P.P.G. Zaragoza|
El hallazgo de un exceso de glutamato en las áreas cerebrales relacionadas con el dolor ha llevado a probar un medicamento que puede tratar la causa de la enfermedad, no solo los síntomas.
Javier García Campayo y las psicólogas parte del equipo de investigación.. P.P.
Existen muchas terapias para paliar los efectos de la fibromialgia: farmacológicas, psicológicas y físicas. Sin embargo, la eficacia de todas ellas es moderada y conviene combinarlas. Hasta ahora, ninguna hace desaparecer el calvario de estos enfermos.
Sin embargo, el Grupo Aragonés de Investigación en Salud Mental en Atención Primaria (GISMAP) ha encontrado algo que puede cambiar la forma de tratar esta enfermedad. Un medicamento que no estaría destinado a paliar los síntomas, sino la causa.
El equipo coordinado por el psiquiatra Javier García Campayo ha realizado una prueba pionera para esta enfermedad a nivel internacional. La espectrometría permite observar los niveles de neurotransmisores en las distintas áreas cerebrales y, a raíz de eso, han descubierto que los pacientes con fibromialgia tienen un exceso de una sustancia (el glutamato) en las áreas cerebrales relacionadas con el dolor.
Esta sustancia es el excitatorio por excelencia del cerebro humano y su exceso puede producir dolor y déficit cognitivo. La revelación de que existe una lesión cerebral ha llevado al equipo aragonés a probar un medicamento, la memantina -que ya existía y se utilizaba para pacientes con alzhéimer-, para reducir los niveles de glutamato. "De momento hemos hecho un estudio abierto con 10 pacientes y en tres meses han mejorado notablemente el dolor, la depresión y las capacidades cognitivas" cuenta García Campayo, optimista.
Al observar las mejoras, el equipo ha conseguido la aprobación del Comite Ético y de la Comisión de Investigación para emprender en septiembre un estudio controlado con 120 pacientes. A 60 se les administrará el medicamento, a los otros 60 un placebo. El estudio, financiado por el Ministerio de Sanidad, permitirá confirmar la eficacia del nuevo tratamiento: "Que funcione no implica que vaya a resolver la enfermedad, porque es crónica, pero sí mejorar notablemente porque actuaría sobre la causa, la disfunción cerebral", explica Barbara Masluk, psicóloga responsable de este estudio.
La predisposición genética y diversas situaciones vitales de estrés agudo van produciendo modificaciones en el cerebro de los pacientes que llegan a desarrollar fibromialgia. "Una vez que se ha modificado la estructura cerebral, es muy difícil volver atrás, pero este tratamiento sería más eficaz que los actuales, porque no es simplemente sintomático", aclara García Campayo.
Facilitará el diagnóstico
"Además, el hallazgo de niveles elevados de glutamato facilitará el diagnóstico", añade Paola Herrera, parte del equipo de investigación.Hasta ahora, se buscaban 11 puntos de dolor como mínimo para diagnosticar a un paciente, "si tiene 10 ya no se considera fibromialgia, es muy arbitrario y por eso son tan importantes este tipo de pruebas", puntualiza la psicóloga recalcando que ahora, la presencia en exceso de esta sustancia en el cerebro podría ser decisiva para el diagnóstico.
Además, al saber que existe una lesión cerebral, se podrán realizar pruebas más rápidas y sencillas para detectarla, como la tomografía de coherencia óptica (un estudio de fondo de ojo con aparatos de precisión), que ya está empezando a utilizar el equipo aragonés para investigar en este campo.
Meditación, una prevención demostrada
El equipo de Investigación en Atención Primaria realizó también espectometrías a varios meditadores de larga duración, algo que no se había hecho nunca. La idea vino a raíz de un movimiento muy importante en psiquiatría y psicología, el 'Mindfulness', que asegura que la meditación ayuda a prevenir enfermedades psiquíatricas.
Los resultados fueron sorprendentes: los niveles de glutamato de estas personas eran notablemente inferiores a los de los sujetos normales, y mucho más bajos que los de los pacientes con fibromialgia. Por ello, se piensa que la meditación puede ser una terapia útil en esta enfermedad. El coordinador afirma que, según los estudios actuales: "Solo media hora de meditación en días alternos durante tres meses produce mejoras importantes, tanto como prevención como terapia complementaria", asegura.
Nuevos objetivos: TDH y psicoterapia por ordenador
Vistos los exitosos resultados de las espectometrías, la Unidad de Investigación en Salud Mental en Atención Primaria del Centro de Salud del Arrabal realizará la misma prueba en septiembre a 30 pacientes adultos con TDH (déficit de atención con hiperactividad). Con esta tecnología, esperan poder localizar las áreas cerebrales alteradas.
"Hasta ahora el TDH no se cura, solo se controla con fármacos del grupo de las anfetaminas pero permanece en la edad adulta, están mal tratados", especifica Marta Puebla, responsable del estudio. Esta alteración genética afecta a entre el 10 y el 15% de los niños, y por lo tanto existe un porcentaje muy elevado de adultos, muchos de ellos no diagnosticados. "Si un niño tiene TDH uno de los dos padres suele tenerlo también", avanza García Campayo.
Además, M. Cruz Pérez Yus cuenta que en septiembre empezará a probarse la psicoterapia por ordenador en pacientes con depresión leve o moderada: "Son personas que necesitarían apoyo psicológico pero no pueden acceder porque la lista de espera para psicoterapia puede ser de años", cuenta la encargada del estudio. "El programa de ordenador que hemos desarrollado consiste en una serie de tareas cognitivas y material audiovisual, además de apoyo psicológico por internet. Sería el apoyo al tratamiento farmacológico, el complemento que necesitan", cuenta la psicóloga.
