jueves, 10 de enero de 2013

Sopas y tóxicos



El Glutamato Monosódico, GMS, es un aditivo usado desde hace seis décadas en sopas y luego en alimentos infantiles de la industria norteamericana.

A pesar de que ratas alimentadas con GMS sufrieron destrucción de la retina, no fue sino hasta diez años después que el doctor Olney (Universidad de Washington, 1970) presentó un informe al Senado demostrando que también daña otras partes del cerebro, la industria se comprometió a suprimirlo de los alimentos infantiles.

Sin embargo, está legalizado como aditivo por la FDA. Aunque la etiqueta del producto ultraprocesado no diga que contiene GMS, el fabricante usa treinta nombres distintos, como caseinato de calcio, aromatizantes naturales, carragenina... Todos GMS.

El GMS lo contienen todas las sopas de sobre, cubitos, consomé, espaguetis instantáneos, productos bajos en grasa y vegetarianos para mejorar el sabor. Es un hidrolizado de proteínas, o glutamato. Por tanto, son aminoácidos libres.

Nuestro organismo está diseñado para digerir, absorber y asimilar proteínas enteras, no está programado para utilizar aminoácidos libres que, ingeridos, pasan velozmente a la sangre y los niveles se multiplican por 24 veces. Estos niveles se comportan como toxinas que sobreexcitan a las células nerviosas (excito-toxinas).

El glutamato es un neurotransmisor propio del cerebro. Lo utiliza en concentraciones bajísimas. Cuando se eleva demasiado se producen radicales libres muy tóxicos que oxidan todos los componentes celulares, dañan el ADN y llevan a la muerte celular.

Exceptuando el hipotálamo, el resto del cerebro dispone de una barrera que impide la elevación ocasional de glutamato producida por alimentos.

No puede eliminar concentraciones muy elevadas de excito-toxinas que se obtienen al comer diario y varias veces meneítos, doritos, tortillitas, salsas, y productos dietéticos que contienen GMS.

La misma barrera protectora del cerebro se vuelve porosa ante infecciones, fiebre, hipoglucemia, enfermedades neurodegenerativas y la vejez, permitiendo la inundación de glutamato. Por ello, debería prohibirse el consumo de productos con GMS a personas en esta situación.

La industria aduce que los niveles de GMS son muy bajos. Aunque dosis no tóxicas no matan la neurona, alteran su funcionamiento, especialmente a nivel del hipotálamo, que regula la función hormonal, funciones de los sistemas simpático y parasimpático, sueño, hambre, latidos cardíacos.

Efectos nocivos se han encontrado en ratas adultas, embarazadas y bebés alimentados con GMS. También en otras especies animales. No se necesita ingerir mucho GMS porque el adulto humano es cinco veces más sensible que la rata y el infante humano lo es cuatro veces más que el adulto.

Para escribir su libro ¨Excitotoxinas: sabores que matan¨ el Neurocirujano doctor Russel Blayloc analizó centenares de investigaciones. “Las crías nacidas de madres alimentadas con GMS eran pequeñas, con órganos reducidos, y a medida que crecieron desarrollaron obesidad, triglicéridos elevados, fertilidad disminuida (o esterilidad), agresividad permanente, pubertad prematura, y para siempre empobrecidas la inmunidad y función intelectual.

Al medir los neurotransmisores en la prole, tenían disminuidas la norepinefrina (indispensable en la atención y concentración) y en 80% la acetilcolina (vital en aprendizaje y memoria).¨ Existirá Responsabilidad Social Empresarial, RSE, cuando la etiqueta del producto con GMS diga que su consumo es dañino durante el embarazo y antes de tres años de edad.

Cuando los lactantes de los sectores pobres inician las comiditas, sus madres influenciadas por el mito de que “las sopas son alimenticias”, les dan sopas empacadas “de pollo¨ (sin pollo y con GMS). Es almuerzo de varias veces por semana.

Por tabúes transgeneracionales tienen terror de enseñarles a comer huevo, frijoles y carne, comparativamente de inferior costo y excelente valor nutricional que deberían comer a diario, previniendo la desnutrición crónica infantil.

La industria fortalece continuamente este mercado con megapublicidadad. Los sobres de sopa son adheridos a los envases de leche en polvo como una promoción; los techos del Huembes invitan a su consumo.

A lo largo y ancho del país también las sopas Maruchán han venido a sustituir comidas saludables para cenas de la población con menos recursos.

El incremento progresivo de las enfermedades crónicas no transmisibles entre la población adulta joven nicaragüense posiblemente es el efecto acumulativo de una alimentación conteniendo excitotoxinas, Jarabe de Maíz de Alta Fructosa, grasas trans y una vida sedentaria.

“Soberanía Alimentaria” sería cubrir los techos del Mercado Huembes con mensajes que promuevan el consumo de alimentos frescos, nutritivos, saludables, libres de excito-toxinas.


