miércoles, 24 de abril de 2013

Tribunal UE equipara enfermedades que conlleven "limitaciones" a discapacidad



EFE - Bruselas 11/04/2013


El Tribunal de Justicia de la UE estableció hoy que las enfermedades de larga duración que conlleven limitaciones físicas, mentales o psíquicas puedan considerarse como una discapacidad, y que por tanto los trabajadores que las padezcan tengan derecho a medidas como la reducción de la jornada laboral.


En una sentencia dictada hoy, el Tribunal precisó el concepto de "discapacidad" y señaló que los empleadores deben tomar "medidas de ajuste" como la antes citada para permitir que las personas discapacitadas puedan acceder al empleo o mantener su puesto de trabajo.


La Corte de Luxemburgo se pronunció así sobre el litigio iniciado por el sindicato de trabajadores danés HK Danmark, que interpuso demandas de indemnización para dos trabajadoras por su despido mediante el procedimiento de "preaviso abreviado", contemplado por la legislación laboral danesa.


Esta normativa dispone que un empleador puede poner fin a un contrato de trabajo con un preaviso de un mes, si el trabajador en cuestión ha estado de baja por enfermedad, manteniendo su remuneración, durante 120 días en los últimos doce meses.


HK Danmark afirma que las dos trabajadoras tenían una discapacidad y que sus respectivos empleadores debían haberles propuesto una reducción del tiempo de trabajo, ya que sus bajas por enfermedad eran consecuencia de sus discapacidades.


El tribunal danés competente remitió el caso a la Corte de Luxemburgo para que precisara el concepto de discapacidad, y para que aclarara si la reducción de jornada puede considerarse como una medida de ajuste razonable y si la ley danesa relativa al preaviso abreviado para el despido es contraria al Derecho de la Unión.


En su sentencia de hoy, el Tribunal de Justicia señala que el concepto de "discapacidad" debe interpretarse "como la condición causada por una enfermedad diagnosticada médicamente como curable o incurable que acarrea una limitación, derivada en particular de dolencias físicas, mentales o psíquicas".


Para considerarse como discapacidad, dichas limitaciones deben ser "de larga duración" e impedir "la participación plena y efectiva" de la persona en la vida profesional "en igualdad de condiciones con los demás trabajadores".


El Tribunal precisa que el concepto de "discapacidad" no implica necesariamente la exclusión total del trabajo o de la vida profesional, en contra de lo que alegaban los empleadores en ambos asuntos.


La sentencia añade que los empresarios han de adoptar medidas de ajuste "adecuadas y razonables" para permitir a las personas con discapacidades acceder al empleo, tomar parte en él o progresar profesionalmente, como por ejemplo una reducción de la jornada laboral.


No obstante, son los jueces nacionales los que deben determinar si en un caso concreto la reducción de tiempo de trabajo "supone una carga excesiva para los empleadores".


En cuanto a la legislación danesa que contempla el despido en casos de bajas de larga duración, el Tribunal estima que esta disposición puede desfavorecer a los trabajadores discapacitados y suponer una diferencia de trato indirecta por discapacidad.


Por tanto, considera que esta normativa sería contraría al derecho comunitario si a la hora de aplicarse no se tienen en cuenta "datos relevantes" sobre la situación de los trabajadores con discapacidad.


Fuente:
http://www.eldiario.es/economia/TribunalUEenfermedadeslimitacionesdiscapacidad_0_120738102.html

FCC finalmente abre la revisión de las normas de seguridad del teléfono celular



Nueve meses después de la FCC dijo que echar un vistazo más de cerca a sus estándares de seguridad de la telefonía celular para ver si la agencia debe revisar los 15 años de edad, directrices, finalmente se abrió la investigación oficial

por Marguerite Reardon



La Comisión Federal de Comunicaciones abrió oficialmente una investigación actual sobre si las normas estadounidenses necesitan ser actualizadas para proteger a las personas de la radiación del teléfono celular.


