sábado, 21 de julio de 2012

Cosmética Tóxica




[Por Celina Monserrat Rodríguez Cerón, estudiante de Administración, Campus Virtual]



La piel es el órgano más extenso del organismo. Y es lo que protege el organismo. Razón por la que las dos mil millones de células que la componen se renuevan de forma continua. Si la cubrimos con crema o pintura que no deja pasar el aire o bien con productos tóxicos pasa a nuestro organismo, podemos sufrir consecuencias. Toda sustancias que entra en contacto con nuestra piel, tarda 15 minutos en llegar a la sangre.

Ingredientes que se utilizan para crear la cosmética

* Emulgentes: unir líquido y aceites o grasas

* Antioxidantes: impiden el deterioro en contacto con el aire

* Gelificantes: textura y cremosidad

* Conservadores: impiden el deterioro temporal

* Bactericidas: desinfectan el medio para que no se formen hongos

Actualmente existen más de 6.000 componentes químicos que están permitidos y no controlados. No solo exponemos a nuestro cuerpo a sufrir alergias, eczemas o asma, también nos arriesgamos a sufrir problemas de pigmentación, hormonales, cáncer e incluso daños genéticos a futuros bebés. Las grandes marcas de cosmética que buscan maximizar beneficios y minimizar la inversión, optan por crear de sustancias que no son beneficiosas para la piel.

* Agentes químicos que hinchan la piel haciendo desaparecer pequeñas arrugas, a largo plazo las células se expanden y el tejido decae, adopta flacidez y reaccionamos poniéndonos más producto, porque ya no podemos vivir sin él.

* Agentes que decoloran como el “ammonium” nos pueden crear un efecto óptico de piel joven y fresca cuando en realidad las disfunciones en la pigmentación ayudan a la creación de pequeñas heridas y fotosensibilización aguda.

* Agentes que aparentan hidratación como los aceites minerales, bloquean la barrera natural de la epidermis, resecando y en consecuencia ayudando a agrietarse. Solo es un aparente efecto hidratante, creando problemas de acné, irritación crónica o alergias.

Ingredientes de lo más peligroso

1. Lauril Sulfato de Sodio. Usado como agente limpiador para hacer los productos espumosos y burbujeantes, es un contaminante que puede causar cáncer. Búscalo en las etiquetas también como Sulfato de Sodio Laureth.

2. Triclosán. Utilizado en desodorantes, antitranspirantes, limpiadores, antibacteriales y desinfectantes de manos, se sospecha que interfiere con las funciones hormonales.

3. Formaldehídos. Usados como conservadores en cosméticos, son tóxicos y se han reconocido como carcinógenos. Búscalos como DMDM Hidantoína, Diazolidinil Urea, Urea Imidazolidinil, Metenamina, Quarternium 15 e Hidroximetilglicinato de Sodio.

4. Parabenos. Utilizados como conservadores en cosméticos. Se sospecha que interfieren en las funciones hormonales. Busca ingredientes que terminen en “parabeno”.

5. Compuestos de Polietilenglicol (PEG). Utilizados en los cosméticos de bases cremosas. Pueden interferir en tu desarrollo físico y dañar el sistema nervioso. Busca ingredientes con las letras “etil” o “glicol”.

6. Butilhidroxianisol (BHA) y Butilhidroxitolueno (BHT). Son conservadores y antioxidantes utilizados principalmente en maquillajes y cremas humectantes. El BHA es tóxico para el sistema inmunológico y un posible carcinógeno. El BHT puede ser tóxico para el sistema inmunológico, piel, pulmones e hígado. Ambas pueden causar reacciones alérgicas, interferir con las funciones hormonales y favorecer el crecimiento de tumores.

7. Pfenilendiamina. Colorantes usados en tintes para el cabello y aparecen en la etiqueta del producto como colores “CI” seguidos de un número de cinco dígitos. Son cancerígenos.

8. Dietanolamina (DEA, MEA o TEA). Químicos utilizados para hacer los productos más cremosos o espumosos. Irritan la piel y ojos, pueden ser tóxicos para los sistemas inmunitario y nervioso, y pueden reaccionar con otros ingredientes formando tóxicos cancerígenos.

9. Ftalato de Dibutilo. Usado principalmente en productos para uñas y en perfumes, en experimentos de laboratorio se demuestra que aunque no es un cancerígeno por sí solo, puede aumentar la capacidad de otros químicos de causar mutaciones genéticas e interferir con la función de las hormonas causando problemas reproductivos y de desarrollo.

