Con este título en la revista Artritis Rheum 1 se conjetura el posible padecimiento de una fibromialgia por la pintora mexicana Frida Kahlos. En las pinturas de Frida, se exhibe principalmente en sus retratos, la desnudez de su piel, sus labios , sus ojeras, sus corsés, y la sangre que sale de su cuerpo, en ellos se plasma el dolor, el sufrimiento, la angustia vital, y la disminución de la autoestima que exhiben en su mayoría los pacientes con fibromialgia. En 1920 la enfermedad era desconocida por la Medicina. Para dar explicación al generalizado que padecia, el cansancio, depresión, etc. se ofrecieron una gran variedad de diagnósticos. Enfermedades como la tuberculosis o la sífilis, fueron barajadas, la sometieron a múltiples pruebas y tratamientos durante largos periodos. tanto en México como en Estados Unidos, sin mejoría. Por ello Martínez-Lavín 1 piensa que Frida Khalo padecía de fibromialgia postraumática.
Setenta años después se establecieron las bases para el diagnóstico de la fibromialgia 2. El dolor crónico, generalizado que padeció Frida a raíz de un accidente, la escasa eficacia de los tratamientos, el cansancio ante mínimas actividades, las alteraciones del sueño, su sufrimiento psíquico por sus circunstancias personales, y como plasmó su dolor en sus telas, refuerzan esta impresión diagnóstica. En pinturas como “el cervatillo”” se esquematiza la localización del dolor mediante flechas y clavos con una distribución anatómica cercana a los criterios diagnósticos de la fibromialgia. O en su cuadro: la columna rota, se refleja el dolor en su cuerpo abierto, la columna resquebrajada, sus caderas se envuelven en una tela blanca al igual que en el sufrimiento cristiano de la Cruz de Jesucristo, una mirada fija y digna en donde se asoman unas lágrimas, pero sus rasgos faciales se niegan a llorar. Una inmensa y yerma llanura en el fondo traduce su sufrimiento físico y emocional.
En su trabajo como pintora se refleja sus emociones, angustias, y amor por la vida y la muerte. La mayoría de sus pinturas son autorretratos, ella dijo: “yo pinto autorretratos porque soy la persona que mejor conozco”, en ellos pinto mi propia realidad, sin el tamiz de cualquier otra consideración. Se le ha incluido entre los pintores surrealistas, alpintar sus sueños, pero Frida nunca lo fue, pintaba su propia realidad. Cuadros que remarcan su soledad, su cuerpo torturado, su visión del mundo, la tierra y la vida.
Su obra es ácida y tierna, dura como el acero y fina como el ala de una mariposa. Amable como una sonrisa y cruel como la amargura de la vida. El angustioso dolor y sufrimiento vital de muchas de las pacientes con fibromialgia, no creo haya sido mejor plasmado en una tela. Y es que, probablemente Frida Kahlo estuvo marcada por esta enfermedad, o al menos por la angustia vital, el dolor y la discapacidad que genera esta enfermedad en quien la padece.
Frida Khalos es actualmente una de las figuras más populares de las artes plásticas latinoamericanas y verdadero icono feminista y lésbico en los últimos años. Sobre ella se han escrito múltiples biografías: Raquel Tibol 3, Poniatowska 4, Hayden Herrera 5, Jean Marie Le Clezio, 6, Barbara Mujica 7, ó Andrea Kettenmann 7, Las versiones cinematográficas de Paul Leduc en los ochenta y más recientemente la de Julie Taymor, que protagonizó Salman Hayek; pero además documentales, conferencias, homenajes, festivales artísticos, exposiciones, y foros que intentan ofrecer nuevas luces sobre la controvertida vida de la artística.
En este artículo se hace una revisión sobre la vida y obra de Frida Khalos, al objeto de que el lect@r pueda hacerse una idea de la realidad del dolor y como se va instalando la enfermedad en ella. Con las diferencias, que el leyente habrá de salvar entre sus circunstancias personales y la de la pintora, la moraleja de la fábula de su vida, es que:
· Paradójicamente se puede averiguar que se puede aguantar más de lo que se cree.