Presidente Julius Genachowski distribuyó una nota de investigación el pasado junio que se parecía a una serie de preguntas en torno a si las normas actuales necesitan ser actualizadas o si las prácticas de pruebas de la agencia deben ser alterados. Pero tuvieron que pasar nueve meses para la notificación de la solicitud para convertirse en una parte oficial de la agenda FCC.


Ahora que el escrito de consulta se ha registrado oficialmente, la FCC puede comenzar su examen y recibir los comentarios del público y de la industria acerca de su proceso de pruebas.


Cuando se discutió primero revisar el proceso de prueba, la FCC señaló que el examen era un procedimiento estándar. Y existe la posibilidad de que la agencia no puede cambiar las reglas en absoluto.


Las normas actuales no se han actualizado desde 1996. Estas directrices establecen un nivel máximo de exposición a la radiación que se basa en la cantidad de calor que se emite y se absorbe por los teléfonos móviles. Y los lineamientos originales para estas pruebas se basaron en los estudios sobre el comportamiento de los efectos de la radiación de los móviles de los animales en la década de 1980.


Ha habido preocupación por parte de algunos científicos y defensores de los consumidores que la energía absorbida de los teléfonos celulares puede causar cáncer y otros problemas de salud. En 2011, la Agencia Internacional de la Organización Mundial de la Salud para la Investigación sobre el Cáncer revisó varios estudios y teléfonos móviles que cotizan en bolsa como un posible carcinógeno, poniéndolos en la misma categoría que el plomo, el escape del motor de gasolina, y el cloroformo.


Sin embargo, el Instituto Nacional del Cáncer, que forma parte de los Institutos Nacionales de Salud del gobierno de EE.UU., reconoce en su página web hay una cierta preocupación por la seguridad de los teléfonos celulares. Sin embargo, el grupo dice que los estudios de células, animales y los seres humanos no han aportado pruebas de que la radiación de los móviles puede causar cáncer.


A pesar de que la FCC no ha cambiado sus normas para la evaluación de la seguridad de los teléfonos celulares, se ha proporcionado a los consumidores con información acerca de cómo minimizar el riesgo de exposición a la radiación del teléfono celular. Por ejemplo, la FCC recomienda que la gente usa la función de altavoz o un auricular cuando se habla por teléfono, ya que al aumentar la distancia del dispositivo se lleva a cabo desde el cuerpo reduce en gran medida la exposición.


Sin embargo, la agencia no ha abogado por advertencias estrictas ni siquiera ha aprobado medidas necesarias estas normas. La revisión actual de las normas podría cambiar eso como organismo examinará sus procedimientos de prueba, así como el material informativo que proporciona al público acerca de la seguridad del teléfono celular.


La industria móvil le mantiene que los teléfonos móviles son seguros. Pero en un comunicado el viernes, John Walls, vicepresidente de asuntos públicos de CTIA, dijo que su grupo de la industria "da la bienvenida el enfoque de la FCC en los teléfonos móviles y los efectos sobre la salud."


Y agregó que el grupo confía en que la FCC se guiará por la ciencia en la búsqueda de que los teléfonos celulares y las prácticas de prueba actuales mantienen los consumidores seguros.


"A medida que la GAO indicó en su informe de 2012 julio de 'investigación científica hasta la fecha no ha demostrado efectos adversos en la salud humana de la exposición a la energía de radiofrecuencia de los teléfonos móviles, pero la investigación está en curso que pueden aumentar la comprensión de los efectos posibles,'" , dijo en un comunicado. "La Administración de Drogas y el Instituto Nacional de Salud y Alimentos de EE.UU. han llegado a conclusiones similares sobre el estado de la ciencia."


"A medida que avanza esta revisión, es importante recordar Director de Comunicaciones de la FCC ha dicho:" Estamos seguros de que, como conjunto, las directrices de emisión [de] la FCC para los dispositivos no suponen ningún perjuicio a los consumidores."


