Hace años se decía que el mejor amigo de la mujer era su perfume... hoy esto ha cambiado para muchas mujeres, mujeres que padecemos las denominadas Enfermedades de Sensibilización Central y que para nosotras el perfume se ha convertido en uno de nuestros peores enemigos...
Pero no sólo el perfume, sinó todo aquello que lleve en su composición químicos y tóxicos que potencian el aroma y hacen que actualmente TODO HUELA...
Atrás quedaron los aromas naturales de la tierra mojada, del césped recién cortado, de los jazmines en flor... hoy todo se ha sustituido por ambientadores y aromatizadores que intentan simular lo natural, pero que por desgracia lo hacen a base de utilizar compuestos químicos que imiten a la Naturaleza aunque para ello estén destrozando la propia Naturaleza...
Para l@s enfermos de SQM es todo un reto vivir en éste mundo... el simple hecho de respirar se vuelve para nosotr@s un atentado diario contra nuestro cuerpo... a pesar de utilizar mascarillas especiales siempre se "cuela" algo cuando caminas por una calle o entras a algún establecimiento (que por cierto ahora está de moda poner esencias de vainilla que "animan" a comprar, pero que a nosotr@s por el contrario nos "echan" a veces sin llegar a traspasar el portal pues el aroma es tan intenso que llega al exterior y atraviesa nuestra máscara...) y después de hacer el esfuerzo de salir para comprar alguna cosa, vuelves a casa sin nada y con el cuerpo destrozado por todo lo que hemos encontrado en el ambiente...
Es muy difícil vivir así... es penoso tener que aguantar las miradas y que te señalen con el dedo (aunque digamos que no nos importa)... es muy duro aguantar el calor sofocante del verano detrás de la mascarilla y no poder sentir en el rostro ni la más mínima ráfaga de aire que nos alivie el calor asfixiante que pasamos... ni siquiera el abanico tan español puede refrescarnos dentro de nuestra burbuja... pero si queremos salir tenemos que sufrir, por lo menos mientras nuestro cuerpo consiga superar las crisis que nos producen éstas salidas... es muy duro pensar que puede llegar el día en que a pesar de todas nuestras precauciones y las barreras que utilizamos no podamos salir para NADA...
Volviendo a los aromas naturales, es en plena naturaleza y lejos de toda contaminación donde podemos "respirar tranquilos" (siempre que no vengan a fumigarnos, claro) y en ese espacio limpio volvemos a oler a Romero y a Lavanda, a Tomillo y a Jazmín, podemos sentir de nuevo esos aromas que no nos hacen daño pues nacen de la tierra y no hay nada alrededor que los modifique... es entonces cuando nuestro rostro se libera de la máscara y vuelve a sentir el aire fresco, vuelve a sentir la mezcla de tierra, agua y árboles y por la mañana temprano el rocío que le lava la cara a todas las plantas para mostrarnos toda su belleza y aroma cuando nos acerquemos a ellas...
El mejor amigo de la mujer siempre ha sido la Naturaleza en su estado puro...
Chary
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