Ginebra. La ONU logró ayer sellar la primera convención para controlar las emisiones de mercurio, una sustancia altamente tóxica y que está presente en artículos de uso diario y en numerosos procesos químicos e industriales, así como en la minería artesanal de oro. Es el primer tratado ambiental vinculante firmado en 20 años. Desde 2020 se prohíbe la venta de varios productos, como pilas y lámparas.
Se trata del primer tratado ambiental vinculante logrado a nivel mundial desde el Protocolo de Kioto rubricado con el objetivo de reducir los gases de efecto invernadero.
“Es necesario afrontar el problema de las emisiones descontroladas. Estamos dejando un terrible legado porque el mercurio se acumula y puede viajar a través de las corrientes de aire miles de kilómetros”, declaró el director del Programa de la ONU para el Medio Ambiente, Achim Steiner.
El mercurio provoca graves problemas de salud, como daños permanentes en el cerebro, riñones y sistema digestivo, pero su impacto es aún más agudo en fetos, bebés y niños, pues el metal atraviesa la placenta y pasa a la leche materna.
La convención es una combinación de medidas de obligatorio cumplimiento por parte de los gobiernos y otras de carácter voluntario, con las que se intenta atajar el acelerado incremento de las emisiones de mercurio a la atmósfera, mares y ríos, donde es absorbido por los peces y pasan así a la cadena alimenticia que culmina en el ser humano.
Según lo acordado, para 2020 quedará totalmente prohibida la producción, importación y exportación de pilas, interruptores, ciertos tipos de lámparas fluorescentes compactas, jabones y cosmético, como también termómetros y tensiómetros que tienen este metal.
Las excepciones más notorias a esa regla son las vacunas, donde el mercurio sirve de preservante; y cuando esta sustancia es utilizada en prácticas tradicionales y religiosas, entre las que figuran la santería, el espiritismo y el hinduismo.
Sin una fecha específica, la convención establece que los países irán eliminando gradualmente el mercurio de los amalgamas dentales, un paso que fue saludado por organizaciones que trabajan en este sentido.
“Es un reconocimiento de que hay amalgamas sin mercurio que son asequibles y efectivos”, reaccionó la Alianza Mundial para una Odontología Libre de Mercurio.
Otra medida concreta indica que en 15 años quedará definitivamente prohibida la extracción de mercurio, al igual que su venta a otro país, con lo cual los países que poseen reservas de esta sustancia no podrán comercializarlas en el mercado internacional. Por el contrario, quedarán obligados a almacenar de manera segura esos desechos tóxicos.
Insuficiente. Sin embargo, la convención no es considerada suficientemente fuerte en las dos actividades económicas que más emisiones de mercurio generan (las dos terceras partes entre ambas): la minería artesanal de oro y la combustión de carbón en plantas de generación eléctrica.
Varias asociaciones y organizaciones científicas lamentaron la ausencia de objetivos claros y el “débil lenguaje” cuando el texto aborda las emisiones de mercurio de la minería informal de oro, practicada en 70 países, y de las plantas termoeléctricas de carbón, la principal fuente de energía en Asia.
“No se ha partido de la realidad científica, sino de la defensa de los intereses económicos. Una sustancia que puede trasladarse de un medio a otro, aumentando cada vez más su concentración, debería simplemente ser reducida y controlada suficientemente”, opinó el director del Centro de Análisis y Acción sobre Tóxicos y sus Alternativas, el mejicano Fernando Bejarano.
La ceremonia de suscripción de la convención tendrá lugar en octubre en la ciudad japonesa de Minamata.
Allí ocurrió la mayor intoxicación con mercurio de la historia, en 1956. Murieron 1.700 personas, y otras miles quedaron gravemente enfermas o con discapacidades permanentes. Para que entre en vigor, 50 países tendrán que suscribir y ratificar la convención. Esperan lograrlo en tres o cuatro años.
Contaminación
Emisiones. Las emisiones de mercurio tocaron techo en los 70’, pero desde 2000 se han estabilizado. El 40 por ciento de las emisiones ocurren en el sudeste asiático.
Toneladas. Un informe de la ONU calcula que se emiten al año 1.960 toneladas de mercurio por actividades humanas. Mil toneladas acaban en el mar. 475 proceden de procesos industriales para quemar carbón y generar energía. La minería de oro también demanda este metal.
Cinabrio. El mercurio se obtiene de un mineral llamado cinabrio.
http://www.empresalud.com.ar/nota/onu-logra-acuerdo-mundial-para-frenar-el-uso-del-toxico-mercurio
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