Fuente: http://news.cnet.com/8301-13578_3-57577100-38/fcc-finally-opens-review-of-cell-phone-safety-standards/

Hacia un diagnóstico de la fatiga



Investigadores españoles descubren ocho posibles marcadores de esta enfermedad, lo que podría facilitar su diagnóstico y su tratamiento
ELENA G. SEVILLANO / ELISA SILIÓ Madrid 8 ABR 2013



Cristina Montane, afectada por el síndrome de fatiga crónica. / MASSIMILIANO MINOCRI

Fue publicar el estudio, a finales de marzo, y empezar a llegar peticiones de personas que querían que el inmunólogo Julià Blanco analizara su sangre en busca de las pruebas que permitan afirmar que padecen el síndrome de fatiga crónica (SFC). “Pero nosotros somos un laboratorio de investigación, no clínico”, se disculpa el investigador del IrsiCaixa y autor principal del estudio. Por primera vez se han identificado ocho moléculas del sistema inmunitario cuya presencia en sangre puede interpretarse como un biomarcador de la enfermedad.


Para los afectados, el descubrimiento va más allá de un hallazgo científico. Porque la fatiga crónica no se parece a otras enfermedades. “Se puede diagnosticar bien, pero la metodología para hacerlo es puramente clínica, poco cuantitativa”, señala Blanco. Los síntomas —cansancio matinal invalidante durante más de seis meses, intolerancia al ejercicio físico, problemas de concentración...— permiten identificarla, pero lo cierto es que pasan de media diez años desde que se manifiesta hasta que se diagnostica, explica José Alegre, especialista en fatiga crónica del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona.


Además de la sanitaria, la enfermedad tiene una vertiente sociolaboral: si no hay diagnóstico, es más complicado recibir una baja médica o el reconocimiento de una discapacidad. De ahí que cualquier avance suponga un mundo para los afectados por un síndrome del que se desconoce el origen, pero que afecta a una de cada 1.000 personas, según algunas estimaciones —no hay estudios de prevalencia; Alegre menciona estudios americanos con un 2% de mujeres entre 18 y 55 años afectadas—.


Se podría decir que Cristina Montané, barcelonesa de 52 años, se diagnosticó a sí misma. “Todos mis recuerdos de infancia son de que estaba cansada, con frío, constipada. No tenía conciencia de enfermedad porque para mí aquello era lo normal”, explica. Cuando se quedó embarazada de su primer hijo descubrió que se encontraba bien: “Me di cuenta de que podía hacer vida normal”. Le pasó lo mismo durante la gestación de sus otros dos hijos, y el médico empezó a descartar otras patologías. “Al final fui yo la que busqué una lista de síntomas y le dije ‘los cumplo todos”. Montané tuvo que dejar de trabajar una década. Ahora que sus hijos son mayores ha vuelto a hacerlo, pero en casa y con horario flexible. “Es necesario empezar por educar a los médicos en esta enfermedad; nada justifica que sigan haciendo gala de la más absoluta desinformación sobre una enfermedad tan grave, compleja y extensa”, reclama.


El estudio de los investigadores catalanes de IrsiCaixa (impulsado por la Obra Social La Caixa, la Generalitat de Catalunya y el hospital Germans Trias i Pujol), publicado en la revista Journal of Translational Medicine, es novedoso porque en lugar de analizar un solo parámetro en muchos pacientes, estudiaron todas las células del sistema inmunitario en un número limitado de pacientes. Fue así como descubrieron que “existía un patrón”, explica Blanco. “Los resultados nos dicen que hay una alteración a nivel inmunológico”, añade, que se manifiesta en ocho moléculas alteradas. Además del potencial que supone en el diagnóstico, el hallazgo es interesante porque “podría aproximarnos a un mejor tratamiento que module el sistema inmune y pudiese modificar el curso del SFC, que hoy es hacia la cronicidad”, añade Alegre.


