas y sensibles a la presencia de mohos toxigénicos y así proporcionar medidas correctoras con la misma rapidez.

Los métodos de detección actuales de estos patógenos se basan en el cultivo y el aislamiento de mohos en medios de cultivo cuyo problema es su lentitud y el gran trabajo que supone. Son métodos muy laboriosos que tardan alrededor de una semana en dar resultados.

Los científicos extremeños han diseñado unos nuevos protocolos que cuantifican el número de mohos productores de micotoxinas de manera sencilla y en un periodo de tiempo reducido, de dos a tres horas. El nuevo método utiliza cebadores de ADN que se unen de forma específica donde está el ADN del moho. Actúa como un detector que se activa mediante una señal fluorescente, de ahí que se pueda cuantificar.

Ventajas en el control sanitario

La rapidez con la que se obtienen los resultados permite adoptar medidas correctoras mucho más ágiles y eliminar así los mohos toxigénicos de las materias primas que resulten contaminadas. Esta nueva técnica repercute además en el control sanitario de la industria alimentaria, debido a la rapidez con la que se pueden tomar medidas y evitar las micotoxinas en el producto final.

Esta nueva aplicación supone también una oportunidad para la sostenibilidad de las empresas alimentarias. Ya son varias las grandes industrias con las que trabaja el Grupo de la UEx y que lo han implantado en su cadena de producción. Otras industrias más pequeñas también han solicitado este nuevo análisis, con lo que los investigadores del Servicio de Análisis e Innovación en Productos de Origen Animal (SiPA) de la UEx están muy satisfechos de los avances que conlleva su nuevo hallazgo.

Mohos, presentes en todos los alimentos

Aunque se asocien más a frutas o vegetales, los mohos pueden crecer en una gran variedad de alimentos, como carnes crudas o saladas, en cuyo procesado pueden haberse formado mohos. Por el contrario, las carnes y aves crudas están libres de mohos, pero pueden contaminarse. Las frutas a menudo están contaminadas por Penicillium italicum o P. digitatum, sobre todo, manzanas y cítricos. Otro grupo de alimentos que pueden contaminarse con frecuencia por moho son los frutos secos, en especial conAspergillus y, en concreto, A. flavus en cacahuetes o A. clavatus en cereales. En los quesos también se halla este moho, aunque destacan más los mohos beneficiosos que no tóxicos porque ayudan en el proceso de maduración y curación, como en el queso roquefort. En los huevos se forma una mancha puntiforme que indica la presencia de mohos, en la mayoría de los casos Cladosporium.

CÓMO EVITAR LOS MOHOS

Lavar el interior del frigorífico cada dos o tres meses y secarlo bien. En la mayoría de los casos, se forma moho de color negro que debe eliminarse, sobre todo en las gomas de la puerta.


No conservar los trapos o paños de cocina húmedos, sino tenderlos para secar cada vez que queden mojados.


Cubrir siempre los alimentos para evitar exponerlos a las esporas del aire, sobre todo, en el frigorífico. Nunca dejar un alimento a la intemperie dentro del frigorífico, no solo para prevenir los mohos, sino también para evitar su secado.


Los alimentos refrigerados deben consumirse antes de cinco días. Si se sobrepasa este tiempo, puede que se formen mohos que no percibe el ojo humano.


No oler nunca alimentos en los cuales se aprecien mohos, ya que su inhalación puede conllevar problemas respiratorios.

SQM, la agresión invisible


El escarabajo verde - 23 de marzo  
SQM, la agresión invisible

En España trescientas mil personas padecen sensibilidad química múltiple (SQM)
Algunos enfermos de SQM tienen que utilizar máscara para salir a la calle
Van apareciendo tratamientos a base de vitaminas y vacunas, pero la enfermedad es incurable.
EL ESCARABAJO VERDE 20.03.2012


¿Conoce a alguien que se siente fatal al oler perfumes, gasolina, insecticidas o productos de limpieza? En España trescientas mil personas padecen sensibilidad química múltiple (SQM). Y ni la sanidad pública la trata ni los médicos la conocen.


En “SQM, la agresión invisible“, el programa de medio ambiente de La 2 “El escarabajo verde”, plantea el debate sobre si el SQM tiene tratamiento o si la sanidad pública debe hacerse cargo de los enfermos. Visita a afectados y a médicos expertos en la enfermedad. Explica las limitaciones de estas personas y cómo han cogido la enfermedad, sus dificultades para sobrevivir y para pagar las costosas facturas. Cuenta cómo hacer frente a las consecuencias laborales y reclamar una pensión.


