domingo, 7 de abril de 2013

Fibromialgia: dolor de dientes y de mandíbula


Las personas que padecen de fibromialgia tienen dolores en todo el cuerpo. El dolor con frecuencia se extiende hasta los dientes y la mandíbula, llevando a los pacientes a creer que pueden necesitar rellenar una caries o someterse a un tratamiento de conducto. Sin embargo, los investigadores han llegado a la conclusión de que no siempre se trata de un problema dental y que el dolor puede estar relacionado con la fibromialgia.

Fibromialgia

La fibromialgia no es una enfermedad, es un síndrome. Además de un dolor diseminado en los músculos y tendones, los que lo sufren pueden experimentar trastornos de sueño, fatiga y dificultad de concentración. En ocasiones, los pacientes tienen condiciones superpuestas, como colon irritable, cistitis intersticial, depresión, lupus y artritis reumatoidea. Nadie sabe a ciencia cierta qué causa la fibromialgia, pero los investigadores creen que puede deberse a una herida, un trauma o a viruses.
La articulación TMJ

La articulación teporomandibular (TMJ, por sus siglas en inglés) está ubicada a cada lado de la cabeza. Esta articulación, junto con los músculos de la mandíbula inferior y de la mandíbula posibilitan abrir y cerrar la boca.

Trastornos de la TMJ

Hay dos tipos de trastornos en la articulación temporomandibular (TMJD, por sus siglas en inglés). El TMJD de la articulación encuentra su causa en el daño del carílago o los ligamentos de la articulación. Los pacientes con TMJD de la articulación pueden sufrir de ruidos como crepitaciones y chasquidos de las articulaciones de las mandíbulas y de la incapacidad de abrir mucho la boca. Según la American Dental Association, el TMJD de la articulación puede provenir de artritis, daño o dislocación. El segundo tipo de TMJD es muscular y es más probable que afecte a los pacientes con fibromialgia. El TMJD muscular afecta a los músculos usados para masticar y mover el rostro, el cuello y los hombros. La falta de sueño, el estrés y el trauma muscular puede ocasionarlo.

Identificación

El doctor Mark Borigini, reumatólogo certificado por la Junta de la Universidad de California – facultad de medicina de Irvine, dice en un artículo en Psychology Today que médicos, dentistas y pacientes no siempre hablan del dolor en el rostro o en los dientes porque no creen que esté relacionado con la fibromialgia. Puesto que el TMJD a veces genera dolores de cabeza, náuseas y mareos además de los síntomas dentales, a los profesionales les resulta difíciles realizar un diagnóstico.

Barreras para el tratamiento

Ocuparse adecuadamente del TMJD puede resultar difícil. Las compañías aseguradoras con frecuencia se rehúsan a pagar los gastos que implica el TJMD debido a la controversia respecto de las causas y del tratamiento del TMJD. Borigini dice que tampoco hay una gran validación científica para los tratamientos del TJMD.

Opciones para los pacientes

Una vez descartada la caries o el absceso dental, los pacientes deben controlar su estrés, dice Borigini. Los masajes, al igual que los cambios en el estilo de vida o los remedios pueden ayudar a relajar los músculos faciales y a aliviar el dolor y el insomnio que produce el TMJD. Los pacientes que presentan problemas de alineación dental requieren intervención odontológica. Los médicos y los dentistas también deben coordinar el cuidado del paciente y hablar con las compañías de seguros acerca de la necesidad de llevar a cabo tratamientos.

Escrito por Betty Dishman | Traducido por Irene Cudich

http://www.ehowenespanol.com/

La mejor manera de aliviar los dolores consiste en dormir un par de horas más


ES MEJOR QUE CUALQUIER ANALGÉSICO


La cantidad de sueño recomendada es de ocho horas, pero dormir más tiene ventajas. (Corbis)
Casi todos los hogares españoles tienen un pequeño depósito de medicinas a las que echar mano siempre que se tiene algún dolor. El consumo de analgésicos es habitual, y lo cierto es que funciona, pero también tiene sus contraindicaciones. El consumo excesivo de compuestos como el paracetamol o el ibuprofeno, por citar los más comunes, puede conllevar serios problemas de salud.

¿Qué alternativa nos queda? Según un estudio publicado en la revista Sleep, para resistir el dolor basta con dormir más. Los científicos son contundentes al respecto:dormir 10 horas, dos más de lo recomendado, es más efectivo para paliar el dolor que la codeína, uno de los analgésicos más potentes que pueden encontrarse en una farmacia.

La investigación, liderada por el doctor Timothy Roehrs, del Hospital Henry Ford, en Estados Unidos, tuvo como objeto de estudio a 18 voluntarios, que estuvieron cuatro noches durmiendo en intervalos distintos. Un grupo mantuvo su régimen habitual de sueño, y otro estuvo durmiendo diez horas, dos horas más de lo habitual.

Rohers quedó “sorprendido” por la gran reducción a la sensibilidad del dolor que mostraron el grupo con más horas de sueño a sus espaldas. Aquellos que dormían diez horas eran capaces de mantener su dedo sobre una superficie caliente 25 segundos más que aquellos que habían dormido ocho horas o menos. Su resistencia al dolor era mayor que la de aquellos sujetos que, pese a dormir menos, habían ingerido 60 mg de codeína, un analgésico primo hermano de la morfina.

Los resultados de la investigación, que cita varios estudios anteriores sobre el tema, sugieren que la relación del sueño con el dolor funciona en ambas direcciones: la gente que duerme menos de lo que debiera es más sensible al dolor que aquellos que duermen las ocho horas recomendadas.

Un estudio especialmente relevante para pacientes crónicos

Para Roehrs los resultados de su estudio “señalan la importancia de dormir adecuadamente si se sufre algún dolor crónico o si la persona está preparándose para una intervención quirúrgica”. Dormir no sólo calma el dolor, también nos hace más resistentes a este.

No es el primer estudio que apunta en este sentido. Numerosas investigaciones anteriores constataban que las personas con problemas de sueño tenían una menor tolerancia al dolor, pero es el primero que demuestra que, dormir más de lo habitual, aumenta esa tolerancia. Lo cierto es que, dolor y ausencia de sueño suelen ir de la mano: el dolor no te deja dormir, y al no dormir se tiene más dolor. A veces una cifra vale más que mil palabras:
dos tercios de las personas que sufren dolor de espalda crónico tienen también trastornos del sueño.

fuente  http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2012/12/07/la-mejor-manera-de-aliviar-los-dolores-consiste-en-dormir-un-par-de-horas-mas-110604/