lunes, 22 de noviembre de 2010

Consumismo-medicamentoso

Publicado por Miguel Jara el 4 de noviembre de 2010

Hace unos días uno de los médicos colaboradores habituales de este blog, Josep M. escribía un comentario que no tiene desperdicio. El galeno animaba a otro comentarista a buscar los diez fármacos que han facturado más en nuestro país (top ten) o en Europa o en el mundo durante el año 2009 y que por supuesto, han dado más beneficios a sus fabricantes, y después de revisarlos, decía

“dígame usted cuántas vidas han salvado, e incluso cuantas vidas se perderían si se dejasen de administrar. Estudie también si habían alternativas previas con la misma efectividad y mucho más baratas (fármacos me too -los denominados Yo también, es decir medicamentos que se patentan como si fueran nuevos cuando en realidad no aportan novedad terapéutica alguna, casi todos los patentados durante los últimos años). Si aún le quedan dudas, puede hacer el mismo experimento con los años anteriores. Cuando lo sepa, contésteme”.

Bueno pues los fármacos más vendidos durante los dos años tanto en Cataluña como en España son:

Plavix, Spiriva, Lyrica, Iscover, Cardyl, Actonel, Xalatan, Seretide, Cardyl y Exetrol.

Seguramente a muchos de ustedes apenas les sonará alguno de estos productos. No es trascendente. Lo que importa son las reflexiones que el propio Josep me envió el sábado por la mañana desde su retiro en Solsona. Con datos directamente del Ministerio de Sanidad español, el gasto de los 35 principios activos más recetados supone más del 30% del total del gasto farmacéutico.

El gasto en antiepilépticos ha crecido desmesuradamente en los últimos años y es obvio que se receta para indicaciones no legales ya que el número de pacientes diagnosticados de epilepsia no ha subido ni mucho menos en la misma proporción. En el caso de la pregabalina se ha comprobado un 80% del uso en España fuera de la ficha técnica. ¿En qué se usa?, básicamente en el tratamiento (incorrecto) del dolor no neuropático y muchos psiquiatras como “modulador del estado de ánimo”:

“Una tontería que suena muy bien pero técnicamente sin ningún contenido. También se usa en la fibromialgia, y es un poco la ‘panacea’ cuando no saben qué dar, todo ello favorecido por el visitador de turno que lo recomienda porque ‘dicen que va muy bien para…’”, según me cuenta este facultativo.

El uso de los antipsicóticos atípicos, también es preocupante pues se están utilizando de manera generalizada en las demencias seniles (Alzheimer y no Alzheimer), problemas en niños, problemas en adicciones a drogas, etc. a pesar del riesgo cardiovascular añadido que suponen.

Los antidepresivos se están utilizando para “los problemas de la vida” que la cultura popular califica en muchas ocasiones como depresión. Obviamente se recetan los más nuevos y caros y se dejan de recetar los que se van convirtiendo en genéricos. Hay publicaciones que demuestran que no son útiles en estos casos, pero pacientes y profesionales caen en la trampa de pensar que el proceso de mejora de los problemas de la vida se deben al medicamento y no a la normal capacidad de adaptación del individuo

La protección gástrica se ha convertido en un “bien de uso general”. Ya es cultura popular, a pesar de que tiene unas indicaciones muy concretas. Se da (y se pide) universalmente, para acompañar cualquier otra medicación. Afortunadamente el más utilizado es el original omeprazol.

Lo mismo ocurre con la prevención
cardiovascular:

“Se están dando medicamentos para el colesterol de manera indiscriminada, especialmente en prevención primaria (personas sanas que no han padecido ningún evento cardiovascular), que es precisamente donde se ha demostrado que es bastante inútil, especialmente en mujeres. El clopidogrel (Iscover) se ha venido utilizando fuera de la ficha técnica y “de por vida”, circunstancia pocas veces aceptable, de manera también generalizada, cuando la vieja aspirina, es la indicada en primera línea frente a clopidogrel.
¿Entiende ahora lo de que los más vendidos no salvan vidas? Consumismo farmacológico con consecuencias, sobremedicación, fármacos para no enfermedades. Es el rumbo que ha tomado parte de la medicina hoy.