Carlos González, aquejado del síndrome de fatiga crónica desde 2005, ironiza: “Es una enfermedad para ricos porque te condena a vivir como un cura. Yo un día puedo estar cuatro horas delante de ordenador y luego estar tres semanas baldado por un virus. No puedes tener estrés, hay que cuidar la alimentación, dormir bien...”. Por suerte, él, que hoy tiene 42 años, trabajaba entonces en un banco en Holanda con un gran sueldo, lo que le permitió someterse a multitud de pruebas que presentaron anormalidades en Londres, Holanda o Bélgica, además de participar en el estudio del Vall d’Hebron. “Me pasé un año que me arrastraba y pensaba que era cansancio. Luego cogí una mononucleosis infecciosa y a las cuatro semanas el virus no desapareció. Lo tuve durante tres años. Al principio solo iba de la cama al sofá”, recuerda.


“Tuve la suerte de que mi banco cerró, nos indemnizaron y pude descansar. Ahora tengo una incapacidad, aunque en Holanda pueden quitártela en unos años”. Carlos no puede tener horarios, pero ya se atreve a hacer planes y hace vídeos desde casa con el ordenador.


“Los estudios no se quieren hacer a gran escala porque no interesa saber cuántos afectados hay, que son más que los seropositivos. Los médicos prefieren dar antidepresivos”, se lamenta González. Coincide con él Montané, que colabora con una plataforma de afectados y asegura que está harta de ver llegar a personas “atiborradas” de antidepresivos y ansiolíticos. “Uno acaba haciendo de médico de sí mismo”, suspira. Ella toma suplementos vitamínicos y minerales, y todo lo que “fortalece el sistema inmunológico”.


“Es una enfermedad muy política, con muchos intereses, y las farmacéuticas no se pueden lucrar”, añade González. “Frustra que la mitad de los médicos se lo cree y la mitad no, cuando es una enfermedad reconocida por la OMS y con 4.000 estudios. Hay ignorancia porque es una enfermedad que durante la carrera no estudian”, continúa Carlos, un caso atípico, pues tres de cada cuatro casos son femeninos.


La abogada Lourdes Martínez, especializada en fatiga crónica, recuerda a una clienta pediatra que reconocía: “Yo esta enfermedad no me la creía”. Esta médico con un expediente brillantísimo terminó el MIR, y, reventada, se cogió un año libre convencida de que estaba exhausta de trabajar. No ha vuelto a ejercer.


Martínez, que ha llevado ya 50 casos, cuenta y no para. A su cabeza viene un chico que vomitaba del estrés en los exámenes porque su padre pensaba que era un vago o una ingeniera a quien se le desencadenó la fatiga crónica con una toxoplasmosis. “Lo llamaban la enfermedad del yuppie porque lo eran los primeros casos diagnosticados. Suele ser gente muy brillante, con trabajos muy buenos, pero el cansancio muchas veces hace que su cerebro no funcione bien. Se desorientan o no pueden estar concentrados en una lectura más de 20 minutos”, prosigue la letrada que ha llevado también casos de divorcio de algún cliente. “Es difícil para la familia. Son muy dependientes aunque aparentemente sean autónomas”.


La tortura de pasar por el tribunal médico


Conseguir una incapacidad es una travesía larga, cara y en muchos casos infructuosa. “Por vía administrativa es casi imposible, y por la judicial es muy complicado pero se va consiguiendo”, se alegra Lourdes Martínez, abogada especializada en fatiga crónica. La Seguridad Social no cubre, por ejemplo, pruebas de esfuerzo que no sirve para mejorar la salud del paciente, pero sí son pruebas determinantes para que un juez acepte la incapacidad. “El problema es que solo hay dos unidades especializadas en fatiga, las dos en Barcelona y no es fácil conseguir un informe de los internistas de la sanidad pública que los jueces valoran más que de la privada”, añade.


Ana Ruiz calcula que se ha gastado en cinco años de enfermedad unos 25.000 euros entre médicos privados, pruebas y asesoría legal. Además, durante los 18 meses que he estado a la espera del juicio, no recibió ningún tipo de ingreso. Ni salario, ni incapacidad temporal, ni siquiera paro porque la empresa no quería despedirla hasta tener sentencia firme.