10. Siloxanos. Usados en los cosméticos para suavizarlos, ablandarlos y humedecerlos, se sospecha que interfieren con funciones hormonales y causan toxicidad en el hígado. Búscalos como Ciclometicona e ingredientes que terminan en “siloxano” como Cyclotetrasiloxano.

En la siguiente web se puede encontrar información acerca del grado de peligrosidad de cada ingrediente: http://www.biodizionario.it/biodizio.php

A tener cuidado con lo que nos ponemos, por querer vernos más “bellas” puede salirnos peor, no sólo estética, sino a nuestra salud.

Fuentes:

http://www.ecotendencia.com

PODEMOS ELIMINAR RESIDUOS TÓXICOS DE FRUTAS Y VERDURAS



Nuestras frutas y verduras del supermercado también contienen residuos de pesticidas y plaguicidas. ¿Cómo podemos eliminar las sustancias tóxicas presentes en frutas y vegetales? Aunque existen en el mercado algunos productos para eliminar restos de pesticidas, herbicidas y plaguicidas enalimentos, aún no está completamente demostrada su eficacia.

Algunos agrotóxicos son persistentes y pueden permanecer largos períodos en el ambiente antes de desintegrarse, acumulándose así en los tejidos de la mayoría de los organismos vivos cuando estos respiran, ingieren alimentos o beben líquidos.

Hay agrotóxicos persistentes que pueden viajar rápidamente largas distancias arrastrados por el viento y el agua, produciendo intoxicaciones a grandes distancias de donde fueron aplicados.

Consejos para eliminar restos de plaguicidas en frutas y verduras

Aunque no podemos eliminar completamente los residuos, lavar frutas y vegetales bajo el chorro del agua corriente ayuda a eliminar más residuos que sólo remojarlos en un recipiente. El agua corriente tiene un efecto abrasivo. Aunque no es un método 100% eficaz en remover los residuos de pesticidas.

Nunca lave frutas y verduras con detergentes, jabones o lavaplatos. 
Pueden causar efectos nocivos a su salud. 

El pelar o cepillar alimentos como las papas con un cepillo limpio de cerdas o hebras firmes, o frotar frutas suaves como duraznos bajo agua corriente es una de las mejores formas de de eliminar residuos algunos alimentos como frutas y verduras.

Sin embargo, los residuos de pesticidas se adhieren más a las frutas que tienen cáscaras cerosas o cáscaras suaves. Si los alimentos fueron tratados con parafinas o ceras, es posible que algunos residuos de pesticidas queden atrapados debajo de estas substancias, por ejemplo: las manzanas.

El remover o pelar la cáscara de las frutas y los vegetales también ayuda a disminuir en parte los residuos de pesticidas. Deseche las hojas que envuelven ciertos vegetales, como por ejemplo la lechuga y la coliflor. Existe la creencia popular que cocinar y hornear los vegetales también reduce algunos residuos de pesticidas, pero no es así y la mayoría de las frutas y verduras se consumen crudas.

Tóxicos también dentro de los Alimentos

Actualmente, los avances en biotecnología y la modificación genética de los alimentos (Transgénicos) incorpora también los pesticidas directamente en la genética de la semilla, insertándolos en el ADN de la planta, siendo alteradas las características de herencia y estabilidad originales. 

Por ejemplo, las plantas Bt-plaguicidas denominadas también como plantas Bt con protectantes incorporados (Bt Plants-Incorporated Protectans) se pueden encontrar en los tejidos del vegetal (hoja, raíz, polen, semilla y planta completa). Y estos componentes se transmiten a través del consumo del alimento al ser humano.
Las compañías de biotecnología nos aseguraban que la toxina insecticida presente en los cultivos Bt era inofensiva para los seres humanos y que se disolvía en nuestro sistema digestivo. Hoy sabemos que eso no es cierto.

Doctores en el hospital universitario de Sherbrooke en Quebec, Canadá, hallaron la toxina Bt en la sangre de mujeres embarazadas y sus fetos, al igual que en mujeres no embarazadas. Específicamente, el estudio encontró la toxina en 93% de 30 mujeres embarazadas, y en la sangre umbilical de 80% de los fetos, y 67% de 39 mujeres no embarazadas.

Con respecto a los efectos adversos de estas tóxinas hay varios estudios de análisis en proceso, pero ya existen antecedentes de un estudio que demostraría que las dosis bajas de CryA1b biopesticida Bt, así como el conocido herbicida glifosato, "Roundup", dañaría a las células humanas de riñón entre otros efectos adversos. 