· Y que lo más importante, a pesar de su sufrimiento, días amargos, dolor, e impedimento Frida fue una mujer llena de vida, ejemplo de fortaleza y perseverancia a seguir por quienes padecen de fibromialgia y fátiga crónica. Después de conocer la vida y obra de Frida Khalo, se recuperan las energías pérdidas, se siente una fuerza renovada y la necesidad de afrontar lo mejor posible nuestro día a día, con un objetivo: ser feliz. Por eso, mi querida paciente, si la vida parece empeñada en hacerte desgraciad@, ten la voluntad de no serlo, busca ayuda sí es preciso, y continua trabajando y viviendo para tu recuperación.
Bibliografía
1. Martínez-Lavín M, Amigo MC, Coindreau J, Canoso J. Fibromialgia in Frida Kahlo´s life and art. Arthritis Rheum 2000 Mar, 43(3):708-9.
1. Martínez-Lavín M, Amigo MC, Coindreau J, Canoso J. Fibromialgia in Frida Kahlo´s life and art. Arthritis Rheum 2000 Mar, 43(3):708-9.
4. Poniatowska Elena. Las siete cabritas. Txalaparta S.L. Barcelona. 2001.
5. Herrera, Hayden. Frida: Una biografía de Frida Khalo. Editorial Planeta. Barcelona. 2002.
6. Le Clezio, Jean Marie G. Diego y Frida. Ediciones temas de hoy S.A. Madrid. 2002.
7. Mujica, Barbara. Mi hermana Frdida. Plaza y Janes Editores S.A..Barcelona. 2003.
8. Kettenmann, Andrea. Frida Khalo (1907-1954): Dolor y Pasión. Taschen Benedikt. Alemania. 1999.
La enfermedad y el personaje
Frida Khalos nació el 6 de julio de 1907 en Coyoacán, México. Su madre era mexicana, su padre un judío alemán. No obstante ella se sentía orgullosa de sus raíces mexicanas y a menudo se vestía con el traje luminoso de tehuana. En 1913 sufrió un ataque de polio que le afecto la pierna derecha. En 1922 Asiste a la Escuela Preparatoria Nacional, siendo una de las 35 mujeres admitidas entre 2000 estudiantes. Conoce al famoso muralista Diego Rivera. El 17 de septiembre Khalo es gravemente herida en un accidente. Un tranvía choca contra el autobús en el que viajaba de regreso de la escuela para su casa. La barra del pasamanos le atraviesa la pelvis hasta salir por la vagina, se fractura la columna y la pelvis por tres sitios. Las heridas causadas en este accidente le hacen sufrir más de 31 operaciones durante su vida. Su convalecencia de cama en cama por las secuelas del accidente le llevó a pintar. Pintando se le pasaba el tiempo, y se convirtió en su salida emocional. Utilizaba un cabellete especial y un espejo atado al dosel de su cama. En esta época pinta su primer autorretrato (vestido de terciopelo), retrato oscuro, rígido, de estilo italiano.
En 1928 Khalo y Rivera se enamoran, aunque este es 21 años mayor que ella. Una unión que fue calificada por su madre como el casamiento entre un elefante y una paloma. Diego era gordo, barrigón, feo y mucho mayor que Frida, pero ella lo amaba y admiraba. Diego de Rivera era una persona infiel, frecuentemente tenía aventuras con otras mujeres, incluso llego a tenerla con Cristina Khalos, hermana de Frida. Esto fue causa de un estado de una fuerte depresión, ansiedad, estrés y sufrimiento de Frida. No obstante, Frida se desquito con frecuentes flirteos amorosos con otros hombres y mujeres. El más notable de sus amantes fue León Trosky, el gran revolucionario ruso, que paso temporadas en México con Frida y Diego durante su destierro. Otra de sus aventuras fue el fotógrafo Nicholas Muray durante su estancia en Nueva Cork. Entre sus amantes Ntasha Herman, a la que dedica una de sus cuadros.
En 1930 Frida se somete a un aborto, pues se teme por su vida.
