miércoles, 30 de enero de 2013

Dolencias recurrentes... ¿Radiaciones en el dormitorio?





Muchas enfermedades son el resultado de determinadas agresiones del entorno o de factores de riesgo ambiental que tenemos dentro de nuestras propias casas sin saberlo. Sin embargo este concepto, que resulta familiar a cualquiera que haya visto la serie del doctor House, no parece haber calado aún en la práctica médica en España. La realidad es que convivimos con múltiples campos electromagnéticos artificiales y radiaciones naturales, así como con numerosos tóxicos ambientales.

En muchos casos la recuperación de una persona con ciertas dolencias pasa no sólo por tratar sus síntomas, algo en lo que la medicina contemporánea es muy diligente y eficaz, sino por eliminar la causa que los provoca y a la que estamos expuestos inconscientemente durante muchas horas al día. Hoy en día, con la creciente invasión de las nuevas tecnologías, es muy frecuente que los dormitorios se parezcan casi más a pequeños despachos con un gran número de dispositivos tecnológicos a mano: teléfonos inalámbricos, ordenadores, móviles cargando, radiorelojes despertador conectados a la corriente, etc. Todo esto, que sin duda nos trae comodidad, puede tener consecuencias para nuestro descanso a corto plazo y, lo que es más importante, para nuestra salud a medio y largo plazo.

Un campo electromagnético cerca de la cabecera de la cama puede en primer lugar interferir en nuestro sueño, hacer que sea menos profundo, que nos despertemos, que nos levantemos poco descansados o con dolor de cabeza. Esto puede estar provocado por tener un móvil cargándose en la mesilla, por la base del teléfono inalámbrico o por un despertador eléctrico que emita más de lo conveniente o que no esté bien conectado a la toma de tierra de nuestra instalación eléctrica. Si tenemos la cabecera de la cama pegada a una pared donde al otro lado hay una nevera conectada nos encontraremos con que un campo magnético rodea nuestra cabeza mientras estamos durmiendo, con las mismas consecuencias e incluso más graves.

La propia Organización Mundial de la Salud admite que el 80% de los cánceres y el 20% de la mortalidad mundial se deben a factores ambientales. Las radiaciones naturales y artificiales se cuentan entre los más desconocidos por la población general. Según expertos de la empresa Geosanix, especializada en detectar, analizar y eliminar o minimizar los diversos factores de riesgo geoambiental, "la exposición a campos eléctricos es uno de los problemas que encontramos con más frecuencia en los hogares que visitamos en el curso de nuestro trabajo. Hemos llegado a detectar campos eléctricos del orden de 180 V/m en el dormitorio, un valor muy alto y más teniendo en cuenta que se trata de la zona donde más horas pasamos. También localizamos más veces de las que quisiéramos variaciones intensas del campo magnético terrestre justo en la zona de la cama, con lo que al final resulta que estamos expuestos de forma cotidiana y sostenida a situaciones nada acordes con nuestra biología, con los consiguientes efectos acumulativos sobre nuestra salud", explica José Miguel Rodríguez, director de Geosanix.

Rodríguez insiste en la importancia de lo que él llama "el círculo vicioso geoambiental", que se produce cuando una persona está sometida en su vida diaria a un factor de riesgo y no logra recuperar la salud porque, al no ser consciente de ese riesgo, sigue expuesta a él. "Lo vemos muchas veces en nuestro trabajo, con personas que van al médico una y otra vez, y lógicamente suelen mejorar, porque el tratamiento que les ponen ataca eficazmente sus síntomas. Pero al cabo del tiempo tienen que volver a consulta porque, por desconocimiento, no han eliminado la causa que los provoca", explica.

Radiaciones naturales y artificiales


Los factores de riesgo geoambiental que analiza Geosanix pueden ser de distinto origen. Entre los tóxicos físicos están las radiaciones naturales y artificiales. Las naturales son las que proceden de la radiactividad del entorno, de alteraciones geológicas del subsuelo, las cuales provocan variaciones locales del campo magnético terrestre, o de redes Hartmann y Curry. Según José Miguel Rodríguez, una de las hipótesis que más peso tiene es que las redes naturales tienen un origen electromagnético. La explicación es que las líneas de fuerza del campo magnético y eléctrico de la tierra pueden tener una forma más o menos reticular, existiendo zonas con mayor o menor densidad en las líneas de fuerza de dichos campos, que serían las zonas llamadas geopatógenas. Así mismo en las zonas donde existen cursos de agua subterránea o acuíferos también se producirían alteraciones de dichos campos, resultando ser zonas que pueden afectar a nuestra salud, especialmente si una de estas distorsiones coincide con el espacio donde tenemos la cama colocada.