Martínez califica de “tortura” el paso de sus clientes por los tribunales médicos. “O no les creen o les humillan. Y eso es a raíz de la Ley de Jurisdicción Social de 2011. Antes si estabas un 18 meses de baja, se iniciaba un expediente de incapacidad. Y ahora, a los 12 meses te dan el alta médica. Dejan a la gente a los pies de los caballos. Las empresas grandes pueden ser sensibles, pero a una empresa pequeña la funde”.


Antes de conseguir la incapacidad, Ana Ruiz pasó por seis tribunales. “En todos me he sentido tratada como una delincuente, humillada. Incluso en un caso el mal trato me provocó un ataque de ansiedad que me dejó en la cama una semana”.


Fuente:http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/04/08/actualidad/1365440105_380953.html

Eva Nasarre: una denuncia que conmociona en defensa de las personas dependientes



Las palabras de Eva Nasarre bastan y sobran. Cualquier comentario por mi parte podría restar su fuerza que nos llega con tanto impacto, nos indigna y nos emociona al mismo tiempo. Sólo me cabe pedir que se difunda el video, que seamos muchísimas personas las que nos indignemos con ella y las que luchemos con quienes, en toda España, ven estafado su derecho a las ayudas a la dependencia. Por su dignidad y por la nuestra. Por conseguir que como sociedad no tengamos que avergonzarnos -como debería hacerlo este mal gobierno- del trato que damos a las personas más débiles físicamente pero con una valentía que, por suerte, se contagia. Eva Nasarre, nos dice, está en pie (dempeus) en su silla de ruedas. Como tantas personas con enfermedades crónicas. Como tantas personas dependientes. Como tanta ciudadanía enferma por la deriva de este saqueo a los servicios públicos, a los derechos humanos, a la humanidad misma.

Con un beso muy grande y mi agradecimiento para Eva:





Fuente: http://puntsdevista.wordpress.com/2013/04/10/eva-nasarre-una-denuncia-que-conmociona-en-defensa-de-las-personas-dependientes/

Otra mirada a la sanidad pública




Cuando te diagnostican una enfermedad grave tiembla el suelo. Por más que barruntaras lo que se confirma, el impacto exige estabilidades no siempre disponibles: los apoyos externos (gente que te quiere, amistades fundamentales) son recursos necesarios, polivalentes absolutos: cinturones de seguridad que abrazan, muletas que equilibran, multivitamínicos que reponen fuerzas, y ansiolíticos que devuelven a la respiración el ritmo compatible con el esfuerzo físico y mental que se te exige.


De repente añades una nueva residencia a tu vida. Una distorsión muy de base te transporta a un universo sujeto a fuertes tensiones y ambiciones, a la arena de un proceso privatizador que ahoga en tiempo y medios a los profesionales y les impone un “sálvese quien pueda” que deja demasiadas víctimas… seguramente entre los mejores. La caricatura de un olimpo de dioses de bata blanca (tanto si puedes darte cuenta como si no, con heroicas y dignísimas excepciones) se desdibuja y distorsiona con mandamientos gerenciales, de un zafio mercantilismo. Quienes más lo sufren son, como siempre, los de abajo. En un ejercicio de alienación forzado quieren alejar la sanidad pública de sus objetivos nucleares, la realidad que le da sentido, bajo consigna de cumplir cifras de déficits absurdos, conseguir “ahorros” que significan precariedad, e imponer recortes durísimos que limitan con la capacidad de subsistencia. En vez de fomentar la investigación, y curar y cuidar a las personas enfermas (con su dolor y miedo incluido) los bonzos que se mueven por los sobres de los laboratorios y los fondos de inversión que colonizan la sanidad pública, quieren conseguir otra cosa: (¿rentabilidad, eficiencia, mejora de ratios?) No, más bien un saqueo impune.


