jueves, 4 de agosto de 2011

El colegio de Sant Rafel y el medidor de radiación de antenas de telefonía móvil

Paquita Planells. Sant Rafel.

Como vecina y madre estoy muy agradecida porque el Consistorio de Sant Antoni ha instalado un sistema de medición de radiación electromagnética en el colegio de Sant Rafael. Considero que es el derecho de todos los ciudadanos saber a qué emisiones de radiación están siempre expuestos.

La normativa española sobre la exposición a la radiación de telefonía móvil (RD 1066/2001, de 28 de septiembre) se basa en las recomendaciones de la Comisión Internacional de Protección contra la radiación no ionizante y también en las recomendaciones del Consejo de la Unión Europea (Recomendación 1999/519/CE de 12 de julio de 1999). Pero, el propio Parlamento Europeo, en una resolución del 2 de abril de 2009, insta a una drástica revisión a la baja de los límites legales y a adaptar medidas de protección basadas en unas distancias mínimas de seguridad que garanticen la salud de las personas. Y es que en España se permite que las antenas de telefonía móvil emitan a 450 microvatios/cm2, 4.500 veces por encima del límite máximo recomendado por el Parlamento Europeo. El 28 de mayo de 2011 el Consejo de Europa aprobó la Resolución ´Peligros potenciales de los campos electromagnéticos y su efecto en el medio ambiente´, que recomienda la aplicación del Principio Alara, es decir, el nivel más bajo recomendado por los científicos: 0,6 voltios/m.

En junio de 2008 la Asociación de Vecinos de Sant Rafel recibió un informe sobre las emisiones de campos electromagnéticos que se daban en el pueblo, realizado por la dirección general de tecnología y comunicaciones del Govern balear, según el cual en los alrededores del colegio los niveles de emisión eran de alrededor de 9 v/m. Esta medida no sobrepasa el límite de la normativa española, que está desfasadísima, como se puede comprobar, pero sí supera en 50 veces lo que recomienda el Parlamento Europeo y la comunidad científica experta en estos temas. Todo aquel valor que supere los 0,6 voltios/m estará perjudicando la salud pública, y más concretamente la de las personas que tienen más sensibilidad, en especial la de niños y ancianos. De hecho, la OMS ha reconocido la electrosensibilidad como enfermedad. Y, actualmente, esta enfermedad es motivo de baja laboral en Suecia.

Si el medidor de emisiones del colegio de San Rafael excede los 0,6 v/m sería recomendable que el Ayuntamiento estudiara una localización alternativa para las antenas de telefonía móvil del pueblo, y así minimizar los impactos de salud y ambientales de los vecinos y de los niños. El Ayuntamiento tiene potestad en decidir sobre la ubicación de las antenas de telefonía móvil. En Mallorca frecuentemente están retirando las antenas que están cerca de lugares sensibles, y en Formentera no hace mucho también quitaron una que estaba al lado de una escuela pública.

http://www.diariodeibiza.es/cartas-lectores/2011/07/20/colegio-sant-rafel-medidor-radiacion-antenas-telefonia-movil/495914.html
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