Más info: En los libros Traficantes de salud y La salud que viene.

http://www.migueljara.com/2010/11/04/consumismo-medicamentoso/

UNA ENFERMEDAD DE GENTE SENSIBLE

UNA ENFERMEDAD DE GENTE SENSIBLE

Adrián Martínez
Para que os hagáis una idea: salgo a la calle con una mascarilla de carbón activado. Y cosas tan livianas para los demás como el olor del suavizante o una colonia me pueden desencadenar una crisis de insuficiencia respiratoria (y en todo caso siempre me produce sintomatología, normalmente asociada al sistema nervioso central como vértigos, mareos, migrañas, pérdida de orientación y dificultad para hablar y pensar, aparte de alteraciones en la menstruación, extrema fatiga, pintitas y ronchas, confusión mental, estómago revuelto, malestar general, tripa hinchada y mucho más que te hace la vida muy, pero que muy difícil).

Por lo mismo, me es imposible oler tabaco, productos de limpieza -sobre todo lejías y amoníacos-, lacas, tintas de las letras de periódicos, revistas y folletos, la mayoría del papel -sobre todo si es reciclado porque lleva más componentes químicos que el normal- tubos de escape y un larguísimo etcétera.

Por recomendación médica llevo ésta mascarilla y además necesito productos ecológicos de aseo personal y de limpieza del hogar, comida ecológica, agua mineral. No hacerlo así me supone un gran empeoramiento o una nueva crisis. Me afectan los pesticidas de la comida, el cloro del agua, los conservantes y colorantes, la comida en lata
".

Quien esto escribe es María José -44 años, madrileña- en su blog "mi-estrella-de-mar-blogspot.com", creado para explicarle al mundo en qué consiste la enfermedad que ella misma padece: el síndrome de Sensibilidad Química Múltiple (SQM), una enfermedad tan poco declarada y diagnosticada, como mal tratada, pero padecida por miles de españoles. Por no ir más lejos unos cinco millones, un 12% de la población. Sin embargo, no se asusten, sólo unos 300.000 lo padecen de forma severa, y aún menos de la forma descrita por esta mujer.

Repito, no se preocupen, al ritmo actual tarde o temprano todos seremos afectados. De algo hay que morir, claro, aunque algunos prefiramos hacerlo -cuando toque-, con toda la salud.

Otra cosa es qué hacer con ese cúmulo de ciudadanos que están padeciendo ya dichas manifestaciones como resultado de la exposición a productos químicos, que incluyen -a veces al mismo tiempo- trastornos respiratorios, dolor torácico, abdominal, muscular y articular, cefaleas, mialgias, náuseas, etc. Todos ellos experimentados bajo una intensidad que puede ser importante, y que en demasiados casos les lleva a pasar por un calvario de diagnóstico sesgado cuya implementación depende del tipo de médico diagnosticador y de su arsenal terapéutico -también sesgado-, o a veces -pocas- por un buen diagnostico pero con un tratamiento todavía no consensuado.

Es frecuente que el bay-pass obligado que da la ignorancia y la inercia haga que algunos pacientes, muchos, terminen siendo diagnosticados de cualquier trastorno mental.

La historia de María José no es desde luego única. Su enfermedad se inscribe dentro de un conjunto de patologías complejas conocidas como "enfermedades ambientales emergentes" que son causadas por el uso o abuso de sustancias tóxicas presentes de forma ubicua y de uso cotidiano.

Más de 90.000 sustancias químicas están presentes en los productos que consumimos de forma habitual formando parte de lo que comemos y de lo que bebemos -lo que respiramos ya no se sabe lo que es-, muchas de las cuales están produciendo patologías que, sin llegar al extremo referido por esta mujer, nos dañan simplemente porque, cuando el cuerpo ha recibido más carga tóxica de la que puede soportar, reacciona. Y a veces, y con entrenamiento previo, con virulencia.