Quienes pasan ahora a frecuentar (por necesidad y por derecho) hospitales públicos, entran en un medio “sanitario” mucho más hostil, donde batallas más duras que nunca también se libran en la cumbre, y donde los pacientes (impacientes o no) son cada vez más los figurantes necesarios, los extras de una gran superproducción a la Cecil B. De Mille, camino del peor de los óptimos gerenciales en los que prácticamente desaparecerían como personas, desfigurados sus perfiles por protocolos y rutinas, en un caos progresivo y quizás nada inocente. La única defensa, sumarse a la desconcertada resistencia de quienes todavía creen (numantinamente) en su vocación, de quienes defienden que, en contra de lo establecido, no hay enfermedades sino personas enfermas, seres conscientes que pueden entender mucho más de lo que se supone si se les pide razón además de confianza. Y a los que nunca se debería exigir fe en algo en lo que las ciencias (las ciencias de la salud) juegan un papel tan importante. Sólo si se opta por la colaboración y no por el sometimiento, si se trasciende la pasividad de consentimiento firmado sin derecho real a elegir (incluida la muerte digna asistida), si el respeto al profesional sigue, sin distorsión, en el respeto a las personas enfermas, la sanidad pública de Catalunya podría ocupar de nuevo un lugar destacado, envidiable y ejemplar, en el mundo.


Para el profesional de la sanidad pública supone aceptar que quien tiene enfrente, pese a padecer una enfermedad, debe ser tratado como un posible
(o seguro) aliado racional en la defensa de sus derechos laborales y profesionales porque refuerzan los imprescindibles derechos de ciudadanía. Los derechos no coliden, sino que se refuerzan, y esta sinergia básica es fundamental para que empiecen también a desmoronarse desigualdades arbitrarias y abismos absurdos entre el personal de la sanidad y las personas enfermas. Un buen tratamiento empieza también porque la persona enferma entienda y acompañe todas las facetas de su enfermedad sin que su dignidad se diluya. Sólo así podrá vivir también el proceso de su enfermedad como parte fundamental de la defensa de la sanidad pública. Porque no se aparcan los derechos por estar enfermo, por necesitar tratamiento, por ser dependiente o tener una enfermedad crónica.


El sistema sanitario público también está enfermando. Y para su mejoría debe combatir los dogmas merkelianos y demás elementos extraños, anti-sociales, inoculados desde las altas escuelas de negocios en contra de su propia razón de ser. Hay que echar al basurero de la historia en común a los viciosos de las puertas giratorias, erradicar a los adictos a las corruptelas que malvenden (o se llenan los bolsillos) con la sanidad de todos. Y, en un plano más personal, apearse también del pedestal y librarse de la autocompasión para que la lucha continúe, dé frutos, triunfe. Por el bien común, que quiere decir, por la salud y una vida digna para la inmensa mayoría.


Fuente: http://puntsdevista.wordpress.com/2013/04/11/otra-mirada-a-la-sanidad-publica/

La Marea de los enfermos de fm, sfc/em, sqm, ehs vamos juntos a Madrid el 11-5-13

Destacado
Por Dori
Miércoles, 17 de Abril de 2013 14:44






Nuestra lucha de hoy es el futuro de nuestros hijos y nietos por un planeta limpio y que no nos maten con enfermedades que a las grandes industrias químicas y farmacéuticas les favorecen enormemente llenando-les las arcas.


Esta crisis y sus recortes, solo ha dejado millones de damnificados, los ciudadanos y ciudadanas mas débiles, como siempre ocurre.


Muchos compañeros/ras abocados a la más vil pobreza y desamparo, desahucios, desatención sanitaria y muertes.