Las radiaciones artificiales son las que emiten las antenas de telefonía, los aparatos inalámbricos como teléfonos, móviles o routers, las instalaciones eléctricas defectuosas de los hogares, los electrodomésticos mal instalados o sin toma de tierra, etc. Los tóxicos ambientales, por su parte, comprenden desde sustancias químicas como los formaldehidos, CO2, NO2, SO2, que se relacionan con múltiples enfermedades, como el síndrome químico múltiple, el párkinson y otros procesos neurodegenerativos, hasta el material particulado, que puede causar múltiples enfermedades del sistema respiratorio, nervioso y cardiovascular incluso con breves exposiciones.

Decálogo de salud geoambiental (Fuente: Fundación para la Salud Geoambiental)

1. Alta permanencia. Evita situar tu lugar de descanso o de trabajo sobre zonas con alteraciones geofísicas, que alteran los campos magnéticos naturales en la superficie, y provocan inestabilidad e intensa radiación terrestre. Los lugares donde pasas más horas al día deben estar libres de radiaciones naturales.

2. Descanso. No coloques en tu mesilla de noche aparatos eléctricos, como radio-despertadores, lámparas halógenas con transformador o teléfonos inalámbricos. No pongas el móvil a cargar al lado de tu cama. Evita los colchones de muelles y los somieres con piezas ferromagnéticas.

3. Móviles. Al hablar por el teléfono móvil, hazlo con el manos libres; si evitas colocarte el aparato al lado del cerebro, estarás protegiéndote de sus radiaciones. Conecta el Bluetooth o el WiFi sólo cuando lo necesites. Procura que los niños no usen los móviles.

4. Electrodomésticos. La lavadora, microondas, horno, caldera, cocinas de inducción o vitrocerámica no deben estar en la pared contigua a la cabecera de tu cama. Aun estando apagados, emiten radiaciones que traspasan la pared.

5. Instalación eléctrica. Comprueba que el cableado no emite más radiaciones de lo estrictamente necesario y que las tomas de tierra funcionan bien.

6. Tecnologías inalámbricas. Las tecnologías sin cables, como los teléfonos inalámbricos DECT o los routers WiFi, saturan nuestro entorno de radiaciones de altas frecuencias. Elige preferiblemente tecnologías con cable, y recurre a las tecnologías inalámbricas sólo si es inevitable, siempre colocando las fuentes de las radiaciones lejos de los lugares de alta permanencia.

7. Gas radón.Cuando decores tu casa, evita el uso de basaltos o granitos, algunas cerámicas y ciertos tipos de gres, que pueden ser fuente de gas radón; es radiactivo y puede causar cáncer de pulmón. Si el inmueble tiene estos materiales, asegúrate de que hay una buena ventilación.

8. Antenas y cables. Antes de adquirir una nueva vivienda u oficina, vigila que no haya cerca antenas de telecomunicaciones o de teléfonos móviles, líneas de alta tensión, tendido eléctrico o transformadores urbanos.

9. Electricidad estática. Evita el uso excesivo de materiales sintéticos: moquetas, tejidos, encimeras de cocina, mobiliario, etc. Coloca humidificadores y utiliza preferentemente materiales naturales.

10. Edificios inteligentes. Los lugares cerrados con ventanas impracticables, suelos o techos técnicos y aires acondicionados son caldo de cultivo de bacterias y hongos por el aumento de la ionización positiva del aire. Hace falta una buena ventilación y utilizar ionizadores para mejorar la calidad del ambiente.Clara Román
www.geosanix.com

Fuente: http://www.espaciohumano.com/index.php/blogs/ecologia/316-dolencias-recurrentes-radiaciones-en-el-dormitorio

SÍNDROMES DE FIBROMIALGIA Y FATIGA CRÓNICA




Un talk show donde los especialistas y el público generan un espacio de interacción rico en propuestas en el que se analizan, desde diferentes ópticas, diversos aspectos de interés de la vida diaria. La idea es generar, juntos, contenidos valiosos que permitan mejorar la calidad de vida de la sociedad, así como contribuir a la toma de decisiones importantes de manera fundamentada y, ante todo: ofrecer alternativas a diferentes problemáticas relacionadas con la salud, la familia, la vivienda, la pareja y el ámbito social.

