viernes, 13 de enero de 2012

David Haines: “Los productos etnobotánicos son mejores que la medicina moderna”



Bruno Alatrista
news@identidadlatina.com





El profesor David Haines trabaja en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Debrecen en Hungría y también forma parte de la Universidad de Connecticut en el Departamento de Biología Molecular. Fue oficial militar encargado en las armas químicas durante la guerra del Golfo Pérsico y durante ese tiempo vio el impacto de los tóxicos en la salud del cuerpo humano. Luego de la Guerra trabajó en conjunto con la Universidad de Kuwait, en Europa y luego en los Estados Unidos para encontrar tratamientos para los soldados expuestos a los químicos tóxicos. Luego expandió su investigación para que también incluyeran tratamientos para enfermedades como la diabetes, artritis, obesidad, etc.
IDENTIDAD LATINA conversó con él en sus oficinas de Hartford.

-Profesor Haines ¿Cómo se podrían prevenir las enfermedades como diabetes, artritis y obesidad?

-En los últimos años he empezado a trabajar con el Dr. Silverstein para enfocarnos en la prevención y el tratamiento de enfermedades crónicas a través de métodos naturales a precios bien por debajo de la medicina tradicional. Usamos una combinación de componentes dietéticos, comidas que uno puede encontrar en cualquier mercado. Hemos encontrado que esa mezcla de comidas y derivados puede prevenir la patología de las enfermedades crónicas.

-¿Cuáles son los síntomas que advierten de la enfermedad?

-Todas las enfermedades muestran síntomas que son causados por una inflamación. A medida que uno envejece, se pierde el control de estas inflamaciones lo que abre las puertas a potenciales enfermedades.

¿Cuál es su vínculo real con el Dr. Silverstein?

-Nuestro equipo de investigación está trabajando en directo con él para crear y desarrollar estrategias de tratamiento de enfermedades usando comidas diarias. Estrategias que sean útiles para la gente común y de costos bien reducidos. El Dr. Silverstein trata en directo con pacientes, el es el físico y yo soy el científico que le provee los químicos necesarios y las combinaciones.

-¿Hay ciertas enfermedades que afectan más a los Latinos?

-Si, Diabetes y la obesidad son de alto riesgo para la gente Latina. Nuestros tratamientos pueden ayudar, no tienen efectos secundarios y se pueden conseguir a precios bien bajos. La comunidad Latina ha producido algo que se llama Santería, y aunque es un poco tabú hablar de ella, esto ha producido interesantes productos etnobotánicas. Nosotros en nuestro grupo hemos usado ejemplos de ellos para formular nuevas combinaciones que pueden reemplazar a la medicina moderna. ...
Justamente la medicina moderna ve a estas prácticas como viejas y en desuso, y yo creo que eso es un gran error.

-¿Usted cree que sus investigaciones no reciben tanto apoyo porque el mundo farmacéutico de hoy día quiere bloquear el uso de estas prácticas?

-Mi presupuesto para investigaciones en la Universidad de Connecticut fue cortado, porque me vieron como que estaba violando los códigos de las industrias farmacéuticas. Yo creo que hoy en día, las farmacias grandes son los criminales más grandes que existen. Ellos quieren que la gente continúe consumiendo grandes montos de dinero en medicinas. También crean medicinas que tienen efectos secundarios curados por otras medicinas creados por ellos mismos. Mucha gente Latina se da cuenta y hace uso de métodos naturales.

¿Hay otras organizaciones que estén trabajando con ustedes?

-He recibido ayuda monetaria en ciertas oportunidades del Instituto Nacional de la Salud.
Bruno Alatrista

Cuando el dolor se convierte en enfermedad

Uno de cada cuatro europeos padece dolor intenso y la mitad de ellos no recibe tratamiento

Se denomina dolor crónico al dolor que persiste durante un tiempo prolongado y que, a menudo, no responde a cirugía, fármacos, reposo, fisioterapia u otros métodos de tratamiento. En ocasiones, deja de ser un síntoma de que algo no funciona en el organismo para convertirse en enfermedad, aunque este aspecto no se tiene en cuenta ni por parte de los profesionales sanitarios ni por los propios afectados. Sin embargo, las cifras son preocupantes: 100 millones de europeos y 10 millones de españoles (un 22% de la población) conviven con él. Pese a que el dolor es una causa recurrente de visita en los servicios de urgencias y aunque cada vez afecta a edades más tempranas, pocos centros sanitarios están preparados para tratarlo de forma efectiva.
Por NÚRIA LLAVINA RUBIO
6 de enero de 2012


- Imagen: a.tobias -

Unos 100 millones de europeos y 10 millones de españoles padecen algún tipo de dolor crónico, que limita la calidad de vida. Facilitar el acceso a la información, la educación y el diagnóstico sobre la enfermedad, actualizartratamientos, concienciar sobre el impacto social, médico y económico del dolor y prevenirlo son algunas de las finalidades de la Pain Alliance Europe (PAE). Esta nueva entidad europea recién formada en el Parlamento aglutina a 18 ONG que representan a 11 países.