A los enfermos y enfermas, además nos está causando un mayor deterioro de nuestro organismo, dado el carácter de nuestras enfermedades de Sensibilizacion Central, ya suficientemente mermado por las patologías que padecemos. Crisis de ansiedad, trastornos de sueño, debilidad del sistema inmunológico, deterioro cognitivo y un largo etc. que empeoran nuestra salud haciendo crecer y avanzar las enfermedades que padecemos al no ver solución a nuestras enfermedades. Sabemos que no tienen tratamiento nuestras enfermedades, pero: saber, que no tenemos atención sanitaria, que perdemos el trabajo, no asistidas por el Estado con recortes de desempleo, viendo perder nuestras viviendas y negándonos lo que nos corresponde por Justicia. Somos uno de los colectivos más afectados.

Este colectivo, con todo lo que está sucediendo en el país, prácticamente es el único que no ha salido a la calle unido a demostrar que está ahí y hacerse visible.


Tenemos que ver lo que nos une, no lo que nos separa. Sólo así conseguiremos hacer ver y comprender a todos que aquí estamos, recluidos en nuestras casas, en camas, sin fuerzas para vivir.


Los enfermos y enfermas, independientemente de que estemos asociados o no, tenemos que unir fuerzas por todos y para todos.


La unidad no entiende de intereses particulares, es una defensa común.


La unidad consigue demostrar ante las administraciones la fuerza que si tenemos.


La unidad entiende de defender con uñas y dientes lo que nos pertenece por derecho y no nos pueden negar.


Vamos a luchar como parte activa de una sociedad que nos rechaza e ignora una y otra vez, nos niegan, nos anulan, nos apartan como una lacra … vamos a romper con esta dinámica definitivamente y vamos a salir juntos con nuestra propia Marea.


Nuestra lucha es diaria y cotidiana en beneficio de todos, en demostrar que si queremos podemos, es llamar a la unidad porque sólo depende de nosotros que esto sea una marea que nadie pueda parar, callar e ignorar.


Vamos todos juntos, porque sólo unidos codo con codo podemos conseguirlo.


Hacemos este llamamiento también a nuestras familias, amigos, colectivos, otras Mareas, gente solidarianecesitamos vuestra ayuda y colaboración porque nuestras enfermedades nos limitan para la lucha activa, pero a pesar de todo haremos el esfuerzo de preparar y organizar esta cita en la que esperamos encontrarnos con todos vosotr@s.


Ni el dolor, ni el cansancio, ni el frío o el viento, ni nuestra incapacidad... conseguirán rendirnos ante tanto atropello e injusticia.


Nuestra lucha de hoy es el futuro de nuestros hijos y nietos por un planeta limpio y que no nos maten con enfermedades que a las grandes industrias químicas y farmacéuticas les favorecen enormemente llenando-les las arcas.


Para nuestro colectivo esto se traduce en más enfermedades comórbidas, compañeros y compañeras enfermas que padecerán Electrohipesensibilidad y Sensibilidad Química Múltiple.


Ya hay niños diagnosticados de Síndrome de Fatiga Crónica, ya hay niñoselectrosensibles, con sensibilidad química. El llamado “déficit de atención” e hiperactividad es eso, contaminados por químicos y electrohipersensibles… y son niños y niñas ¿que futuro les espera?


CON TU PUEDO Y MI QUIERO… VAMOS JUNTOS COMPAÑER@S


¡¡¡UNIDOS POR TOD@S Y PARA TOD@S!!!


¡¡¡A LA CALLE… QUE NO NOS PARE NADIE!!!


¡¡¡NOS VEMOS EN MADRID EL 11 DE MAYO… NO NOS CALLARÁN!!!


Organización:


http://www.fibroamigosunidos.com/


REBELIÓN ...MOVIMIENTO 12 DE MAYO
http://rebelion.foroactivo.org/


ALTEA-SQM
http://altea-sqm.blogspot.com.es/


MADRIDFIBROMIALGIA-SOS
http://www.madridfibro.es/




Fuente: http://www.kaosenlared.net/component/k2/item/53897-la-marea-de-los-enfermos-de-fm-sfc/em-sqm-ehs-vamos-juntos-a-madrid-el-11-5-13.html