En caso de querer participar como paciente voluntario en alguno de estos estudios, contactar con investigaprimaria@gmail.com
Sin embargo, el Grupo Aragonés de Investigación en Salud Mental en Atención Primaria (GISMAP) ha encontrado algo que puede cambiar la forma de tratar esta enfermedad. Un medicamento que no estaría destinado a paliar los síntomas, sino la causa.
El equipo coordinado por el psiquiatra Javier García Campayo ha realizado una prueba pionera para esta enfermedad a nivel internacional. La espectrometría permite observar los niveles de neurotransmisores en las distintas áreas cerebrales y, a raíz de eso, han descubierto que los pacientes con fibromialgia tienen un exceso de una sustancia (el glutamato) en las áreas cerebrales relacionadas con el dolor.
Esta sustancia es el excitatorio por excelencia del cerebro humano y su exceso puede producir dolor y déficit cognitivo. La revelación de que existe una lesión cerebral ha llevado al equipo aragonés a probar un medicamento, la memantina -que ya existía y se utilizaba para pacientes con alzhéimer-, para reducir los niveles de glutamato. "De momento hemos hecho un estudio abierto con 10 pacientes y en tres meses han mejorado notablemente el dolor, la depresión y las capacidades cognitivas" cuenta García Campayo, optimista.
Al observar las mejoras, el equipo ha conseguido la aprobación del Comite Ético y de la Comisión de Investigación para emprender en septiembre un estudio controlado con 120 pacientes. A 60 se les administrará el medicamento, a los otros 60 un placebo. El estudio, financiado por el Ministerio de Sanidad, permitirá confirmar la eficacia del nuevo tratamiento: "Que funcione no implica que vaya a resolver la enfermedad, porque es crónica, pero sí mejorar notablemente porque actuaría sobre la causa, la disfunción cerebral", explica Barbara Masluk, psicóloga responsable de este estudio.
La predisposición genética y diversas situaciones vitales de estrés agudo van produciendo modificaciones en el cerebro de los pacientes que llegan a desarrollar fibromialgia. "Una vez que se ha modificado la estructura cerebral, es muy difícil volver atrás, pero este tratamiento sería más eficaz que los actuales, porque no es simplemente sintomático", aclara García Campayo.
Facilitará el diagnóstico
"Además, el hallazgo de niveles elevados de glutamato facilitará el diagnóstico", añade Paola Herrera, parte del equipo de investigación.Hasta ahora, se buscaban 11 puntos de dolor como mínimo para diagnosticar a un paciente, "si tiene 10 ya no se considera fibromialgia, es muy arbitrario y por eso son tan importantes este tipo de pruebas", puntualiza la psicóloga recalcando que ahora, la presencia en exceso de esta sustancia en el cerebro podría ser decisiva para el diagnóstico.
Además, al saber que existe una lesión cerebral, se podrán realizar pruebas más rápidas y sencillas para detectarla, como la tomografía de coherencia óptica (un estudio de fondo de ojo con aparatos de precisión), que ya está empezando a utilizar el equipo aragonés para investigar en este campo.
Meditación, una prevención demostrada
El equipo de Investigación en Atención Primaria realizó también espectometrías a varios meditadores de larga duración, algo que no se había hecho nunca. La idea vino a raíz de un movimiento muy importante en psiquiatría y psicología, el 'Mindfulness', que asegura que la meditación ayuda a prevenir enfermedades psiquíatricas.
Los resultados fueron sorprendentes: los niveles de glutamato de estas personas eran notablemente inferiores a los de los sujetos normales, y mucho más bajos que los de los pacientes con fibromialgia. Por ello, se piensa que la meditación puede ser una terapia útil en esta enfermedad. El coordinador afirma que, según los estudios actuales: "Solo media hora de meditación en días alternos durante tres meses produce mejoras importantes, tanto como prevención como terapia complementaria", asegura.
Nuevos objetivos: TDH y psicoterapia por ordenador
Vistos los exitosos resultados de las espectometrías, la Unidad de Investigación en Salud Mental en Atención Primaria del Centro de Salud del Arrabal realizará la misma prueba en septiembre a 30 pacientes adultos con TDH (déficit de atención con hiperactividad). Con esta tecnología, esperan poder localizar las áreas cerebrales alteradas.
"Hasta ahora el TDH no se cura, solo se controla con fármacos del grupo de las anfetaminas pero permanece en la edad adulta, están mal tratados", especifica Marta Puebla, responsable del estudio. Esta alteración genética afecta a entre el 10 y el 15% de los niños, y por lo tanto existe un porcentaje muy elevado de adultos, muchos de ellos no diagnosticados. "Si un niño tiene TDH uno de los dos padres suele tenerlo también", avanza García Campayo.
Además, M. Cruz Pérez Yus cuenta que en septiembre empezará a probarse la psicoterapia por ordenador en pacientes con depresión leve o moderada: "Son personas que necesitarían apoyo psicológico pero no pueden acceder porque la lista de espera para psicoterapia puede ser de años", cuenta la encargada del estudio. "El programa de ordenador que hemos desarrollado consiste en una serie de tareas cognitivas y material audiovisual, además de apoyo psicológico por internet. Sería el apoyo al tratamiento farmacológico, el complemento que necesitan", cuenta la psicóloga.
En caso de querer participar como paciente voluntario en alguno de estos estudios, contactar con investigaprimaria@gmail.com