La menor cantidad de colágeno intramuscular en pacientes con fibromialgia podría favorecer la formación de microlesiones, ocasionando signos inespecíficos de patología muscular.
Las enfermedades causadas por la deficiencia del colágeno, durante mucho tiempo asociadas con el envejecimiento, no son exclusivas a las personas de edad avanzada. Estas enfermedades forman un grupo entero de enfermedades que implican anormalidades en el sistema inmunitario. El plasma sanguíneo de los pacientes con estas enfermedades demuestra niveles importantes de autoanticuerpos.
Esta reacción antígeno anticuerpo produce la inflamación de varios tejidos esenciales del organismo. A continuación le proporcionamos una breve descripción de algunas de esas enfermedades y también una breve lista de enfermedades autoinmunes, es decir enfermedades en las que el organismo produce anticuerpos contra ciertas substancias químicas normales en nuestro cuerpo:
- Artritis
- Fibromialgia
- Bursitis, tendinitis y tendinosis
- Lupus eritematoso sistémico (LES)
- Esclerodermia
La aceptación de la fibromialgia como enfermedad y su diagnóstico definitivo han sido obstaculizados por una falta de conocimiento sobre la fisiopatología de esta enfermedad y por la falta de marcadores bioquímicos aplicables a este diagnóstico.
Durante una investigación, los pacientes con fibromialgia (diagnosticados según los criterios del American College of Rheumatology) presentaban una menor cantidad de colágeno intramuscular y menores niveles de metabolitos de colágeno (orina y suero sanguíneo). Esta carencia puede disminuir el umbral de las microlesiones musculares y contribuir a la remodelación de la matriz extracelular y depósito de colágeno alrededor de las fibras nerviosas, así como contribuir a un menor umbral del dolor en los puntos dolorosos. Se le suministró un hidrolisato de colágeno a un grupo de personas que padecían de fibromialgia durante 2 a 15 años; el nivel de dolor promedio disminuyó considerablemente y, en algunos pacientes, de manera drástica.
Introducción
La fibromialgia (FM) se caracteriza por el dolor musculoesquelético crónico. Los criterios para su clasificación, definidos por el American College of Rheumatology (ACR), se basan en los hallazgos de la historia clínica y la evaluación física, ya que no se cuenta con análisis histológicos o bioquímicos que faciliten su diagnóstico. Está descrita la asociación entre desorganización de las miofibrillas y la presencia de dolor y rigidez muscular posterior al ejercicio. Cierta variación en el metabolismo del colágeno, que podría reflejar un desarrollo similar en los músculos de los pacientes con FM ha sido implicada en la alteración de la proporción entre piridinolina y desoxipiridinolina en orina y plasma, y en una menor concentración de la última en orina con respecto a controles. En el mismo estudio también se observaron envolturas de colágeno muy ordenado alrededor de las terminales nerviosas en las áreas de la piel hipersensibles, indicativas de inflamación neurogénica.
Probablemente el defecto en el colágeno sea una característica de la FM, y que no esté sólo asociada con los puntos dolorosos. Esto lo sustenta el hallazgo de concentraciones bajas del péptido aminoterminal del procolágeno tipo III (S-PIIINP) en suero de enfermos con FM, y la relación conocida entre la reducción del último y la elevada intensidad del dolor muscular. La presencia de inflamación neurogénica en la FM es sustentada por la elevada cantidad de sustancia P almacenada en las terminales nerviosas en el músculo trapecio. A nivel muscular, el colágeno es la principal fracción de los constituyentes no contráctiles. La organización y cooperación entre las fibras musculares y el tejido conectivo intramuscular determina las propiedades del músculo.
En la presente experiencia los autores cuantificaron los aminoácidos asociados con el colágeno en biopsias musculares provenientes de pacientes con FM, tomadas en áreas no dolorosas que representan el perimisio y el endomisio. Además, investigaron los signos histológicos del tejido conectivo y de la patología muscular general.
Métodos
La muestra de 27 pacientes incluyó mujeres que cumplieran con los criterios de FM del ACR y que no presentaran depresión, otras patologías musculares o articulares, trauma motor, antecedentes de trabajo físico monótono ni de actividades deportivas diarias. El análisis incluyó el examen del perfil hematológico, así como la medición de los electrolitos en plasma y de sustancias que reflejaran el estado metabólico y reumatológico (factor reumatoide y anticuerpos antinucleares). Dos investigadores evaluaron los puntos dolorosos y cuatro puntos de control negativos. Los pacientes consignaron el dolor en una escala visual analógica y su actividad diaria. El análisis incluyó edad, altura, peso, momento de inicio de la sintomatología y fármacos utilizados. El grupo control estuvo integrado por 8 mujeres sometidas a artroscopia de rodilla.
Las biopsias se extrajeron del vasto lateral del músculo cuádriceps femoral, a 10 cm del extremo superior de la rótula, por fuera de las áreas de puntos dolorosos. Una parte de las muestras fue preparada para su evaluación mediante microscopia electrónica. Investigadores que desconocían la información clínica analizaron la cantidad y distribución de gotas de lípido en las células musculares y por fuera del sarcolema, regularidad de las líneas Z, atrofia de las fibrillas musculares (espacios mayores de 1 µm en los cortes), apariencia del colágeno en general y la presencia de envolturas de colágeno en las terminaciones nerviosas.
El sistema de clasificación elegido correspondió a "normal" y "alterado". A partir del resto de las muestras musculares se determinaron las concentraciones de hidroxiprolina, hidroxilisina, prolina y otros 14 aminoácidos, lo que permitió además calcular la cantidad total de proteínas por miligramo de tejido.
Resultados
La concentración de hidroxiprolina por miligramo de músculo seco fue inferior en los casos que en los controles. La suma de los tres aminoácidos más abundantes en el colágeno -hidroxiprolina, prolina y glicina- también fue notablemente menor en las primeras, sin diferencias respecto de la cantidad de miosina, lisina, leucina e isoleucina ni en la de la cantidad total de proteína. Los autores no comprobaron diferencias en los valores de los aminoácidos entre las pacientes tratadas con fármacos y aquellas sin tratamiento. Tampoco encontraron asociación entre la cantidad de hidroxiprolina y el número de puntos sensibles o la percepción del dolor por parte del paciente. La evaluación microscópica reveló que las gotas de lípidos entre las fibrillas tendieron a ser más numerosas en las biopsias de los casos, mientras que el porcentaje de muestras con agrupación notable de las gotas de lípidos alrededor de la mitocondria fue levemente mayor en los controles. Sólo en los casos se observó desorganización de las líneas Z, que se presentó como una irregularidad de su alineación en la fibra, y atrofia de las fibrillas musculares.
Conclusión
En la presente experiencia los autores comprobaron una concentración significativamente inferior de hidroxiprolina en músculo de pacientes con fibromialgia. Este fenómeno podría estar asociado con la debilidad del tejido conectivo de sostén y con la reducción del incremento normal del colágeno intersticial en respuesta al ejercicio enérgico, que podría favorecer la producción de microlesiones. La hipótesis de las microlesiones podría explicar el dolor característico de la entidad como parte de un componente periférico, mientras que un mecanismo central que determina el contenido de colágeno en el músculo también estaría presente.
TITULO : Colágeno y Patología Muscular en los Pacientes con Fibromialgia
AUTOR : Gronemann ST, Ribel-Madsen S, Bartels EM y colaboradores
TITULO ORIGINAL: [Collagen and Muscle Pathology in Fibromyalgia Patients]
CITA : Rheumatology 43(1):27-31, 2004
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