* Máster en Nutrición y Seguridad Alimentaria


http://www.elnuevodiario.com.ni/opinion/273829-sopas-toxicos

EJÉRCITO DE INSECTOS, UNA ALTERNATIVA A LOS TÓXICOS PESTICIDAS



Por: AFP


Foto: Archivo
Ejércitos de insectos atacan las plagas de la flora limeña.

PERÚ HA TENIDO UNA EXITOSA EXPERIENCIA CON INSECTOS QUE COMBATEN PLAGAS SIN DAÑAR EL MEDIO AMBIENTE.


Centenares de insectos crecen y se reproducen en el primer insectario urbano de Perú de cara a librar la madre de todas las batallas: cazar insectos depredadores de la fauna en Lima.

El sitio es una auténtica "maternidad de insectos" donde se crían en un pequeño huerto mariquitas, crisopas, chinches, cochinillas, avispas y hasta las espectaculares mantis religiosas, famosas entre niños por la película Kung Fu Panda.

El método biológico busca crear conciencia también sobre sus beneficios para la salud, pues Perú exhibe un trágico palmarés por pesticidas: 24 niños murieron intoxicados por consumir alimentos contaminados con plaguicidas en Cusco en 1999.

"Los plaguicidas biológicos nos permiten evitar el uso de pesticidas en plantas, que siempre acaban contaminando el medio ambiente", dijo Patricia Llanos, una bióloga que dirige el insectario en el municipio limeño de Miraflores, primero de su género en Perú.
Laboratorio único en América Latina

Miraflores sería el único municipio en América Latina en tener un laboratorio de producción de insectos en zona urbana, según las autoridades ediles.

Los insectos están en cubículos y conforman un verdadero ejército de "invertebrados artrópodos" cuya tarea principal, además de la reproducción, es arrasar con su voraz apetito con las plagas depredadoras que amenazan la flora limeña.

"Las plagas más comunes en las plantas y árboles son la mosca blanca, pulgones y el piojo harinoso", comenta Llanos. Esas plagas son la mayor amenaza en los parques y jardines de Miraflores, un distrito de 90 mil habitantes que pone énfasis en el cuidado del medio ambiente y es uno de los más emblemáticos barrios comerciales y residenciales de Lima.

Miraflores, cuya extensión es de 9,6 kilómetros cuadrados, posee un millón de áreas verdes de las cuales una parte cubre con plantas y flores los acantilados de 60 metros de altura en la bahía de Lima, desde cuya cima se contempla el océano Pacífico.

La técnica del plaguicida biológico es bastante simple en palabras de la biológa Llanos: "40 fumigadores son los encargados de cargar con los insectos en balones y esparcirlos sobre las áreas donde se encuentran los depredadores".

La batalla de insectos succionadores y masticadores versus depredadores parece una escena de Alien, la película de Ridley Scott: "Esto es lo que ocurre cuando los soltamos" refiere la responsable del insectario al señalar en una computadora imágenes grabadas con microcámara que muestran de qué manera una chinche succiona a un gusano.
Insectos en balones

"Sin embargo, la gran diferencia entre el método biológico y el químico es el riesgo que éste mate la fauna. Lo mejor para el medio ambiente es estar libre de insecticidas", menciona.

El período de reproducción en el insectario fluctúa entre 4 y 30 días. Allí todos los insectos consumen una papilla en base a maca -un energizante sexual originario de los Andes peruanos- mezclada con polen, miel de abeja y levadura de cerveza.

En los gigantescos ficus, que abundan en los parques, el enemigo principal son los hongos, plaga que junto a las larvas de polillas crece geométricamente por la elevada humedad de la zona. Según datos del municipio miraflorino, las plagas se redujeron del 70% al 2% gracias al uso de este método.

Durante una reciente conferencia en el Parlamento peruano sobre el día mundial del No uso de plaguicidas y los 50 años de 'La Primavera Silenciosa' -libro de la bióloga estadounidense Rachel Carson que previno por primera vez sobre el peligro de los pesticidas- el congresista oficialista, Jaime Delgado, alertó que "el uso indiscriminado de plaguicidas genera grandes impactos al ambiente y a la salud de los productores y consumidores".

Y recuerda que los plaguicidas fueron "causantes de una serie de tragedias en los últimos años en Perú". Además de los 24 niños muertos en 1999 en la comunidad de Taucamarca en Cusco (sureste) -por consumir leche contaminada con el plaguicida parathion-, otros tres niños fallecieron y 100 más se intoxicaron en 2011 en una escuela pública de Cajamarca (norte) por ingerir un almuerzo contaminado con plaguicida.

En 2012, en tanto, también por plaguicidas, se intoxicaron más de 400 trabajadores del Fundo Agroindustrial "Beta" en Ica (sur).

AFP

http://diarioadn.co/vida/medio-ambiente/insectos-combaten-plagas-en-per%C3%BA-sin-da%C3%B1ar-el-medio-ambiente-1.39840