Con PAE también se pretende establecer una plataforma europea que fomente la investigación sobre el dolor. El intercambio de tendencias respecto a tratamientos, servicios y resultados entre los Estados miembros es clave para el avance del conocimiento de la enfermedad, con el objetivo de crear unas directrices únicas que proporcionen un sistema óptimo de tratamiento. El dolor crónico podría costarle a Europa hasta 300 mil millones de euros anuales y, según la Sociedad Española del Dolor (SED), un 2% del Producto Interior Bruto (PIB) a España.
Dolor intenso y de urgencia

Uno de cada cuatro europeos padece dolor intenso y la mitad no recibe tratamiento. La PAE ha manifestado que, mientras las dolencias reumáticas, ortopédicas y oncológicas están aceptadas por muchos grupos que impulsan su reconocimiento y tratamiento adecuado, el dolor crónico como enfermedad es una entidad bastante desconocida, tanto para los profesionales sanitarios como para la sociedad en general. El 21% de los europeos afectados no puede trabajar. Del 79% restante, un 61% ve alterada su vida diaria.


El dolor crónico es cada vez más frecuente en la edad infantil y las niñas lo sufren más a menudo

En realidad, el dolor es una causa muy recurrente en los servicios de urgencia. El dolor agudo es el principal motivo de ingreso en servicios de urgencias hospitalarias, que aduce el 43% de los pacientes. No obstante, un estudio reciente llevado a cabo por la Sociedad Española del Dolor (SED) y la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) asegura que la medición y el tratamiento del dolor es una asignatura pendiente en este ámbito. Desde la SED también se advierte de que ninguna especialidad médica está preparada para tratarlo de manera específica.
El dolor más habitual

Aunque las causas no se conocen siempre, a menudo, el dolor crónico está provocado por diversas condiciones médicas como diabetes, artritis,migraña, fibromialgia, cáncer, herpes zóster, ciática, traumatismos o alguna lesión antigua. Puede empeorar como respuesta a factores ambientales o psicológicos. El reciente estudio realizado por la SED apunta que el dolor en urgencias se debe, sobre todo, a traumatismos (39,2%), dolor grave (27,7%) y pacientes con agudización de dolor crónico (15,9%).

El 80% de los pacientes ingresan por dolor musculoesquelético. Le siguen el dolor abdominal, el torácico e isquémico o el neuropático. En términos generales, más allá de las urgencias, los más frecuentes son los de espalda y lumbares, entre todas las molestias osteomusculares, cabeza, cuello, problemas digestivos y ginecológicos.

En muchos casos, el dolor crónico no se diagnostica hasta pasados unos años, cuando el paciente decide visitar al médico, algo que ocurre de manera más frecuente entre las mujeres. En general, esta demora se achaca a que es soportable y los afectados lo interpretan como un fenómeno normal. La angustia y el malestar que provoca se transforman de forma paulatina en una sensación común no agradable, pero que llega a ser tolerable y, por tanto, conviven con él. Otros motivos para no recurrir al médico son el precio de los tratamientos (se estiman demasiado caros), la escasa eficacía o la posibilidad de causar efectos secundarios.

Con todo, los especialistas insisten en que es importante no automedicarse y consultar el médico. Incluso puede ser necesario aceptar la necesidad de tratamiento psicológico. Sufrir dolor crónico puede afectar a la vida en todos los aspectos: pareja, trabajo, amistades y tiempo libre. Incluso provoca ansiedad, depresión o insomnio, entre otros.

MÁS DOLOR EN NIÑOS


Un nuevo estudio publicado en la revista 'Pain' ha mostrado que el dolor crónico es cada vez más frecuente en la edad infantil, si bien las niñas lo sufren más a menudo. Los investigadores, que han revisado 32 estudios sobre este aspecto, han detectado que lacefalea es el más común: un 23% de los niños entre 7 y 18 años lo padeció al menos una vez por semana y un 5%, de forma diaria. Le siguen en frecuencia el malestar abdominal, de espalda y musculoesquelético.

En general, entre el 11% y el 38% de los niños experimentó algún tipo de dolor crónico. Además, estas tasas han aumentado durante las últimas décadas y se incrementan aún más con la edad. Resultados como estos argumentan que investigadores y médicos deben ser conscientes de la importancia de la afección infantil y de sus consecuencias a largo plazo. Si se detectan las causas, se podría intentar reducir sus efectos negativos cuando los afectados alcancen la madurez. El dolor persistente o recurrente puede provocar que los niños falten a la escuela y socialicen menos. A la vez, aumenta el riesgo de desarrollar ansiedad, depresión y baja autoestima.

