El malestar general que se deriva de la fibromialgia
puede contribuir a la inhibición del deseo sexual
puede contribuir a la inhibición del deseo sexual
Los diferentes problemas en las relaciones sexuales 
pueden favorecer la aparición de emociones negativas, 
tales como desilusión, frustración, tristeza … A su vez,
estas emociones negativas favorecerán el surgimiento 
de conflictos y recriminaciones entorno a la relación y 
no solo por lo que se refiere a la sexualidad, sino, más
extensamente, a la relación de pareja. Como consecuencia
extensamente, a la relación de pareja. Como consecuencia
de dichas tensiones y disputas, no solo el enfermo, sino 
también su compañero/a se sienten insatisfechos.
Qué puede ocurrir cuando la falta de satisfacción en la 
actividad sexual y de pareja se manifiesta? La respuesta 
la encontramos enla falta de placer, de disfrute de la 
actividad sexual, lo que provoca que,poco a poco, nos 
distanciemos y dediquemos menos tiempo a una práctica 
que, inicialmente, se espera que sea gratificante, 
satisfactoria.
El malestar general que se deriva de la fibromialgia puede 
contribuir a la inhibición del deseo sexual. La persona se 
encuentra ante una situación de dolor crónico, a la que se 
añade la falta de soluciones efectivas a su malestar y, 
en algunas ocasiones, el tener que enfrentase a la 
incomprensión por parte de las personas de su entorno 
inmediato, incluyendo a su pareja.
Otra de las dificultades asociadas a la actividad sexual es 
el vaginismo. Esta disfunción suele producirse por el miedo 
al dolor que puede producir la penetración (dispaurenia).
Se genera una contractura del tercio anterior de la vagina 
que impide la penetración. Esta contractura también puede 
relacionarse con el dolor propio de la fibromialgia.
Si durante alguna de las experiencias sexuales se 
ha padecido dolor, éste puede quedar condicionado. 
Es decir,el dolor que ha sufrido la persona durante la 
relación sexual lleva a que, ante una nueva relación, el 
propio cuerpo reaccione contrayendo la musculatura para 
impedir la penetración (el cuerpo mantiene en la memoria 
que en otra ocasión fue dolorosa, es como un medio de 
defensa). Este proceso impide el disfrute de la actividad 
coital. Esta descripción, que está más centrada en la mujer, 
también puede ser válida para el hombre. Es decir, puede 
aparecer dolor en el pene durante la actividad coital y 
se relacionará con los mismos aspectos ya descritos 
para el caso de la mujer.
Las causas médicas y las causas emocionales son 
los principales motivos de aparición de la 
inapetencia sexual
Otra disfunción que pueden padecer las personas con 
fibromialgia es la dificultad de concentración en las 
sensaciones sexuales y la incapacidad para relajarse 
ante la relación sexual. Las causas médicas 
(enfermedad crónica, dolor, efecto de los fármacos...)
y las causas emocionales (depresión, estrés, problemas 
de pareja...)son los principales motivos de aparición de 
la inapetencia sexual.
Con lo descrito hasta ahora, podemos inferir que el 
enfermo de fibromialgia se halla ante un nivel de tensión, 
más o menos eleva do, cuando afronta la actividad sexual, 
y esta tensión influirá en la respuesta de acercamiento 
íntimo.
Los estudios sobre sexualidad humana revelan que 
existen dos fuentes principales por las que la persona 
puede sentir tensión.
La primera es aquella que se deriva del estrés que se va 
acumulando a lo largo del día. Esta condición se acentúa 
en personas que tienden a ser perfeccionistas o que viven 
en situaciones realmente exigentes, o aquellas que viven 
en un estado de tensión crónica. En esta descripción se 
puede ubicar un número importante de personas que 
padecen fibromialgia, sobre todo, aquellas que se ven 
obligadas a retomar la actividad laboral o familiar normal, 
por lo que se les añade un grado de exigencia que no 
siempre resulta abordable.
La segunda fuente de tensión que puede interferir en la 
actividad sexual es la tensión, la preocupación, la angustia 
anticipatoria ante la práctica sexual. Elementos como la 
tensión creada por las expectativas, los miedos, las 
aspiraciones, son proyectados como preocupaciones, y 
éstas se dejan notar en las relaciones de pareja.
Por lo que se refiere a la condición médica asociada a la 
fibromialgia, cabe esperar que los fármacos administrados 
ayuden a reducir óptimamente el dolor y el malestar físico. 
A partir de esta mejoría, desde la psicología se propone 
actuar sobre los aspectos emocionales y el trabajo sobre 
el control del dolor mediante actuaciones terapéuticas 
específicas, y especialmente enfocadas a la potenciación 
de la sensualidad.
Oscar Asorey Martínez
Psicòleg, ISEP Clínic Baix Camp
Oscar Asorey Martínez
Psicòleg, ISEP Clínic Baix Camp