La Campaña de la DOCENA SUCIA 

 

La famosa Docena Sucia fue concebida como un instrumento de educación popular sobre el riesgos del uso indiscriminado de plaguicidas, enfoca la atención sobre doce plaguicidas considerados extremadamente peligrosos. Desde el año 1985, PAN (Pesticides Action Network) están trabajando con sus cinco oficinas regionales: Asia, Africa, América Latina, Norte América y Europa, para apoyar e informar sobre los peligros del uso y consumo de plaguicidas en el mundo.

Evitar frutas y verduras más contaminadas

Aunque el siguiente listado varia según la región o País y cambia cada año, aquí hay una lista de alimentos que frecuentemente aparecen como los más contaminados, ya sea con insecticidas, pesticidas, fungicidas o herbicidas.

El grupo Environmental Working Group determinó que evitando las frutas y verduras más contaminadas (sucias) con agrotóxicos se puede reducir la cantidad de pesticidas ingerida y aún más, en casi un 80%, si opta por el consumo de frutas y vegetales orgánicos, idealmente certificados.

Verduras y Frutas MAS Sucias

Duraznos
Frutillas (Fresas)
Manzanas
Nectarines
Guindas (Cerezas)
Uvas
Acelgas
Espinacas
Repollo y Brocoli (col rizada, col verde, col de bruselas)
Apio
Pimentones (Pimientos dulces)
Choclo (Maiz)
Papas (Patatas)
Lechuga
Tomate

En general aquellos vegetales y frutas a las cuales se les puede quitar su cascara o piel externa son los que presentan en general menores niveles de pesticidas de uso externo. Pero advertimos que es necesario informarse de los alimentos con pesticidas incorporados conocidos como "Protectantes Incorporados".

Verduras y Frutas MENOS Sucias

Cebollas
Palta (Aguacates)
Alverjas (Chícharo dulce)
Espárragos
Berenjenas
Kiwis
Piñas (Ánana)
Mango
Melón cantaloup
Sandía
Pomelos (Toronja)
Camote

¿Lavar los alimentos remueve los pesticidas?

Todas las frutas y verduras, aunque sean orgánicas siempre deben ser lavadas antes de consumirlas. Es importante recordar que la mayoria de los plaguicidas se encuentran en la superficie de los alimentos, pero otros plaguicidas (sistémicos) pueden ser absorbidas a través de las raíces y en la planta y no se pueden eliminar.

Alimentos con más residuos de Pesticidas y Residuos Tóxicos en Chile

En Chile, la organización RAP-CHILE promueve la conservación del ambiente, la agricultura sustentable y la reducción y eliminación del uso de agrotóxicos. Con un accionar constante y responsable entregan completa información sobre los peligrosos efectos del uso de productos tóxicos en los alimentos.


Destacamos algunos de los resultados obtenidos en uno de los estudios realizado y publicado por RAP-AL (Septiembre, 2008). No encontramos estudios actualizados para el año 2012, pero los volvemos a publicar como una "Guía de Referencia" al momento de elegir sus alimentos: 

Acelga: Tres plaguicidas sobrepasaron la norma.
Metamidofós, cuyo LMR es 0,01mg/kg, se detectó una cifra máxima de 23,86 mg/kg. 

Lechuga: Siete plaguicidas sobrepasaron la norma.
Metamidofós, cuyo LMR es 0,05 mg/kg, se detectó una cifra máxima de 10,83 mg/kg. Carbendazim, cuyo LMR es de 0,05 mg/kg, se detectó una cifra máxima de 5,95 mg/kg. 

Espinaca: Cuatro plaguicidas por sobre la norma.
Metamidofós, cuyo LMR es 0,05 mg/kg, se detectó una cifra máxima de 3,94 mg/kg. Carbendazim, cuyo LMR es de 0,1 mg/kg, se detectó una cifra máxima de 6,57 mg/kg.

Repollo: Dos plaguicidas sobrepasaron la norma.
Metamidofós, cuyo LMR es 0,01 mg/kg, se detectó una cifra máxima de 0,62 mg/kg. Carbendazim, cuyo LMR es de 0,1 mg/kg, se detectó una cifra máxima de 0,40 mg/kg. 

Tomate: Cuatro plaguicidas por sobre la norma.
Metamidofós, cuyo LMR es 0,01 mg/kg, se detectó una cifra máxima de 0,24 mg/kg. 