La mayoría de esas sustancias cotidianas nunca fueron suficientemente testadas antes de que ocupasen un lugar en nuestras vidas, en nuestros hogares, en nuestros lugares de trabajo, en nuestra alimentación, en nuestra aguas de consumo (véase el caso del plomo) y en nuestro medio ambiente (véase el caso del mercurio), por lo que su alcance en la salud del planeta -cotidiano e individual-, es un misterio que empieza a desvelarse.

Contaminantes que en la mayoría de ocasiones no tienen sabor ni olor y ni siquiera se encuentran en concentraciones altas pero que constituyen un peligro real y cierto, a poco que sea la dosis reiteradamente consumida. Tan cierto como que están mermando nuestra calidad de vida, relacionándose silenciosa y subrepticiamente, y ante la mirada de un sistema sanitario ciego y lento y regido por ciegos y lentos, con efectos tales como la infertilidad, malformaciones congénitas, trastornos del aprendizaje, alteraciones tiroideas, enfermedades endocrinas, inmunodepresión, fatiga crónica, fibromialgia, hipersensibilidad química, alteraciones epigenéticas y cambios en la expresión genética, cánceres, diabetes y enfermedades degenerativas como Parkinson y Alzheimer, entre otras.

Mientras,
una gran mayoría de médicos sigue ignorando, tal vez asombrados e impotentes ante lo abigarrado de los síntomas que muchos de sus pacientes presentan, que una buena parte de estos síntomas se deben a la intoxicación medioambiental que soportamos.

Y sin formación ni diagnóstico no hay posibilidad de curación. Solo de medicación sintomática y absurda cuando no de derivación hacia el psicólogo o el psiquiatra, cuando en realidad estas afecciones representan un nuevo paradigma de la enfermedad.

La realidad es que detrás de muchos afectados de toda edad y condición soportando estas patologías -incluso detrás de algunos problemas de comportamiento o hiperactividad que tantos niños presentan- lo que hay son productos químicos tóxicos persistentes que envenenan el organismo, especialmente el sistema nervioso central.

Sustancias y tecnologías -por poner algún ejemplo- como el mercurio, el aluminio, al amianto, el bisfenol A y otros disruptores endocrinos, el dimetilfumarato, el plomo, el cloro, pesticidas, herbicidas, formaldehídos, triclosanes, plaguicidas, aditivos, edulcorantes, colorantes, potenciadores del sabor, hasta llegar a centenares de miles
sin olvidarnos de las radiaciones electromagnéticas de baja frecuencia -móviles, antenas, estaciones base de telefonía móvil, trasformadores y líneas eléctricas de alta tensión y Wi-Fis-.

Todos ellos ocuparían unas cuantas sesiones del Congreso y unas cuantas más del Ministerio de Sanidad y añadidos.

Dense prisa médicos y autoridades, a veces un dolor de cabeza crónico no necesita un analgésico sino pararse a pensar si ese paciente está en su trabajo ocho horas diarias al lado de una fotocopiadora o de un ordenador, o de si duerme en una habitación recién pintada o en un barrio en el que se acaba de fumigar.

No demos más palos de ciego en forma de patada farmacológica, que para eso sí que estamos -a la clase médica me refiero- muy sensibilizados.