En 1931 viaja con Rivera a San Francisco, Nueva York y Detroit junto a Rivera, que tenia encargos en estas ciudades. En San Francisco conoce al Dr. Leo Eloesser, que se convirtió en su consejero médico y amigo de por vida, a él le dedica este cuadro. Mientras vive en Detroit, es hospitalizada por una gran hemorragia provocada por un aborto espontáneo. Su infertilidad le marcara, pues para ella la madre es lo tangible, ser madre es el centro de todo, la matriz, el mar, la tempestad, nebulosa y ser mujer. Su frustración por ser madre, es sublimada por su amor a los animales (monos, perros, gatos) y plantas, que a menudo ocupan un lugar destacado en sus cuadros.
En 1931 viaja con Rivera a San Francisco, Nueva York y Detroit junto a Rivera, que tenia encargos en estas ciudades. En San Francisco conoce al Dr. Leo Eloesser, que se convirtió en su consejero médico y amigo de por vida, a él le dedica este cuadro. Mientras vive en Detroit, es hospitalizada por una gran hemorragia provocada por un aborto espontáneo. Su infertilidad le marcara, pues para ella la madre es lo tangible, ser madre es el centro de todo, la matriz, el mar, la tempestad, nebulosa y ser mujer. Su frustración por ser madre, es sublimada por su amor a los animales (monos, perros, gatos) y plantas, que a menudo ocupan un lugar destacado en sus cuadros.
Vuelve a México, para acompañar a su madre en los últimos días de vida como consecuencia de un cáncer de mama. Durante 1934 le intervienen en tres ocasiones y entre ellas tiene un nuevo aborto.
En 1935 se separa de Rivera, y viaja a Nueva York. En ese mismo año es intervenida del pie, tarda unos 6 meses en recuperarse. Sufre de intensos dolores en la columna, que mitiga con morfina. En 1936 vuelven a operarla del pie por una ulcera que termino en gangrena y la amputación del mismo. Ella llego a decir en su diario personal: “Pies para que os quiero, si tengo alas para volar”.
En 1938 conoce a André Bretón, surrealista francés. Realiza su primera exposición en la Galería Julián Levi de Nueva York, Breton escribiría la introducción del catalogo, llegando a ser uno de sus amantes. Sus devaneos y amoríos fueron llevados a cabo sin barreras ni limitaciones, su vida también fue ocupada con tequilas, amantes y otras tormentas afectivas.
En 1939 viaja a París. El Louvre compra su autorretrato: El Marco. Vuelve a tener terribles dolores. En 1940 en plena crisis matrimonial se divorcia de Rivera, al poco tiempo después, pinta las dos Fridas, un autorretrato constituido por dos personalidades. La parte de su personalidad adorada y amada por Diego de Rivera es la Frida mexicana con traje de Tehuana, la otra Frida está ataviada con un vestido más bien europeo. Los corazones de ambas están al desnudo y se mantiene unidos por medio de una única arteria. La parte europea de Frida Khalo, despreciada, amenaza con desangrarse.
Viaja a San Francisco para recibir tratamiento médico del Dr. Eloesser. El dolor se hacía insufrible y le llevo a tener ideas suicidas, le preocupaba la muerte. Sus pinturas reflejan la depresión, esqueletos imágenes con las cicatrices en su columna vertebral y el corse.
Participa en varias exposiciones. Se vuelve a casar con Rivera (Pensando en Diego). Su salud continúa deteriorándose, a pesar de las múltiples intervenciones y tratamientos. En 1946 lleva un corsé de acero durante ocho meses (La columna rota). Frida Khalos desarrollo un lenguaje pictórico propio. Aún cuando muchos de sus trabajos contienen elementos fantásticos y surreales, no deben de identificar como surrealistas, pues en ninguno de ellos se desprendió por completo de la realidad.
Muchas de sus obras maestras se pintan durante este periodo. En abril de 1953 Lola Álvarez Bravo organiza una exposición individual de Khalo en la Galería de Arte Contemporáneo de la ciudad de México. En agosto le amputan la pierna derecha por debajo de la rodilla, para frenar la gangrena. Muere el 13 de julio de 1954 de una bronconeumonia.
FUENTE: http://www.doctorponce.com/modules.php?name=Sections&op=printpage&artid=26
ENTIENDO CLARAMENTE EL DOLOR QUE VIVIA FRIDA..............ALGO QUE SIEMPRE ESTA CON NOSOTROS EL DOLOR INSOPORTABLE PERO QUE VIVE PARA SIEMPRE EN NUESTRO CUERPO.
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