"Los pequeños campesinos refrescarían el planeta"



Henk Hobbelink, ingeniero agrónomo y premio Nobel alternativo de agroecología



Foto: Pedro Madueño

VÍCTOR - M. AMELA

Hay comida para todos en el mundo?

¡De sobra! Pero no llega a todo el mundo.

¿A quién no le llega?

Hay mil millones de personas sin el mínimo de comida para estar bien alimentados. ¡Y vamos a peor...!

¿Y por qué?
Porque la comida se ha convertido en mercancía, en negocio.

¿Para quién?
Para la industria financiera y las grandes corporaciones multinacionales.

¿Qué hacen?
¡Acaparan más y más tierras!

¿Cuántas?
En los últimos cinco años, los grandes inversores internacionales han adquirido unos 70 millones de hectáreas de tierra agrícola.

¿Para qué?
Para producir grandes cosechas, especular con sus precios, exportarlas... y forrarse.

¿Y por qué eso es malo?

Porque aplican un modelo agroindustrial para el negocio de la exportación, no para consumir como comida. Un modelo de consecuencias nefastas.

Explíquemelas.
Una, las poblaciones campesinas locales son desposeídas..., y acaban mendigando en los extrarradios de las urbes.

Dos.
Se pierden para siempre variedades agrícolas locales tradicionales, sustituidas por semillas diseñadas en laboratorio, hoy el 80%.

¿Tres?
Se cultivan cosechas ingentes de soja o maíz para hacer piensos y agrocombustibles: el 90% de la soja y el 40% del maíz no se convierte en alimento: no va a los estómagos de personas, va a los depósitos de coches.

Cuatro.
Son cultivos basados en el petróleo: abonos y pesticidas sintéticos, combustible para tractores y bombas de agua y para transportar cosechas al otro lado del mundo... Y un dato: el 20% del tráfico rodado en Estados Unidos transporta comida. ¡Y todo eso contamina gravemente!

¿Hasta qué punto?
Nuestra oenegé lo ha calculado: la agroindustria genera la mitad de las actuales emisiones de CO2.

¿La mitad? ¡Es mucho!
Sí. Recuperar el modelo de agricultura local acabaría con el efecto invernadero. Si las tierras volviesen a los campesinos tradicionales, ¡se acabó el cambio climático!

¿Los payeses, salvadores del planeta?
Así es: ¡el retorno de los campesinos refrescaría el planeta! Y los abonos orgánicos fijan el carbono en el suelo.

¿Dónde están los payeses?
Siendo expulsados del campo: se imponen las grandes corporaciones, las plantaciones extensivas, los plásticos de Almería...

Ah, aquellas frutas con sabor...
A la agroindustria sólo le importa que tengan buen aspecto, se empaqueten bien y soporten largos transportes, ¡no su sabor!

¿Algún ejemplo?
Una zanahoria torcida, por rica que sea, es interceptada y no entra en una gran superficie. ¡Se tira! E igual con más productos. Entre eso y que compramos de más..., ¡el 40% de los alimentos no llega jamás a la mesa!

Pero la agroindustria es más eficiente.
¡Falso! El 30% de la tierra fértil del mundo, la de pequeños campesinos, produce el 65% de la comida. Y es más diversa, nutritiva y saludable.

Proponga alternativas.
Soberanía alimentaria y agroecología.

¿En qué consiste eso?
En respetar la sabiduría de los payeses tradicionales: ¡ellos saben qué le conviene más a su tierra para que los sustente!

¿Estamos a tiempo?
Gracias a internet, felizmente, pequeños agricultores están conectando directamente con consumidores: les ofrecen alimento fresco y saludable, y pueden subsistir.

Estará contento.
Es una esperanza. Yo lo hago así: en Vallvidrera, treinta familias nos proveemos de un agricultor ecológico de Collserola.