Fuente: Información.es (13/11/10)

La sensibilidad química múltiple

La sensibilidad química múltiple

El 12% de la población presenta mecanismos de respuesta excesiva frente a estímulos químicos o ambientales. Muchos de estos casos son patológicos, y generan manifestaciones en la piel, alteraciones digestivas, respiratorias y neuropsicológicas, crónicas y persistentes, que dificultan la vida cotidiana.
El uso abusivo de productos químicos puede condicionar la salud MPS

MANUEL PORTOLÉS Hablamos de la sensibilidad química, de la intolerancia ambiental inducida por tóxicos, por lo general productos químicos habituales en los hogares, una enfermedad cada vez más común. Para algunos investigadores, la sensibilidad química múltiple (SQM) es más frecuente incluso que la diabetes, y de los estudios epidemiológicos realizados hasta ahora, en especial en los EE.UU., se concluye que un 3,5% de la población padece SQM grave.
Este trastorno se caracteriza por una respuesta fisiológica anómala, amplia y variada, que ciertas personas presentan frente a numerosas moléculas químicas que se encuentran en el medioambiente, en el trabajo, en casa, e incluso en los alimentos y medicamentos. A lo largo de sus 50 años de historia esta patología ha recibido numerosos apellidos, como enfermedad ambiental, hipersensibilidad química y electromagnética, síndrome de alergia total, síndrome de repuesta a las sustancias químicas… pero lo cierto es que quien la sufre se enfrenta a muchas y diferentes respuestas fisiológicas de su organismo, como dermatitis, arritmias, dolor articular y muscular, fatiga, dificultad en la respiración, broncoespamo, cefaleas, migrañas, fibromialgia, picor en los ojos, visión borrosa, intolerancia al ruido, problemas gastrointestinales, colon irritable, cistitis irritativa, e incluso intolerancias a ciertos alimentos.
El origen de esta enfermedad radica en la sensibilización que sufre el paciente a estímulos repetidos (químicos tóxicos), que inducen una pérdida de tolerancia a la respuesta biológica, especialmente cuando vuelven a enfrentarse con estos elementos, lo cual produce una sensibilización progresiva (central corticolímbica), según algunos autores, que mantiene la respuesta durante un tiempo a pesar de cesar la presencia del estímulo. La SQM no debe de confundirse con los procesos de alergias, inflamación, autoinmunidad e incluso somatización, con los que comparte síntomas, pero no fisiopatología. La base científica de esta respuesta a productos químicos, disolventes orgánicos y pesticidas incluidos, parece que radica en la actividad excesiva del receptor celular NMDA; incluso ya se han descrito seis genes que podrían determinar la susceptibilidad a sufrir una SQM.
El diagnóstico en ocasiones es muy complicado, y se recurre a criterio clínicos, que son comunes a otras enfermedades; el cuestionario Quick Environmental Exposure and Sensitivity Inventory sirve para identificar los agentes desencadenantes de los síntomas, además de cuantificar su gravedad y las repercusiones que la sensibilidad química tiene en la vida. Por el momento, no hay ningún tratamiento específico para esta enfermedad. ¿Qué hacer?
Para los pacientes es imprescindible evitar la exposición repetida a las sustancias y moléculas que les desencadenan las crisis, que pueden ser crónicas, persistentes y que reducen indudablemente su calidad de vida y la de sus familias. Por lo tanto, hay que tomar medidas en todos los territorios, desde la propia vivienda al trabajo, incluyendo hábitos alimenticios y actividad física. El servicio de Reumatología del Instituto Ferrán de Barcelona, recomienda a las persona con intolerancia o SQM una serie de consejos para reducir sus exposiciones a los tóxicos, como por ejemplo: (a) en la calle, evitar pasar por zonas que estén asfaltando o alquitranando, incluso por gasolineras, áreas de mucho tráfico, y según la gravedad de los síntomas es aconsejable el uso de mascarillas con carbón activado para reducir la exposición a la contaminación ambiental; (b) la vivienda no debe de estar cercana a las situaciones anteriores, ni alrededor de industrias químicas, petroquímicas, metalúrgicas, serrerías… que emitan humos al medio ambiente, e incluso de aeropuertos y muelles de carga y descarga de mercancías, y también hay que evitar la proximidad a líneas de alta tensión y estaciones base de telefonía móvil; (c) en el trabajo, además de seguir las recomendaciones del punto anterior, evitar la proximidad con fotocopiadoras e impresoras láser, y cuando se realicen tareas de mantenimiento del aire acondicionado, pintura, moqueta, limpieza general, y el uso de productos químicos en desagües o desinfectantes, los enfermos con SQM no deben de permanecer en la habitación.
La lista de situaciones a evitar es interminable para los pacientes de SQM que viven de manera similar a «los pájaros de la mina», enjaulados, condenados a la incomprensión, porque su organismo cambio un día el umbral de tolerancia a ciertos productos químicos, recibiendo a cambio la intolerancia de una sociedad cada vez más tecnológica y deshumanizada.
«Los pájaros de la mina» y los tóxicos.
En diciembre se estrenará Los pájaros de la mina, el primer cortometraje sobre la Sensibilidad Química Múltiple (SQM), en España, dirigido por el pontevedrés Víctor Moreno. Salir a la calle, oler a ropa tendida, a productos de limpieza, e incluso los ruidos, pueden ser una pesadilla para los enfermos de SQM, que según Moreno «no tienen vida propia». La protagonista de la historia, afectada de SQM, y autora del guión es la valenciana Mariam Felipe, que muestra la situación física y psíquica de los afectados, desde las primeras crisis hasta las dificultades diarias con las que se encuentran estos enfermos para desarrollar su vida; en la SQM cualquier actividad cotidiana supone un riesgo para la salud. El título del corto hace referencia a los canarios que utilizaban los mineros como válvula de seguridad en la mina.