Pimiento: Diez plaguicidas por sobre la norma.
Metomil, cuya MLR es 0,05 mg/kg, y se detectó una cifra máxima de 2,38 mg/kg.
Metamidofós, cuyo LMR es 0,01 mg/kg, se detectó una cifra máxima de 1,8 mg/kg.
Imidacloprid, con un LMR de 0,01 mg/kg, se encontró una cifra máxima de 0,96 mg/kg. 

Frambuesa: Un plaguicida.
Carbendazim, con un LMR de 0,1 mg/kg, se encontró una cifra máxima de 0,27 mg/kg. 

Frutilla: Tres plaguicidas por sobre la norma.
Metomil, cuya MLR es 0,05 mg/kg, se detectó una cifra máxima de 0,55 mg/kg. Además, carbendazim con LMR 0,1 mg/kg, con una cifra máxima de 0,14 mg/kg. 

Manzana: Cinco plaguicidas sobre la norma.
Carbendazim, con LMR 0,2 mg/kg, se encontró una cifra máxima de 0,45 mg/kg. 

Durazno: Cinco plaguicidas sobre la norma.
Iprodione, con LMR 3 mg/kg, se encontró una cifra máxima de 9,2 mg/kg. También, metamidofós, cuyo LMR es 0,05 mg/kg, se encontró una cifra máxima de 0,17 mg/kg. Carbendazim, con un LMR de 0, 5 mg/kg, se encontró un máximo de 1,62. 

Uva de mesa: Cuatro plaguicidas sobre la norma.
Carbaril, con LMR 0,05 mg/kg, se encontró una cifra máxima de 0,26 mg/kg. También, metomil, cuyo LMR es 0,05 mg/kg, se encontró una cifra máxima de 0,14 mg/kg. 

*(LMR) Límite Máximo de Residuos de la Unión Europea, en todas las muestras analizadas se encontraron valores por sobre la norm.

Para sentirte bien, desintoxícate

16 julio 2012



La clave de la vitalidad un cuerpo libre de tóxicos.

El secreto de la vitalidad es un cuerpo libre de toxinas, impurezas y substancias nocivas que literalmente te envenenan diariamente.

Sólo en los últimos 40 años se han descubierto más de 60,000 nuevas substancias químicas que pueden contaminar nuestro entorno y nuestro organismo.

Aunque algunos de estos tóxicos son los pesticidas y aditivos que se utilizan en los alimentos, las toxinas no llegan a nuestro cuerpo solamente a través de los alimentos, también están en el aire, en el agua y hasta en el mismo cuerpo, que produce substancias tóxicas cuando está sometido a mucho estrés. Algunos de los síntomas de que tu cuerpo está intoxicado son:

*Te sientes sin fuerzas ni energias y esto se ha vuelto tu estado “normal”.

*Tienes problemas de insomnio y te levantas hecha polvo.

*Te duele la cabeza a menudo.

*Se han agudizado las molestías premestruales.

* Tienes molestías digestivas como gases o constipación crónica.

Una alimentación adecuada y una depuración del intestino son la clave para cualquier desintoxicación. Sin llegar a los extremos del ayuno, que es muy efectivo, tu puedes aliviar a tu cuerpo de un gran peso con tan solo eliminar la comida rápida de dieta, beber dos litros de agua diarios. Así tu cuerpo, en lugar de lidiar con los químicos de la comida chatarra, usa esa energía para depurarse.
Be Sociable, Share!

Comida envenenada




16/07/2012


Por Silvia Ribeiro*, La Jornada, 14 de julio de 2012

Mientras que los alimentos sanos y sin tóxicos hay que etiquetarlos –y nos hacen pagar caro por ello– los que son rociados con veneno pasan por normales y no es preciso declararlo en ninguna etiqueta.

Así se venden los alimentos producidos con agrotóxicos (eufemísticamente llamados agroquímicos para hacerlos parecer más neutrales y que no protestemos). ¿Quién se beneficia de este engaño al público, de este atropello a la salud y al ambiente, de esquilmar dinero público a gran escala por los costos de contaminación y enfermedades? Las 10 trasnacionales que controlan 90 por ciento de la venta de agrotóxicos a nivel mundial, de las cuales Syngenta, Bayer, Basf, Monsanto, Dow y DuPont son las mayores. ¿Suenan conocidas? Claro, son exactamente las mismas que controlan ciento por ciento de las semillas transgénicas. No es casualidad: ellas crearon los transgénicos para vender más veneno.