¿Merece la pena?
¡Claro! Buen precio... y frutas y verdura siempre frescas y de temporada.

¿Qué decretaría si mandase?
Ayudas sociales a los pequeños agricultores, para que se queden en el campo.

¿Qué más?
Es aberrante que se fumiguen con avionetas desde el aire pesticidas sintéticos que lo matan todo (incluidos cultivos de pequeños campesinos) menos la planta transgénica. Y todo para crecer exportando...: ¡es pan para hoy y hambre para mañana!

Ilústrelo, para acabar...
El inversor indio Karaturi ha comprado 300.000 hectáreas en Etiopía: rotura con bulldozers grandes plantaciones para exportar... Detrae agua del Nilo, ¡y así desecará un río del que viven millones de egipcios!

¿Tan buen negocio es?
Si tiene usted dinero en un banco, no dude que está financiando negocios así: es la burbuja agroalimentaria... Explotará y habrá hambrunas. ¡Estamos jugándonos el futuro!

http://www.lavanguardia.com/lacontra/20130123/54362244076/la-contra-henk-hobbelink.html

Fuente: http://afaramos.blogspot.com.es/2013/01/los-pequenos-campesinos-refrescarian-el.html

La OCU detecta dos marcas de hamburguesas que llevan carne de caballo sin avisar en el etiquetado


La OCU detecta dos marcas de hamburguesas que llevan carne de caballo sin avisar en el etiquetado

Tras estudiar 20 tipos de hambuguesas envasadas vendidas en supermercados
Lo consideran "un engaño al consumidor"; 16 carnes contenían sulfitos
Otras hamburguesas analizadas contenían altos porcentajes de grasa y sal


La OCU ha detectado dos marcas de hamburguesas que contienen carne de caballo sin advertirlo en el etiquetado tras el análisis de una veintena de hamburguesas frescas envasadas, por lo que exige una investigación urgente a las administraciones competentes, aunque aclaran que no es por un problema de seguridad alimentaria si no de engaño a los compradores que creen que están adquiriendo solo carne de vacuno.

La pasada semana, las autoridades alimentarias irlandesas advirtieron que habían hallado restos de carne de caballo en hamburguesas de cinco cadenas de supermercados con presencia en la República de Irlanda y en el Reino Unido, como Tesco, Aldi o Lidl, cuyos ingredientes "provienen de Holanda y España".

El Ministerio de Agricultura español aclaró que la producción y venta de carne de caballo es legal, y que nuestro país es exportador de este tipo de carne y que el producto tiene que superar los mismos controles sanitarios que cualquier otro tipo de carne.
Conservantes, colorantes y sulfitos

Debido a la alerta irlandesa, la OCU decidió analizar el ADN de las hamburguesas en su estudio, y ahí es donde detectaron las carne de equino. Tambíen han encontrado que 16 de las 20 carnes analizadas llevan sulfitos, otro aditivo cuya utilidad es inhibir el crecimiento de bacterias y mantener el color original de la carne.

Para añadir los sulfitos, los fabricantes utilizan un truco legal: denominar a su hamburguesa como "burguer meat".

Explica que los sulfitos no son inocuos en cantidades altas, pero alguna de las hamburguesas analizada lleva el 90 por ciento de la Ingesta Diaria Admisible (IDA) de sulfitos para un niño, por lo que no debería tomar más sulfitos en ese día, ni añadir kétchup o mostaza.

Otros parámetros analizados son la grasa, el aporte calórico y la sal. La mayoría de hamburguesas supera con creces el contenido de grasa de una pieza de carne vacuno.

Algunos productos llegan a un 23 por ciento y un 25 por ciento, porcentajes claramente excesivos, según indica la OCU, puesto que a mayor contenido graso, menor contenido proteínico.

La media de aporte calórico encontrado es de 200 calorías por cada 100 gramos de preparado de carne, por lo que a mayor contenido de grasa y mayor tamaño de la hamburguesa, aumentan las calorías.

Respecto a la sal, la gran mayoría de las hamburguesas superan con creces el 1 por ciento, que la OCU entiende es excesivo y nada recomendable


http://www.rtve.es/noticias/20130129/ocu-detecta-dos-marcas-hamburguesas-contienen-carne-caballo-sin-avisar-etiquetado/605507.shtml