http://www.levante-emv.com/ciencia-investigacion/2010/11/18/sensibilidad-quimica-multiple/757939.html

Encontrar el regalo perfecto para alguien con Fibromialgia o Síndrome de Fatiga Crónica


¿Alguna vez has recibido un regalo que no pudiste utilizar debido a la fibromialgia o el síndrome de fatiga crónica?

Se acerca la Navidad, y el mes de diciembre es un mes para intercambiar regalos, y ahora puede ser buen momento para considerar aquellos regalos que sean positivos para nosotros y que podamos usar y disfrutar por mucho tiempo.

Por ejemplo, hermosos regalos como gel para baño nos pueden dar sarpullido o dolor de cabeza inducido por las fragancias que contienen; o una entrada para un evento que luego nos tenemos que perder a causa de un brote; o alimentos que no puedes comer debido a la sensibilidad al gluten. Algunos regalos incluso podrían ser ofensivo, como por ejemplo, alguien que te recomiende "hacer más ejercicio" y te regale un DVD de Pilates.

Escoger un regalo para alguien con FM o SFC puede ser una decisión difícil para nuestros amigos y familiares, porque es evidente que se preocupan por nosotros y les gustaría darnos algo que no guste y que vayamos a utilizar o disfrutar. Somos un grupo difícil para regalar, debido a todos los síntomas extraños y sensibilidades que tenemos.

Para ayudarnos tanto a nosotros como a los que compran para nosotros, aquí tengo una guía de regalos para esta época, que espero ayude a la gente en nuestras vidas a elegir los regalos que reflejan sus verdaderas intenciones; no tengan miedo de compartirla con sus personas cercanas.

Ideas de regalos para alguien con FM o SFC – Como encontrar el regalo perfecto

¿Está buscando un regalo para alguien con fibromialgia o síndrome de fatiga crónica? Aunque ciertamente no podemos definir a la gente solo por su enfermedad, hay circunstancias que compartimos aquellos de nosotros con estas condiciones, que pueden hacer que ciertos regalos sean fabulosos y otros regalos sean fracasos.

Para esto, ayuda que los demás estén conscientes de algunos de las situaciones que nosotros tenemos que enfrentar con estas enfermedades. Aquí les dejo algunas ideas de regalos y los comentarios sobre si podrían ser o no adecuados para la persona que los va a recibir.