MONJES BUDHISTAS PLANTAN EN FUKUSHIMA 8 MILLONES DE GIRASOLES CONTRA LA RADIACION


Tiempo atrás ya publicamos sobre investigaciones que se están llevando a cabo acerca de cómo eliminar la radiactividad mediante el uso de bacterias. Los sabios y valientes monjes budistas también saben como reducir los elementos radiactivos del suelo mediante la utilización de la naturaleza, en este caso, girasoles.

DESPERTARES


Épica y colorida hazaña es la que han concretado los monjes budistas del templo Goenji, ubicado cerca de Fukushima: plantar más de 8 millones de girasoles para absorber la contaminación nuclear en la tierras de cultivo.

En una acción que, vista desde cualquier perspectiva, resulta ciertamente inspiradora, un grupo de monjes budistas que residen en el templo de Goenji, ubicado en las proximidades de Fukushima, en Japón, región devastada por uno de los peores accidentes nucleares de la historia, se coordinó para llevar a cabo una labor ejemplar. Encabezados por Koyu Abe, líder del templo, los monjes se han dedicado a sembrar millones de girasoles, una planta que es famosa por su capacidad de absorber materiales del suelo, incluidos los radioactivos.

Hace unos días reportamos el caso de un conductor japonés de televisión… con la intención de comprobar que estos no están contaminados. Sin embargo, a los pocos días de su temeraria demostración, el conductor contrajo leucemia. Luego del accidente registrado en la planta nuclear de Fukushima, tras el embiste del terremoto, la radiación liberada permeó, a pesar de los esfuerzos, los suelos de una extensa región agrícola. Alimentos como verduras, leche, carne, pescado, agua, te y el arroz, esté ultimo pilar de la canasta básica en Japón y muchos otros países, debieron ser desechados tras registrar niveles excesivos de contaminación, al contener cesio.

“las raíces son las que actúan como mecanismo estabilizador. Realizan filtración, lo que significa que van a absorber y van a dejar cerca ellas tanto metales pesados como restos de uranio. Esto está siendo estudiado para saber cómo quedan estos elementos, pero lo que sí se sabe es que la planta es tolerante a altas cantidades de metales pesados y de uranio y también las ingresa en su metabolismo, por lo tanto, no pasan a las capas superficiales de agua y tampoco se trasladan en el terreno o el suelo” afirma la especialista argentina en bioquímica, Adalgisa Scotti, quien estudia este tema en el Centro Internacional de Estudios de la Tierra.

La científica precisó que aún no se sabe qué hacen las plantas para“desentenderse de la radiación”, pero adelantó que, en la actualidad, se está trabajando “en la asociación del uranio con un hongo que lo que hace es aumentar la superficie de raíces, por lo tanto, tendríamos un porcentaje de captación mayor con una simbiosis entre el girasol y este hongo, que con el girasol solo. En esa etapa estamos ahora, en aumentar la captación que tienen esas raíces que actuarían como una aspiradora: Absorbe, retiene y lo deja ahí”.

La función orgánica de absorción y control que desempeñan los girasoles no es exclusiva de su especie y en el ámbito de las tareas naturales tiene un nombre específico: Bioremediación.

“La bioremediación en términos más amplios abarca a cualquier sistema biológico que se utilice para descontaminar cualquier área. Puede ser que estemos hablando del aire, de una planta, de una enzima, un alga, es decir, cualquier sistema biológico que se utilice para descontaminar el medio ambiente se llama bioremediación”, afirmó la bioquímica.



Los aztecas mexicanos consideraron al girasol una flor sagrada y la bautizaronAlcahual que significa maravilla. Luego, los conquistadores europeos justamente maravillados por ella transportaron sus semillas al viejo mundo y la plantaron a partir del siglo XVI. De ahí en más, esta flor omnipresente no ha terminado de incentivar y provocar las más diversas búsquedas. La encontramos fulgurante en la película “Los girasoles de Rusia”, como símbolo político del Partido Verde de España y en al menos cinco cuadros de Van Gogh. Hoy, como empieza a explicarse, se le ha encomendado también la noble misión de aliviar a los suelos de los residuos radioactivos.

Y que mejor manera de contribuir al combate del catastrófico escenario que sembrar millones de flores, las cuales no solo ayudan a depurar las tierras afectadas, sino que, al menos en un plano simbólico, irradian esperanza a una población desmoralizada.

Enviado por Lili