LA BASE PARA PONERSE BIEN (Doctor Martorell)
Dicha base fue el libro de medicina “Diagnóstico Etiológico”, 5ª edición. Escrito por Gregorio Marañón. Este libro fue traducido a 18 idiomas. A la Fibromialgia (FM) la llama Reumatismo Infeccioso Focal y sobre el aspecto tóxico lo titula síndrome tóxico.
Del libro se deduce que existe un defecto del sistema inmunitario que facilita la presencia de infecciones agudas y sobre todo crónicas (focos infecciosos crónicos). Estos se hallan en un 93 % de pacientes.
Se usa una vacuna polimicrobiana ayudada con antibióticos para eliminar los focos infecciosos crónicos.
El sistema antitóxico no funciona bien, deducido de Marañón (pg 400). En lo que comemos vienen mezclados conservantes y muchos otros productos. Todos actúan como tóxicos, una vez entrados en nuestro cuerpo.
Otros tóxicos provienen de los productos de desecho de cada una de las células vivas de las personas, de residuos de las células muertas, de la respiración de humos, olores, hedores, disolventes o polvos en suspensión y los tóxicos que crean hábito, todos los cuales intentamos evitar.
Si pintan en casa, la paciente debe desaparecer de ella, hasta que no se huela nada. El “casi nada” no vale.
Para los demás tóxicos utilizamos un régimen alimenticio, que es de protección hepática en el que intentamos comer el mínimo de productos añadidos por los fabricantes de química para la alimentación.
Puse bien una mujer de 60 años que padecía Fibromialgia (FM).
Algún año después, me llamó el marido porque su esposa no podía sentarse en la cama, vomitaba, padecía vértigos y dolor de cabeza intensos. Era invierno, hacía frío.
Al abrirme, olí a pintura y a barniz. El marido pintó el piso y barnizó unos muebles, con ventanas cerradas e intoxicó a su esposa.
Hice abrigar bien a la paciente, abrir todas las ventanas del piso y llamar una ambulancia que llevase la paciente a una pensión, reforcé el tratamiento y con la orden de no dejarla volver al piso, hasta que no se oliera nada, en absoluto. Se mantuvo éste con las ventanas bien abiertas día y noche sin parar. El marido no se encontraba bien por el ambiente que había creado.
La paciente se fue restableciendo en un par de semanas.
Yo me fui de allí lo más pronto que pude.
Imaginese vivir una vida de maravilla.
Reciba un cordial saludo.
Dr. Martorell Martorell. Reumatólogo.
Tf. 93 454 83 60. Barcelona. España.
martorell@drmartorell.com/
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