Productos para calentamiento

imageLa mayoría de nosotros sentimos frío casi siempre, y cuando estamos congelados puede ser difícil lograr calentarnos. En estos días, se pueden conseguir un montón de cosas que se usan para calentar, como frazadas, zapatillas, pañuelos, y mucho más. Además, hay una gran cantidad de productos en el mercado, que se pueden calentar en el microondas como almohadas para cuello o bolsitas de arroz. Calcetines abrigados, batas de baño mullidas, zapatillas de peluche o ropa de abrigo pueden ser una buena opción también.

Las cosas mas importantes a considerar con este tipo de regalos son:

  • Que el tejido sea muy suave y el producto en sí no sea pesado, a fin de no poner una carga para el cuerpo.
  • Asegúrese que el producto sea fácil de mantener (por ejemplo, lavable a máquina), o sea que no haga falta trabajo para poder usarlo.
  • No compre productos perfumados, incluso si son ligeramente perfumados o la fragancia sea natural, a menos que sepa que la persona no es sensible a los olores.
  • Con relación a los productos eléctricos, verifique que el calor se apaga automáticamente para que no se convierta en un peligro, en caso de que la neblina mental ataque y se olvide de apagarlo.
  • Artículos que usan agua, como baños calientes para pies, podrían ser demasiado pesados o requerir demasiada limpieza.

Artículos para Relajación

imageMúsica relajante y herramientas para dar suaves masajes ayudan a muchas personas a aliviar el estrés físico y emocional, lo que puede ayudar también a aliviar o reducir los síntomas de la FM o SFC.

Algunas cosas a tener en cuenta son:

  • Muchos de nosotros somos sensibles al ruido y/o a la vibración, por lo que los masajeadores con vibración podrían no ser una buena opción.
  • Evite la aromaterapia, baños de burbujas, lociones perfumadas, etc., a menos que sepa que el destinatario del regalo no es sensible a las fragancias.

Cosas para pasar el tiempo

imageMuchos de nosotros pasamos mucho tiempo en la cama o en el sofá, y las cosas que nos ayudan a llenar nuestro tiempo podrían ser realmente muy valiosas para nosotros. Algunas ideas podrían incluir:

  • DVD’s de películas o series de televisión
  • Pequeños videojuegos de mano (especialmente los juegos de entrenamiento cerebral)
  • Libros de rompecabezas (no se olvide de los lápices mecánicos)
  • Libros (para los que tienen una buena función cognitiva)
  • Suscripciones a Revistas
  • Suscripciones por correo electrónico para alquiler de películas (Netflix o Redbox, por ejemplo)
  • Actividades, hobbies y artes manuales que podamos disfrutar

Libros relacionados con la enfermedad

imageSi la persona ha sido diagnosticada recientemente o se encuentra luchando actualmente con los síntomas, una forma fácil de ayudar a entender la situación, podría ser una libro sobre el tema. Hay una gran variedad de buenos libros en el mercado, pero hay que tener cuidado, pues también los hay malos.

  • Evite los libros que dicen tener la "cura" o “promesa de excelentes resultados” - no existe tal cosa, ya que no hay nada demostrado al respecto.
  • Limítese a las editoriales más importantes y a los libros ampliamente distribuidos.
  • Si tiene dudas sobre algún libro, revise en línea los comentarios de otros lectores.

Regalos relacionados con el ejercicio

imageEsta es uno de los regalos que se deben evitar a menos que sepa con certeza que es algo que el individuo quiera! Las personas con fibromialgia y síndrome de fatiga crónica reciben, con mas frecuencia de lo que nos gustaría, un montón de consejos bien intencionados pero inexactos sobre hacer mas ejercicio, así que tenga en cuenta que este podría ser un tema muy delicado.

Sin embargo, si usted sabe que la persona está tratando de caminar más o tiene planeado o en curso, un programa de ejercicio regular, algo que haga el ejercicio más agradable o le ayude de alguna manera podría ser un regalo muy apropiado.

