Un estudio constata que las concentraciones de varias sustancias nocivas y carcinogénicas variaban significativamente en función de la marca
REPÚBLICA/EP | MADRIDPUBLICADA EL 27-09-2012
Las cajetillas de tabaco indican las concentraciones de nicotina, alquitrán y monóxido de carbono para confirmar que no superan los niveles permitidos, sin embargo, la cantidad de estas sustancias no siempre es proporcional a la toxicidad que aportan multitud de otros compuestos, según han podido comprobar investigadores de la Universidad de Alicanteen un estudio publicado en la plataforma Sinc. Los investigadores analizaron 10 marcas de cajetillas y observaron que las concentraciones de varias sustancias nocivas y carcinogénicas variaban significativamente entre ellas. En concreto, analizaron los gases y alquitranes que emiten diez marcas comerciales de cigarrillos rubios: tres españolas (Fortuna, Ducados y Nobel) y siete estadounidenses o británicas (Marlboro, Winston, Chesterfield,Camel, L&M, Lucky Strike y John Player).
Según el estudio, publicado en Food and Chemical Toxicology, la proporción de los compuestos detectados en los gases se mantiene en cada tipo de cajetilla, pero hay algunos que no siguen esta tendencia, como isopreno, el crotonaldehído y el tolueno, que se encuentran entre los más carcinogénicos y nocivos.
“A pesar de que los productos que generan se parecen, el rendimiento relativo de algunos compuestos altamente tóxicos y carcinogénicosvaría considerablemente de una marca a otra”, ha señalado una de las autoras María Isabel Beltrán.
Los resultados también revelan que las marcas que presentan la menor producción de compuestos gaseosos no coinciden con las que lo hacen para los alquitranes, y que la que genera mayor cantidad de isopreno, tolueno y crotonaldehído proporciona una cantidad de alquitrán menor que la media. “No hay que asumir, por tanto, que un cigarrillo que genere más alquitranes vaya a ser más tóxico que otro que produzca menos”, ha señalado Beltrán.
Los investigadores, que declaran en el artículo no tener ningún conflicto de intereses, han preferido no desvelar los datos que corresponden a cada marca y las han identificado con las letras de la A a la J.
Respecto a las sustancias reguladas, al comparar con otros estudios se ha encontrado que el nivel de monóxido de carbono de los cigarrillos españoles es ‘medio-alto’ respecto al resto e, incluso, una de las marcas superaba ligeramente el valor establecido por la legislación (10 mg/cigarrillo), con 11,1 mg/cigarrillo.
“Hay que tomar este resultado con prudencia y compararlo con lo de otros laboratorios, porque, aunque hacemos los experimentos con 200 cigarrillos, a veces los datos pueden variar dependiendo del lote de cajetillas o de las condiciones ambientales”, ha señalado la investigadora.
http://www.republica.com/2012/09/27/el-tabaco-presenta-compuestos-toxicos-no-regulados_554505/
viernes, 5 de octubre de 2012
¿Cómo hacer para mantener activo el cerebro?
Alimentarse bien y evitar las rutinas
Un mapa del cerebro. (ARCHIVO)
Si usamos los mismos circuítos neuronales la rutina puede atrofiar el cerebro.
Lo básico es disfrutar del tiempo libre, de familia y amigos, una alimentación equilibrada, evitar los tóxicos y jugar a ejercitar el cerebro.
Alimentos aliados del cerebro son las anchoas, las nueces, las uvas y las pasas.
Como si fuera un músculo, el cerebro también se atrofia. Del mismo modo que hay que ejercitar nuestro cuerpo para mantener los músculos en forma, también hay que ejercitar el cerebro. Si siempre utilizamos los mismos circuítos neuronales para desarrollar nuestra actividad física y mental caemos en una rutina que lo puede atrofiar.
El neurólogo Carlos Tejero explica que hay que mantener el cerebro activo para evitar que envejezca: "Tenemos que crear nuevas conexiones, abrirnos a nuevas vías, mirar de frente a los problemas nuevos y encontrar soluciones".
Preparar un menú para varios invitados, mover de lugar los muebles de una habitación, interpretar un mapa, ir al trabajo por un camino distinto, ver la televisión de forma interactiva, navegar por internet, leer…Estos son ejemplos de cómo mantener vivo el cerebro. Pero "si siempre optamos por hacer una sopa de letras, sin cambiar de pasatiempo, también podemos caer en la rutina".
Cinco pautas para una buena salud cerebral
Intentar disfrutar de nuestro tiempo libre.
Seguir una alimentación equilibrada, como la dieta mediterránea.
Disfrutar de la familia y los amigos.
Evitar los tóxicos.
Jugar a ejercitar el cerebro con pasatiempos, estrategias, un simple juego de cartas…
Para este especialista, vocal de la Sociedad Española de Neurología (SEN), "lo mejor para que nuestro cerebro funcione es combinar los ejercicios mentales con las sensaciones". Percibir un olor agradable y averiguar de dónde procede, disfrutar de los sabores, que llegan antes al cerebro que al estómago, viajar para cambiar de rutina y vivir sensaciones nuevas. O de una tarde de silencio reconfortante.
Alimentos que le gustan al cerebro
Los alimentos que proporcionan vitaminas, sales y minerales al cerebro son los ricos en grasas de origen vegetal:
Pescados, como las anchoas.
Frutos secos, en especial las nueces.
Uvas y pasas.
El ejercicio mental también cansa, pero es un cansancio positivo, mientras que la depresión, el estrés, la angustia, la preocupación intensa nos “intoxica y obsesiona” y eso “nos provoca falta de atención y concentración”.
También la rutina se va colando en nuestras vidas conforme vamos cumpliendo años. Los incentivos decrecen y la actividad también. Por eso es necesario seguir interactuando con otras personas, cambiar opiniones, realizar actividades físicas y psíquicas placenteras y mantener la parte afectiva.
Qué perjudica al cerebro
Los principales factores de riesgo para desarrollar enfermedades neuronales son:
Los tóxicos: consumo de drogas, alcohol y tabaco.
Una dieta poco variada que no incluya nutrientes beneficiosos para el cerebro.
Dormir poco y mal que nos provoca problemas de concentración y bajo rendimiento intelectual que puede derivar en demencias.
La falta de ejercicio físico.
El estrés, la angustia…prolongada.
Algunos medicamentos (ansiolíticos y antidepresivos) pueden deprimir el sistema nervioso pero no predisponen a que aparezcan enfermedades neurológicas.
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