(Envir. International, 2011)
Se midió el contenido de este metal pesado en la sangre del cordón umbilical de 1.883 mujeres de Valencia, Sabadell, Asturias y Guipuzcoa. Los datos podrían ser extrapolables a otras zonas del país
Las concentraciones medidas se vinculan al consumo de ciertas especies de peces
Un estudio publicado en la revista Environmental International y realizado por científicos españoles ha detectado que más de la mitad de los niños nacen en España expuestos a unos niveles de mercurio, en la preocupante forma de metil-mercurio, superiores a los límites considerados “admisibles”. En concreto un 64% de ellos están expuestos a más de 5, 8 microgramos por litro de sangre (límite considerado “seguro” por la EPA de EE.UU. Ponemos entre comillas lo de seguro, porque los límites que se establecen son muchas veces cuestionados científicamente por ser considerados normalmente más altos de los que muchos científicos opinan). El 75% de los niños en Asturias, el 68,4% en Valencia, el 64,7% en Guipúzcoa y el 49% en Sabadell superaban el límite.
Un 10% de los niños estaban expuestos a 22 microgramos por litro. Los niños son especialmente sensibles a los efectos de este neurotóxico.
El Ministerio de Sanidad español sigue sin hacer los deberes de informar debidamente a las mujeres embarazadas acerca del riesgo de consumir en exceso algunas especies de pescado
Los científicos autores de la investigación llaman la atención sobre el hecho de que el pescado sea una de las vías fundamentales de llegada de mercurio a nuestros organismos. Se midió el mercurio en la sangre del cordón umbilical y se estudió qué pescado consumían ésas madres durante el embarazo. Se vio claramente que las que consumían más pescado de ciertas clases tenían más mercurio en el cordón umbilical Algunas especies, como el pez espada en España, suelen concentrarlo de forma singular. También el atún, entre otras especies, puede acumular niveles altos. Llega a estos peces tras ser emitido o vertido desde fuentes tales como las centrales térmicas de carbón o la industria del cloro.
Lo del mercurio es una muestra de como por procesos de bioconcentración en la cadena alimentaria los tóxicos que emitimos vuelven a nosotros a través del plato de comida.
Si no se tienen en cuenta debidamente los niveles de mercurio que puede haber en cada especie de pescado, según sus diferentes características, así como los máximos de ingesta para cada especie que establecen los científicos, es muy probable que los beneficios que se atribuyen a este alimento puedan verse en algún caso contrarrestados por los posibles perjuicios. En España es poco lo que se ha hecho para informar debidamente a la población, a diferencia de lo hecho en otros países. Entre las cosas más destacadas está el programa Ribepeix que permite evaluar los riesgos de cada especie, no solo en cuanto a su contenido de mercurio sino de otros contaminantes, y establecer unos máximos de ingesta en función de parámetros como nuestro peso, etc.
Con motivo de la aparición de este nuevo estudio, la prensa recuerda ahora como en 2008 la Comisión Europea pidió a los estados miembros en una nota que "las mujeres que puedan estar embarazadas, las mujeres que estén embarazadas o las mujeres lactantes" redujeran a una pequeña ración, menor de 100 gramos, su consumo semanal de grandes peces depredadores, como el pez espada, los tiburones y el lucio. Y que "si comen esta ración, no deberían comer ningún otro pescado durante ese periodo. Tampoco deberían comer atún más de dos veces por semana". La difusión que alcanzó aquel llamamiento fue como tantas otras veces en temas semejantes, manifiestamente mejorable.
EL ESTUDIO ALUDIDO ES:
Prenatal mercury exposure in a multicenter cohort study in Spain.
Ramon R, Murcia M, Aguinagalde X, Amurrio A, Llop S, Ibarluzea J, Lertxundi A, Alvarez-Pedrerol M, Casas M, Vioque J, Sunyer J, Tardon A, Martinez-Arguelles B, Ballester F.
Environ Int. 2011 Jan 14.
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