Cuando los patrones de sueño empiezan a modificarse y estos cambios se extienden por un periodo de tiempo considerable, ¡cuidado!... algo no va bien en el organismo. Karime García Travesi / Agencia Reforma
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MÉXICO, DF.- Cuando el cansancio cotidiano llega hasta los extremos puede convertirse en Síndrome de Fatiga Crónica, el cual ataca más a las mujeres que a los hombres -en un rango de 70 a 30- en una franja cercana a los 36 años de edad.

Este síndrome, cuyo origen se desconoce, se diagnostica cuando la fatiga dura más de 6 seis meses y se acompañada de falta de concentración, dolor de garganta, inflamación de los ganglios (principalmente de los que se hallan alrededor del cuello) y dolores musculares, explica la médico internista Aurora Orzechowski.

También suelen presentarse dolores articulares y musculares, febrícula (temperatura ligeramente elevada por arriba de lo normal), dolor de cabeza, trastornos del sueño, malestar después de un esfuerzo, confusión, mareos, depresión, tristeza, náuseas, dificultad para pensar y debilidad.

Por estos motivos, indica la especialista, los pacientes con este síndrome se sienten incapaces de trabajar o desempeñar sus labores de manera normal y, en ocasiones, se ven forzados a dejar sus actividades, ya sea en el hogar, en la escuela o en el trabajo.
En consecuencia, puede derrumbarse su seguridad económica, su círculo social y su entorno familiar.

Lamentablemente, señala la doctora, siendo una enfermedad casi desconocida, muchas veces no se le da la importancia que requiere y llega a ser catalogado erróneamente como depresión o vincularse con algunas enfermedades del sistema inmunológico.

"Desgraciadamente, es una enfermedad de la que no se sabe mucho. Algunas escuelas dicen que en un 50 por ciento tiene un origen psiquiátrico. Lo que sí sabemos es que muchas veces hay una infección viral de por medio a la que el organismo responde con una macrorespuesta de este tipo".

Orzechowski indica que lo importante en estos casos es reconocer a tiempo que se está frente a un síndrome que requiere atención profesional.

Sin embargo, el paciente con fatiga crónica se encuentra ante una disyuntiva, pues al ser su padecimiento poco conocido, se enfrenta por consecuencia ante el casi nulo conocimiento de alternativas terapéuticas.

La literatura médica refiere que básicamente hay dos tipos de tratamientos: primarios y/o sintomáticos. Los primarios pretenden una mejoría general del síndrome, mientras que los sintomáticos buscan aliviar síntomas específicos como el dolor de cabeza, por ejemplo.

FUENTE: http://www.impre.com/salud/2011/2/28/agotado-o-enfermo-241970-1.html#commentsBlock