Los transgénicos son un ejemplo paradigmático de esta estafa al público: más de 80 por ciento son manipulados para tolerar mayor uso de agrotóxicos, para que todo alrededor de la planta muera, pero que la planta transgénica siga viva luego del baño intensivo de veneno. Que no sólo queda en la tierra y el agua: también deja un alto contenido de tóxicos en la comida que se elabora con ellos. En la mayoría de los países que cultivan soya transgénica, tuvieron que cambiar las leyes de salud para aumentar hasta 200 veces el nivel de residuos de agrotóxicos permitidos en alimentos, de lo contrario serían alimentos ilegales por ser un riesgo para la salud.

El cultivo de transgénicos ha significado el mayor uso del herbicida glifosato en la historia de la agricultura. Como su uso es tan intenso, ha provocado resistencia en las hierbas que dice combatir, encontrándose más de 20 hierbas invasoras que ahora son totalmente inmunes al glifosato. Por eso, las empresas venden el producto cada vez más concentrado, le agregan surfactantes y otros químicos para que penetre mejor (convirtiendo al glifosato, que la industria afirma es moderadamente tóxico, en un veneno de alto poder). Pero ante la ineficacia en aumento, están regando venenos aún más tóxicos en los cultivos (como endosulfán, atrazina, dicamba y el famoso 2, 4 D que es un componente del arma química Agente Naranja). Ahora las empresas van por maíz y soya transgénica resistente a dicamba y 2,4 D, lo cual aumentará más su uso. Como los transgénicos se plantan en grandes áreas, los agrotóxicos se aplican frecuentemente por fumigación área, afectando extensas áreas aledañas y poblaciones cercanas.

En Argentina, tercer productor mundial de transgénicos, se han comenzado a organizar los pueblos de varias provincias contra la fumigación área de las zonas de cultivos transgénicos, situación relacionada al aumento de casos de cáncer y diversas alergias y enfermedades graves, incluyendo deformación de neonatos.

Mientras que en ese país se realizó recientemente el primer juicio contra la fumigación de soya transgénica en Ituzaingó, Córdoba, por las enfermedades y contaminación que se han demostrado, en México se acaba de autorizar la siembra comercial de 235 mil 500 hectáreas de ese cultivo en varios estados de la península de Yucatán, en Chiapas y la región huasteca, condenando a muerte la producción de miel orgánica y el sustento de más de 40 mil familias. A esto se suma la aprobación de nuevas pruebas a campo abierto de maíz transgénico en estados del norte, continuando el ataque contra el maíz campesino en su centro de origen.

Además de los daños directos sobre productores, abejas, polinización, biodiversidad y suelos, la siembra masiva de transgénicos en la península de Yucatán, debido a sus particulares suelos porosos y sistemas cársticos, llevará a la rápida contaminación de los acuíferos y sistemas subterráneos, por lo que toda la población de la península está directamente amenazada de contaminación.

Por estos impactos tan graves y otros, la liberación de soya transgénica tuvo dictamen negativo por parte de Conabio, Ine y Conanp, instituciones oficiales que deben participar por ley en el proceso de decisión. Pero a contrapelo de abundantes datos y estos dictámenes, fue igual aprobada su liberación. Greenpeace presentó una demanda contra los funcionarios responsables y varias organizaciones de apicultores y campesinos se ampararon contra esta decisión, a todas luces injusta e ilegal. Una decisión contra la salud, la biodiversidad y la economía de la población, solamente para favorecer a una transnacional y unos cuantos industriales.

Este modelo agropecuario basado en agrotóxicos –del cual los transgénicos son su máximo exponente–, el papel de las seis corporaciones que lo detentan, la complicidad de los gobiernos y las muertes y violencia que han generado, fueron presentados a una sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos en Bangalore, India, en diciembre 2011. El veredicto concluyó, entre otros puntos, que se trata de un modelo que implica una clara injusticia global, donde seis trasnacionales son responsables por la violación sistemática y ampliamente difundida del derecho a la salud y a la vida, de los derechos económicos, sociales y culturales, así como de otros derechos políticos y civiles, y de las mujeres y los niños.

Para justificar los agrotóxicos nos dijeron que eran para alimentar al mundo, igual que con los transgénicos. Hay más hambrientos que nunca y millones de niños nacen a un futuro tóxico. Pero la mentira está al descubierto y la resistencia sigue creciendo.

*Investigadora del Grupo ETC



http://viaorganica.org/comida-envenenada/