Plantas

imageMientras que las plantas pueden ayudar a crear un medio ambiente sano y agradable, solo sería apropiado dependiendo de cada persona. Quienes tienen problemas para cuidar de sí mismos pueden no ser capaces de atender una planta, y podría convertirse en "una cosa más para preocuparse."

Si decide que una planta sería conveniente para la persona que usted conoce, asegúrese de que sea de una variedad que requiera bajo mantenimiento.

Tarjetas de regalo y entradas de eventos

imageLas tarjetas de regalo a los lugares locales es probable que no se utilicen, sobre todo por alguien que tiene problemas para conducir o no es capaz de salir de la casa a menudo. No piense, "Le va a dar un incentivo para salir, y eso la hará sentirse mejor", - en la realidad, la tensión de la salida de compras podría desencadenar un brote de síntomas y terminar en cama por días.

Las tarjetas de regalo para las tiendas en línea pueden ser una mejor opción. Si usted no sabe que tienda le gusta mas a la persona, puede optar por una gran tienda de distribución con un montón de opciones.

La preparación previa es difícil cuando se tiene una enfermedad impredecible, por lo que las entradas para un evento en una fecha específica puede ser difícil de usar para una persona con FM o SFC. Lo mismo ocurre con los certificados de regalo con una fecha de caducidad.

Alergia o disparadores de la sensibilidad

imageAquellos con FM o SFC pueden ser sensibles a todo tipo de cosas. Cualquier cosa que toque la piel o esté perfumada puede ser un verdadero problema, así que cosas como lociones, gel de baño, velas aromáticas, perfumes, productos de aromaterapia y flores es mejor evitarlos a menos que esté bien informado acerca de la sensibilidad de la persona.

Muchos de nosotros también tenemos sensibilidad a los alimentos, lo que podría significar que regalar comida podría terminar siendo un desperdicio. Una vez más, esto es sólo algo que usted podría dar si conoce a la persona lo suficientemente bien para estar familiarizado con su situación alimentaria en particular.

Donaciones

imageSi usted no sabe qué comprar o piensa que la persona a quien quiere hacerle el regalo es una de esas “que tiene todo", es posible que desee considerar la posibilidad de realizar una donación a su nombre a alguna organización sin fines de lucro o grupo de investigación dedicado a su enfermedad. Investigue que asociaciones apoya la persona o trate de informarse sobre las organizaciones existentes en su país, que tienen relación con su enfermedad.

Tiempo y Ayuda

imageMientras menos funcional sea la persona, es más probable que aprecie el regalo del tiempo y ayuda. Puede ayudarle con las compras? La jardinería? La limpieza? Colocar el arbolito de Navidad? Piense acerca de lo que podría necesitar la persona y haga de esto su regalo.

Si usted personalmente no tiene el tiempo para ayudar, podría considerar la posibilidad de contratar a alguien, como un ama de casa o jardinero, para hacer el trabajo completo o ayudarle a abordar un proyecto en particular.

Regalos hechos por ti mismo

imageEn el caso de que tengan tiempo para confeccionar algo, y por supuesto tengan algún talento para hacer cosas especiales como manualidades o arte tecnológico, este sería un regalo de mucho valor y lleno de amor. Algunos ejemplos podrían ser:

  • Almohadones bordados
  • Adornos para la casa o cocina
  • Videos de la vida de la persona
  • Album de fotos
  • CD de música mixta
  • Dulces o galletas (siempre y cuando estemos seguros que la persona no tiene intolerancias)
  • Su platillo favorito

¿Cuál es el mejor regalo que has recibido desde que estás enfermo? ¿Cuál ha sido el peor? ¿Alguien te ha dado algo que haya herido tus sentimientos o te hizo enojar? Compártenos tus comentarios!


FUENTE: http://fibromialgico.blogspot.com/2010/11/encontrar-el-regalo-perfecto-para.html?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed:+Fibromialgico+(La+Fibromialgia+no+es+el+final+de+la+Vida)&utm_content=FaceBook