Cuando se produce un fuego se liberan gases producto de la combustión. Estos gases, que se producen al quemarse el combustible, se componen principalmente de vapor de agua y dióxido de carbono.
El color de la llama del fuego depende en gran medida de los gases desprendidos y de la temperatura de estos.
Los combustibles como el papel o la madera producen llamas de color anaranjado, mientras que los hidrocarburos, como el gas natural, producen llamas de color azul. El oxígeno produce una llama de color rojo intenso. Como se puede comprobar, el color del fuego nos puede indicar cuál es el combustible que está ardiendo.
Fuego de color azul producido por gas natural
En todos los fuegos se producen gases producto de la combustión al descomponerse los materiales que forman el combustible. Por este motivo los gases que se desprenden de la combustión dependerán en gran medida de cual sea el combustible. Muchos de estos gases tienen una elevada toxicidad y son la causa de muchas de las muertes que se producen en los incendios. Respirar los gases tóxicos de la combustión puede producir pérdida de coordinación, desorientación, pérdida de consciencia, envenenamiento, asfixia e incluso la muerte por el propio gas.
Se calcula que más del 80% de las muertes en los incendios se producen por efecto de los gases de la combustión. Un porcentaje mucho más elevado que las víctimas producidas por el fuego.
Los gases tóxicos que se producen en un incendio se pueden dividir en tres tipos: gases tóxicos, gases irritantes y gases asfixiantes.
Como con todas las sustancias, la gravedad de la intoxicación depende de la dosis y de las condiciones físicas del afectado.
Otro de los problemas ocasionados en un incendio y que tiene relación con los gases es la asfixia por falta de oxígeno. En este caso el problema no proviene de los gases producidos en la combustión sino en los consumidos por esta. Como todos sabemos el fuego necesita un comburente para arder y en la tierra ese comburente, en la mayoría de los casos, es el oxígeno. Por lo tanto si se produce un fuego en un espacio cerrado podría llegar a consumir el oxígeno disponible y provocar que nos asfixiemos.
Debemos tener cuidado si nos encontramos en una situación similar ya que la entrada de aire nuevo a un lugar cerrado con un incendio puede provocar que el fuego se avive y se produzca una deflagración.
Otro de los problemas ocasionados en un incendio y que tiene relación con los gases es la asfixia por falta de oxígeno. En este caso el problema no proviene de los gases producidos en la combustión sino en los consumidos por esta. Como todos sabemos el fuego necesita un comburente para arder y en la tierra ese comburente, en la mayoría de los casos, es el oxígeno. Por lo tanto si se produce un fuego en un espacio cerrado podría llegar a consumir el oxígeno disponible y provocar que nos asfixiemos.
Debemos tener cuidado si nos encontramos en una situación similar ya que la entrada de aire nuevo a un lugar cerrado con un incendio puede provocar que el fuego se avive y se produzca una deflagración.
Se debe revisar la instalación de la caldera para evitar la fuga de gases tóxicos
Las cantidades de oxígeno que el organismo necesita para sobrevivir se muestran en la siguiente tabla:
- 21% es el nivel normal de oxígeno en la atmósfera.
- Con una proporción de un 12% se comienzan a sentir los primeros síntomas de asfixia. Se entrecorta la respiración y puede haber desmayos y mareos. El ritmo cardiaco aumenta.
- Si la proporción de oxígeno baja aún más de 10-12% se producen nauseas, vómitos e incluso la parálisis.
- Entre un 6% y un 8% se produce el colapso del organismo.
- Menos del 6% de oxígeno nos produciría la muerte en un tiempo de 5 minutos aproximadamente.
El monóxido de carbono es uno de los gases más peligrosos
Uno de los gases producto de la combustión que más víctimas causa es el monóxido de carbono (CO). El monóxido de carbono es un gas incoloro, inodoro e insípido por lo que su detección por parte de una persona es realmente complicada. El monóxido de carbono no produce irritación ni asfixia en los afectados, simplemente produce somnolencia. En niveles elevados suele producir parálisis en las piernas lo que evita que muchas de sus víctimas puedan escapar o pedir ayuda. La muerte por CO se conoce como la “Muerte dulce” ya que en muchas ocasiones las víctimas simplemente se quedan dormidas. La razón por la que el monóxido de carbono es tan tóxico es porque se combina con los glóbulos rojos o hemoglobina mejor que el oxígeno, estos glóbulos rojos, que son los encargados de distribuir el oxígenos que han recogido de los pulmones por todo el cuerpo a través de la sangre, se llenan de monóxido de carbono antes que de oxígeno evitando así que el oxígeno sea absorbido por el organismo.
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