Algunos enfermos de SQM tienen que utilizar máscara para salir a la calle, unos pocos viven incluso confinados en una burbuja. La mayoría padece varias enfermedades a la vez. Son enfermos invisibles y el tratamiento es limitado. Lo más recomendado es alejarse de los focos que les provocan el malestar: salir de la ciudad, cambiar de casa o de muebles, comer ecológico, abandonar el uso de detergentes, insecticidas, colonias y perfumes. Evitar el transporte público. Poco a poco van apareciendo tratamientos a base de vitaminas y vacunas, pero la enfermedad es incurable.


Hay muy pocos médicos que traten la SQM, la mayoría solo la diagnostican. Sin embargo poco a poco se van formando expertos en la enfermedad capaces de dar un tratamiento para mejorar la calidad de vida de los afectados.


Un reportaje de Xavier Sitjà y Eduardo Laplaza


Imagen y sonido: Jordi Sánchez


Montaje: Guillem Durantes


El Escarabajo verde es el programa semanal de reportajes de medio ambiente de La 2 de TVE que dirige Mario de la Mano, produce Amelia Tabernero y presenta Elisabeth Anglarill.


Fuente: http://www.rtve.es/television/20120320/sqm-agresion-invisible/508686.shtml

¿Alergia a las nuevas tecnologías?



 Teléfonos móviles, computadores, redes inalámbricas y antenas satelitales de televisión son sólo algunos de los aparatos ante los que ciertas personas se sienten físicamente mal


EFE

Madrid / España.- La hipersensibilidad electromagnética, también llamada electrosensibilidad o alergia a las ondas electromagnéticas, es una enfermedad relativamente nueva que afecta a las personas más sensibles a esas ondas que emiten algunos aparatos en un radio amplio de distancia.

Según estudios recientes, esta dolencia afecta a una de cada mil personas, y en algunos países, como en Suecia, ya se considera un trastorno, mientras que en otros, los afectados aún luchan porque se les reconozca su enfermedad.

“El hecho de que afecte a una de cada mil personas indica que no es una enfermedad rara, es una enfermedad relativamente frecuente. Sin embargo, la OMS no ha declarado que la electrosensibilidad sea una enfermedad”.

“En medicina hay cierta tendencia a no meterse en temas no consolidados, y este aún no lo está, a pesar de que ya hay muchas personas afectadas”, explicó Joaquím Fernández Solá, médico consultor senior del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona.

Fernández es uno de los pocos médicos que diagnostican esta enfermedad en todo el mundo. Sus pacientes acuden a él con el fin de que encuentre una solución a su problema, sin embargo, hasta la fecha no existen investigaciones sobre esta dolencia y detectarla resulta complicado.

“Lo primero que hacemos es hacer un diagnóstico de caso, estudiamos los síntomas que presentan estas personas para saber si se trata de electrosensibilidad o de otro problema”, comentó.

Sintomatología del mal

Irritabilidad, insomnio, mareos, dolor de cabeza, pérdida de memoria, sensación de quemazón, picores, náuseas y palpitaciones son algunos de los síntomas que presentan los pacientes que sufren esta patología, que va camino de convertirse en uno de los grandes males del siglo XXI.

“Como en todas las enfermedades, hay grados. Hay gente que puede vivir con ello, que sólo necesita tomarse un analgésico para el dolor de cabeza, y hay otros incluso a los que la antena de la casa del vecino no les permite salir de casa a pasear”, contó.

Muchas de las personas que la sufren se ven obligadas a alterar su rutina. Algunas tienen que protegerse con mantas de las ondas electromagnéticas y otras no pueden salir a la calle y viven encerradas como ermitaños. Hacen lo que pueden para prevenir esta alergia, aunque resulta algo complicado ya que están rodeadas de aparatos tecnológicos: La antena de la casa de al lado, los celulares de la gente, los computadores en la oficina, el Wi-fi de las casas y comercios.

Las ondas envuelven las sociedades del siglo XXI como una tela de araña de la que es difícil escapar.

Cambios de rutina
Sobre el tratamiento inicial a la hipersensibilidad electromagnética, Joaquím Fernández Solá, médico consultor sénior del Servicio de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona (España), explicó: ”Lo principal es detectar de dónde proviene la emisión de ondas, si de un cable que va por la pared de detrás de la cama, o de la antena del vecino, o del Wi-fi del trabajo... Y luego intentar evitar las fuentes de exposición en la medida de lo posible“.

Las personas electrosensibles, explica, suelen ser “pacientes con sensibilidad química, que además no toleran los olores fuertes, ni los cambios bruscos de temperatura, por lo que en resumen resultan ser extremadamente sensibles a los cambios ambientales”, explicó Fernández.


http://eltiempo.com.ve/tiempo-libre/tecnologia/alergia-a-las-nuevas-tecnologias/47301